Democracia Eficaz

Los sueños guajiros de MC

Imaginan un Movimiento Ciudadano más grande de lo que realmente es. Las encuestas lo colocan con una intención de voto nacional muy por debajo del PRI y el PAN.

Movimiento Ciudadano (MC) quiere ser la tercera vía y ganar la presidencia de la República en 2030. Para ello —dicen algunos de sus dirigentes— deben competir por sí solos en las elecciones locales y federales. Nada con el PRI ni con el PAN, quienes ya le han fallado al pueblo.

Pero el relato se topa con cuatro problemas.

Primero, MC carece de una cara nueva y potente que sea candidata a la presidencia de la República en 2024. Igual que en el Estado de México en 2023, no cuentan con una figura que pueda ser atractiva para dar una batalla digna de un partido que dice ser ya la segunda fuerza política.

El dirigente nacional de MC menciona a Luis Donaldo Colosio, alcalde Monterrey y Samuel García, gobernador de Nuevo León. Pero ninguno de ellos da muestra de estar realmente interesado. El partido los usa para blofear en la mesa de negociaciones, pero ambos deben cumplir primero sus mandatos locales.

Colosio parece gritar que lo dejen en paz y Samuel seguramente no quiere repetir el error de El Bronco, quien hizo el ridículo en su aspiración presidencial en 2018 y terminó mal su gobierno en Nuevo León (incluso temporalmente en la cárcel).

El segundo problema es que MC rechaza mezclarse con el PRI y el PAN, pero se nutre de sus cuadros, muchos de ellos muy destacados: Ivonne Ortega, exgobernadora del PRI y hoy diputada de MC; Jorge Álvarez Máynez, coordinador de los diputados y antes militante del PRI; Noé Castañón, ex-PRI; Marco Antonio Gama, ex-PAN y hoy senador de MC.

En 2022 MC postuló como su candidato a gobernador en Quintana Roo a José Luis Pech, quien había sido militante del PRI por varias décadas y era en ese momento senador por Morena.

Nada de malo hay en reclutar a buenos cuadros de otros partidos, pero entonces pierde fuerza el denuesto genérico que hacen dirigentes de MC respecto al PRI y al PAN.

El tercer problema es que imaginan un MC más grande de lo que realmente es. El 14 de julio el partido publicó un boletín que asegura que Movimiento Ciudadano es “la segunda fuerza política” y lo mismo aseguró el gobernador de Nuevo León al decir que ya están “por encima del PRIAN”.

Por número de votos, MC es la cuarta fuerza con base en las elecciones de diputados de 2021 (por detrás de Morena, PAN y PRI); por número de senadores es la tercera fuerza solo porque varios renunciaron al PRI hace algunas semanas; y en número de gobernadores empata con el PRI en tercer lugar, aunque gobierna más personas que este partido.

Las encuestas lo colocan alrededor del 7.0 por ciento de la intención de voto nacional, muy por debajo del PRI y el PAN.

El cuarto problema es que Dante reproduce la política del cacicazgo de otros partidos. Ha sido dirigente, coordinador o jefe real de MC (antes Convergencia) desde fines de los años noventa, cuando se fundó el partido. En los últimos años han florecido cuadros nuevos, pero él sigue siendo la última palabra en el ámbito nacional.

La de 2024 será una elección de dos: así son las contiendas polarizadas como lo fue 2006. El voto estratégico predomina y —salvo que MC presentara un candidato muy atractivo— muchos de sus votos irán hacia la otra candidatura opositora, seguramente Xóchitl Gálvez.

MC corre el riesgo de quedar en un lejano lugar y perder diputaciones, alcaldías e incluso la gubernatura de Jalisco frente a Morena.

No hay tercera vía en 2030 si antes no sobrevives 2024. Y no hay partido moderno capaz de ser una tercera vía cuando sus estrategias las decide una persona.

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