Sobremesa

Un padre de familia denuncia a AMLO

Presenta una queja Carlos Iván Meza, padre de un niño en Morelia al que desde octubre no le surten el medicamento que necesita.

El lunes les informé que el desabasto ya había llegado también a los hospitales del IMSS. Bueno, pues hoy les puedo contar el vía crucis de otro padre, Carlos Iván Meza, de un niño al que, desde octubre en Morelia, Michoacán, no le surten las recetas del medicamento somatropina que necesita. De hecho, y para que no digan en el gobierno de la 4T que no tenían ni idea, Carlos Iván no sólo presentó su queja ante la CNDH, de Rosario Piedra –con folio 2019/117498, el 26 de noviembre de 2019, donde, cosa rarísima (sarcasmo), no le han contestado ni pío, y de emitir recomendación alguna, ni hablar–, sino también ante el delegado del IMSS en Michoacán y ante Zoé Robledo, director general del Instituto.

Pero, además, interpuso el pasado 24 de enero una denuncia en contra del presidente AMLO ante la SFP, de Irma Eréndira Sandoval, por el desabasto de medicamentos. Con el folio 3882/2020, en la narración explica que el motivo de la denuncia es la falta de entrega de medicamento por parte del IMSS, desde octubre. Esto, a pesar de que el señor Presidente dice que no hay desabasto de medicinas, al igual que el director general del IMSS, Zoé Robledo.

Finalizó diciendo: "Alguien miente, porque no me han entregado el medicamento, a pesar de que presenté quejas en la CNDH, al director del IMSS y a la Presidencia de la República".

Si bien las medicinas de su hijo no son de vida o muerte, quienes somos padres entendemos que todo lo que tiene que ver con nuestros hijos es… prioridad, y más en el tema de salud, ¿o no?

Momento cochinón

El célebre autor de la frase "los empresarios chillan como cochinos", que es ni más ni menos que Jaime Bonilla, sí, el gobernador de BC, quien quería pasarse por el arco del triunfo la Constitución y quedarse cinco años en lugar de dos, estuvo muy campante el miércoles pasado comiendo en el Guría, de Santa Fe, restaurante fifí, diría nuestro presidente López Obrador.

Cuando lo capté, estaba solo, esperando a sus comensales y, en su momento, me pregunté si no estaría esperando al flamante subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta, sí, el mismo que tuiteó el lunes pasado "a chillidos de marrano, oídos de chicharronero. #Refrán de #FelizLunes", ¿para aventarse, digo yo, un duelo de frases célebres? Pero no, el subse no llegó, ni tampoco su amiga y secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien en su momento le festejó que se quedaría cinco años en la gubernatura y después salió a decirnos que no sabía que la estaban grabando, ¡plop! Comió con dos hombres a los que no pudimos ubicar y no, tampoco eran ni Mario Escobedo, quien tiene cuatro secretarías en el estado (Turismo, Desarrollo Económico, Pesca y Agricultura) ni tampoco su operador Ulises Ramírez Loya. Ah, y ¿qué no los miércoles son días laborales? Luego entonces, ¿qué habrá estado haciendo por acá?

No hay más ciego que el que…

No quiere ver, ¡así de claro! El presidente del PRI, Alito Moreno, insiste que no es parte de Morena, que su partido está dando la batalla, pero calladitos –no se rían–, pues dice que esto es un tema de estrategia. Sin embargo, al interior del partido hay muchas voces quejándose, y para muestra un botón. El miércoles pasado hubo Consejo Político, y la nota fueron las ausencias, dejando en claro que sí hay una división interna. Salvo Alejandro Murat, ningún otro góber asistió. De los senadores sólo asistió Beatriz Paredes, y Osorio Chong, coordinador de la bancada, también le hizo el feo.

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