Presidente de la Conasami

El salario mínimo ha mitigado el efecto de la pandemia en la pobreza

Durante los primeros años de incrementos (antes de la pandemia), el salario mínimo había contribuido a la reducción de la pobreza laboral, en beneficio de 4.7 millones de personas.

El mes pasado el Consejo Nacional de Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social (Coneval) publicó su informe sobre la pobreza. Según los cálculos de Coneval, la pobreza multidimensional en México pasó de 41.9 por ciento en 2018 a 43.9 por ciento en 2020, es decir, se incrementó dos puntos porcentuales o el equivalente a 3.76 millones de personas. Indudablemente esto se debe a que la pandemia afectó el empleo y la actividad económica.

Algo interesante es que la pandemia tuvo mayor efecto en las áreas urbanas del país, donde la pobreza pasó de 36.8 a 40.1 por ciento. Caso contrario en las áreas rurales, donde la pobreza disminuyó, pasando de 57.7 a 56.8 por ciento. Probablemente, el efecto en zonas rurales ha sido menor debido a los programas sociales, que están más enfocados en atender a la población más vulnerable. En suma, aunque es grave que haya aumentado el número de personas en pobreza, a diferencia de lo que muchos analistas vaticinaban, el efecto fue menor.

En parte, la pobreza no alcanzó números más alarmantes porque la economía ya se había empezado a recuperar en el tercer trimestre del año pasado. Otro factor fundamental en mitigar la pobreza fueron los incrementos al salario mínimo y su impacto en el salario promedio de los trabajadores, principalmente de aquellos que menos ganan. En el tercer trimestre de 2020, el salario promedio tuvo un incremento anual por arriba de la inflación de 2.8 por ciento, y el acumulado desde 2018 era de 7.0 por ciento. A pesar de la inflación, estos incrementos al salario promedio real se mantienen este año gracias al incremento del salario mínimo.

Además, como he mencionado anteriormente, el salario mínimo ha tenido mayor impacto en los trabajadores más pobres del país. A julio de 2021, ha incrementado en 84.4 por ciento el ingreso del 10 por ciento de los trabajadores más pobres en la frontera norte y en 30.6 por ciento en el resto del país respecto al cierre de 2018. Todo en términos reales, es decir, por arriba de la inflación.

Otros factores que se pueden calcular a partir de la Encuesta de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) 2020 son las condiciones de gasto y pobreza de las personas que actualmente ganan el salario mínimo. En general, se puede concluir que las familias con trabajadores que ganan hasta un salario mínimo son más vulnerables en materia de pobreza que el resto de las familias. Esto explica por qué la política salarial tiene mayor impacto en aquellas familias con los menores ingresos.

El 58.2 por ciento de las familias con trabajadores que ganan hasta un salario mínimo se encuentran en pobreza, tasa mayor a la nacional de 43.9 por ciento. Además, las familias con trabajadores del salario mínimo dependen más de su ingreso laboral que el resto. Para las primeras, su ingreso laboral representa 73.8 por ciento del total, en comparación con el resto donde representa 62.1 por ciento. Incluso para los trabajadores del salario mínimo las transferencias representan menos que para el resto (12.4 por ciento en comparación con 18.5 por ciento).

En cuanto al gasto, todas las familias mexicanas tienden a usar un gran porcentaje de su ingreso en alimentos y bebidas, pero esto es mayor para las familias de los trabajadores del salario mínimo (36.2 vs 40.8 por ciento). En cambio, los trabajadores del salario mínimo destinan una menor proporción de su gasto en educación, vivienda y salud.

Por tanto, al depender en gran medida de su ingreso laboral, estar en condiciones más precarias y con un mayor número de trabajadores pobres, es fundamental que el salario mínimo siga creciendo de manera sostenida en los próximos años. Durante los primeros años de incrementos (antes de la pandemia), el salario mínimo había contribuido a la reducción de la pobreza laboral, en beneficio de 4.7 millones de personas. Sigamos empujando por esa ruta para lograr una mayor reducción en la pobreza y recuperar lo perdido durante la pandemia.

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