Sobremesa

Pídele al tiempo que vuelva

El culto a la personalidad protagonizado por Pedro Haces fue la introducción para el discurso del líder que presumía pletórico ser la nueva CTM.

¿Qué dijeron?, a Lourdes se le fue traernos la crónica del evento de Pedro Haces. Pues no, sólo es que ha habido información para dar y regalar. Pero cómo creen que iba a dejar de platicarles de dicho evento si hasta el Presidente, en la peor crisis que hasta hoy ha enfrentado por la inseguridad y su falta de empatía con los feminicidios y las mujeres, se dio tempo de ir. Aclarado el punto, les cuento que en la Arena Ciudad de México, el espíritu de Fidel Velázquez recorrió todo el recinto, y se estremeció casi hasta el llanto, cuando nuevamente, como en los viejos tiempos, Sindicato y Gobierno se convertían en una temible aplanadora.

El culto a la personalidad con un video de 10 minutos protagonizado de principio a fin por Pedro Haces, fue la introducción para el discurso del líder que presumía pletórico ser la nueva CTM. Atrás de él, la mirada de López Obrador y el presídium que, en vez de trabajadores, estaba lleno de oligarcas empresariales. Sí señores, la fórmula completa del pasado traída a nuestros días, hablando sin cesar del sindicalismo moderno. Salvo por los clásicos animadores, ver la tribuna era una ilustración de nuestros días: no había nadie emocionado, ni aplaudiendo. Es más, el clima, el ambiente, era más bien frío, aunque el Sol afuera estaba como en primavera. Senadores de todos los partidos estaban presentes, hasta Vázquez Mota y Enrique Vargas, cuya presencia llamó la atención, al igual que la de Pepe Murat. El gran logro destacado fue el aumento salarial que Haces endilgó a López Obrador, quien después diría que eso sucedió gracias a los empresarios, aunque usted no lo crea. Después habló AMLO, quien volvió a las clases de historia desde la 1ªT hasta la 4ªT, pasando por la crisis de pensiones, culpa del modelo neoliberal que, anunció, ahí buscarían arreglar. No hubo porras ni aplausos estruendosos. Una y otra vez, guiños a los empresarios, que empiezan a parecer culposos y sin aprovechar el difícil momento, para invitar a reflexionar o guardar un minuto de silencio por Fátima, acabó su discurso. No había podido avanzar despidiéndose de la agolpada oligarquía, cuando los trabajadores, todos, habían abandonado ya el recinto. Como en los buenos tiempos. Hasta aquí mi reporte, Jacobo. Ah, no, perdón, ¡me excedí!

Cortina de humo

El pasado miércoles 19 de febrero, el Presidente publicó un decreto para prohibir la importación de cigarros electrónicos a México. Pero ¿por qué AMLO publicaría algo así? La respuesta es sencilla; la publicación obedeció a una añeja petición de la empresa British American Tobacco (BAT), antes Cigarrera La Moderna, propiedad de Alfonso Romo, quien logró incluir en la Ley General del Control del Tabaco el artículo 16 fracción VI la prohibición de los famosos cigarros electrónicos y 'vapers' en México. Sin embargo, al paso de los años algunas empresas lograron tramitar un amparo ante dicho artículo, pues lo consideraban inequitativo en materia de libertad de comercio, y la SCJN les dio la razón y los pudimos comprar.

¿Qué paso entonces? Que la poderosa Shirley Almaguer, hija ni más ni menos que de Yedickol Polevnsky, fue quien lo logró, pues lleva trabajando más de 10 años en BAT, y a la par, actúa como cabildera de Canacintra. ¡Quihúboles!

Pero no lo hizo solita, pues, aunque en Cofepris está de director Novelo Baeza, quien manda es Marcela Madrazo, quien además hoy pareciera que actúa como la principal defensora 'encubierta' de los intereses de BAT. Si no me creen chequen sus entrevistas y vean cómo se le lanza a la yugular a Phillip Morris, principal competencia de BAT, quien mantiene una línea de cigarros electrónicos en el mercado. Quitando el humo, vemos que esta decisión responde meramente a intereses de una empresa.

¿Qué pasa en Nadro?

Llama la atención en esta crisis por la falta de medicamentos que Nadro ande acelerando el acondicionamiento de almacenes y sistemas informáticos a través de dos subsidiarias (BT1 y Nadro Servicios Integrales, que se supone tendrá otro nombre) con el fin de estar en condiciones para distribuirle al gobierno. Por ejemplo, Sohin, otra de sus empresas subsidiarias, casualmente logró meter una marca de marcadores genéticos al cuadro básico para el tratamiento de cáncer de mama. Ah, y cómo dejar de mencionar que Juan Fernández acaba de regresar a la empresa como director comercial, ya no como CFO.

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