Estamos a días de que inicie la Feria Internacional de la Lectura Yucatán 2023. Se realizará de manera presencial, después de cuatro años, del 11 al 19 de marzo en la ciudad de Mérida, Yucatán.
Es relevante resaltar que la feria conserva su piso de exhibición en el Centro de Convenciones Yucatán s. XXI. Meses atrás, en una entrevista que amablemente me concedió la directora de la feria, la maestra María Teresa Mézquita Méndez, se hablaba de la posibilidad de que no haya ese escaparate comercial. Saber que se mantiene el formato tradicional para la venta de libros de las principales editoriales del país, es una buena noticia.
Al formato tradicional también se agrega una fuerte carga virtual; algunos de los autores estarán presentes solo de manera remota. Por otro lado, el uso de la tecnología también tiene como función acercar el programa a comunidades alejadas o espacios remotos a los que de otra forma no podrían llegar. El formato híbrido parece ser una tendencia post pandemia que ya no se revertirá.
De entre las más de 650 actividades programadas, habrá presentaciones de libros, talleres y charlas, y participarán autores de la talla de Carmen Boullosa -premio Excelencia de las Letras José Emilio Pacheco 2023- Alberto Chimal, Xavier Velasco, Lola Ancira, Enrique Serna, Rosa Beltrán, Sara Poot Herrera, Mónica Lavín, Jorge Zepeda Patterson y Agustín Monsreal, solo por mencionar algunos.
La FILEY es una de las principales ferias del libro del país y es un esfuerzo importante de la Universidad Autónoma de Yucatán, la ya centenaria UADY, liderada por su nuevo rector, el maestro Carlos Alberto Estrada Pinto. Su permanencia en este 2023 es una excelente noticia, sobre todo en un estado, Yucatán, en el que la cultura no pasa por su mejor momento.
Breve recuento de la situación cultural de Yucatán
Al hablar de la FILEY, es importante ponerla en su contexto cultural, ya que el estado vive una situación crítica con presupuestos reducidos en los niveles estatal y federal. No es objetivo de esta columna ahondar en este tema, que podría dar pie para varios artículos en sí mismos. Lo que me parece pertinente es tener en cuenta el contexto en el que la feria se lleva a cabo.
- La Orquesta Sinfónica de Yucatán ha estado luchando por su estabilidad y se ha manifestado por la reducción de su presupuesto por parte del gobierno de Mauricio Vila. Es el único fideicomiso que no tenía asegurados los recursos para pagar la nómina de todo el 2023.
- El principal teatro del sureste mexicano, el José Peón Contreras, sufrió un importante incendio el año pasado, por posibles faltas en su mantenimiento.
- Los recursos para la cultura estatal se han visto reducidos, tanto por parte de la federación a través del programa AIEC, como por parte del presupuesto de egresos del estado.
Bajo estas circunstancias, no es cosa menor que la FILEY se mantenga vigente y que el nuevo rector, el profesor Estrada Pinto, apueste por su continuidad.
La vinculación económica y turística
Eventos de esta trascendencia tienen repercusiones transversales en varios sectores: el cultural y el educativo, evidentemente, pero también el económico y el turístico. Si bien es la UADY -una institución de educación superior- quien organiza este evento, vincular la feria con instituciones públicas del sector económico -como las secretarías de fomento económico y fomento turístico, o las direcciones pertinentes del ayuntamiento de Mérida-, podría ayudar, no solo a la permanencia de la FILEY para las próximas ediciones, sino también para hacerla más grande y de mayor relevancia nacional e internacional, al sumar recursos y esfuerzos de mercadotecnia y visibilidad.
En los ámbitos turístico y económico se pueden considerar indicadores como el número de asientos de avión ocupados, la cantidad de cuartos noche o la derrama económica en restaurantes, por dar algunos ejemplos. También otros datos menos tangibles, como la promoción del destino al interior del país y el extranjero.
No sabemos si la secretaria de turismo de Yucatán, Michelle Fridman, esté interesada en participar en un evento que no es de su autoría y en el que tenga que compartir protagonismo. Desearíamos, que tanto la UADY como las secretarías económicas del gobierno del estado, puedan coordinarse por el bien de la FILEY en futuras ediciones.
Grande es ya el esfuerzo que realiza el rector Estrada Pinto para que la FILEY siga vigente, pero hacerla depender únicamente del presupuesto de la institución que lidera, deja a la sociedad yucateca en un estado de relativa vulnerabilidad.
Por el momento, le toca a la ciudadanía disfrutar de esta feria de la lectura, cuyo slogan Leímos, Leemos, Leeremos, hace referencia directa de su función, la promoción de la lectura.
¡A disfrutar la FILEY 2023!