El tener un mejor año depende fundamentalmente de nosotros, pero también de otros factores externos: familiares, amigos, del trabajo y de los gobernantes.
En algunos factores podemos influenciar más que en otros, pero en todos podemos lograr mejorarlos un poco más o un poco menos.
No se trata de fundamentar nuestras posiciones en simpatías o antipatías, sino en hechos, en datos.
Hay una frase que recuerdo, pero a veces se me olvida ponerla en práctica, dice: ¿Qué prefieres: ser feliz o tener razón?
La posición en las cantinas, para pasar un buen rato y sostener pláticas superfluas, es diferir en el razonamiento de los compañeros, pero para asuntos que impliquen poner en juego tu futuro, debemos analizar objetivamente cuál es la mejor opción, basados en razonamientos y la lógica, no en simpatías o antipatías.
Vamos a escoger a los gobernantes con base en promesas, simpatías o antipatías, o analizar lo que prometen, sus fundamentos y las posibilidades de que las cumplan.
Hay varias cifras sobre la variación del número de pobres en México, pero hay una variable que nos deja claro si avanzamos o retrocedimos en el número de pobres o en la llamada pobreza extrema, los más pobres entre los pobres, que es la variable que nos dice con mayor precisión si se redujo la pobreza o aumentó durante el primer gobierno de Morena.
Al empezar el gobierno de Morena y AMLO, en México había, con base en datos del Coneval, 8.7 millones de mexicanos en pobreza extrema y al terminar ese gobierno, 9.1, 400 mil mexicanos más cayeron en la categoría de pobreza extrema. El gobierno contabilizó a menos pobres, que no pasaron a la clase media, sino a los extremadamente pobres. Lo que no dijo.
En 2018, al empezar el gobierno de AMLO, el 46.7 por ciento de los mexicanos pertenecía a la clase media, en el 2022 se redujo al 40 por ciento.
Según cifras de la ONU, en 2021 la cifra de emigrantes mexicanos, con situación migratoria irregular fue de 309 mil 690; en el 2023 llegaron a 782 mil 185. Más del doble: 2.5 veces más.
En cuanto a la inflación, que a quienes más perjudica es a los pobres y a la clase media, no se redujo. En 2018, la inflación fue de 4.9 por ciento y en 2023 alcanzó 5.53 por ciento, según cifras del Statista.
La deuda del gobierno federal en 2018 fue de ocho billones 872 millones, y en 2023 de 10 billones 686 millones, un billón 686 millones más.
El PIB por habitante, descontando la inflación, casi fue el mismo en 2018 al de 2024, no aumentó.
Esos datos, más allá de opiniones, simpatías y antipatías, nos dejan claro que México no avanzó, sino retrocedió con el gobierno de Morena, y el nivel de vida de la mayoría de los mexicanos, especialmente de los extremadamente pobres se redujo, al igual que los considerados clase media.