Democracia Eficaz

Reporte electoral de Integralia

Pocas veces los mexicanos se han sentido tan bien de sus personas, sus familias y el país. ¿Para qué cambiar?

Se publicó la semana pasada para evaluar los resultados globales de la elección. Comento algunos datos que me parecen cruciales.

Más que el margen, lo más potente del triunfo de Claudia Sheinbaum es que fue parejo en todas las entidades del país (salvo Aguascalientes) y en la mayoría de los estratos educativos y socioeconómicos. La clase media votó mayoritariamente por Morena y también segmentos de ingresos medio-altos.

A diferencia de 2006, cuando el país se partió entre norte y sur (Calderón vs. AMLO) y también por nivel de ingreso, la de 2024 es una elección sin clivajes.

Sheinbaum fue una fuerza de empuje para todas las candidaturas de Morena. Ganó más votos que quienes competían por su coalición al Congreso (aproximadamente cinco puntos arriba) y también para las gubernaturas. En contraste, Xóchitl Gálvez no ayudó a las candidaturas de la coalición opositora: quedó abajo de la mayoría de ellas.

Se argumentó que los negativos del PAN y del PRI fueron un lastre para Xóchitl porque la hundieron. Pero los datos muestran que más electores votaron por otras candidaturas de esos partidos que por ella.

Por ejemplo, muchos simpatizantes del PAN votaron por diputados y senadores de ese partido, pero por Sheinbaum para presidenta. Xóchitl Gálvez recibió menos apoyo que los candidatos a gobernador en Yucatán, Veracruz y CDMX.

El Partido Verde emerge como un jugador relevante gracias a su alianza (temporal) con Morena. Es la segunda fuerza en la Cámara de Diputados y se fortalece en algunas entidades del país, notablemente San Luis Potosí.

Movimiento Ciudadano gana más votos, pero solo una diputación federal de mayoría por su (equivocada) decisión de competir solo. También pierde las senadurías de Jalisco y la emblemática ciudad de Monterrey.

A pesar del triunfo contundente del oficialismo, la votación agregada para la Cámara de Diputados luce más balanceada: 54 por ciento para Morena y aliados y 46 por ciento para las otras fuerzas políticas. No obstante, es probable que el oficialismo pueda obtener alrededor de 74 por ciento de las curules de la Cámara baja, una distorsión abrupta de la representación por una normatividad que no refleja la realidad política de los partidos y las coaliciones de 2024.

La hipótesis de que una mayor votación habría beneficiado a la oposición se comprobó parcialmente. Efectivamente, en las secciones con mayor participación electoral el PAN obtuvo más votos, pero fueron pocas. En contraste, Morena obtuvo menos votos en secciones con muy alta participación, pero sus volúmenes de votos en todos los estratos son enormes.

Asimismo, Morena gana en CDMX y Yucatán, dos entidades que superaron el 70 por ciento de participación.

El llamado para salir a votar que llevaron a cabo diversas organizaciones civiles y empresariales no tuvo resonancia: la tasa de participación cayó de 63.4 por ciento en 2018 a 61.04 por ciento este año. Pocos compraron el argumento de que era una elección relevante. Para la mayoría salir a votar no era un asunto crucial porque perciben que el país camina en la ruta correcta.

Es difícil que la oposición sea exitosa cuando México —según estudios de Ipsos, la agencia global de estudios de opinión pública— es uno de los países con mejor humor social —la mayoría percibe que vamos en la ruta correcta— y cuando tenemos altas tasas de felicidad y de confianza del consumidor.

Pocas veces los mexicanos se han sentido tan bien de sus personas, sus familias y el país. ¿Para qué cambiar?

Epígrafe: también fue la elección más violenta de la historia moderna de México y la más inequitativa.

El Reporte Electoral de Integralia se puede bajar en https://integralia.com.mx/web/

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