Luis Pazos

Cómo destruir la economía de EUA

Ya es tiempo de que México influya en la economía de su vecino del norte para terminar con la superioridad económica que dicho país tiene sobre el nuestro, escribe Luis Pazos.

En 1914, en las conferencias de Niagara, los EUA le recomendaron al gobierno mexicano la instrumentación de una reforma agraria. En los años 30 apoyaron a Cárdenas para que expropiara las compañías petroleras inglesas, que eran sus competidoras. A las compañías americanas, cuyas matrices en EUA estaban a punto de la quiebra por la gran recesión, les pagaron muy bien por la expropiación de sus filiales en México.

Ya es tiempo que influyamos en la economía de los vecinos del norte para terminar con la superioridad económica sobre la economía mexicana. Recomendamos algunas políticas económicas para que el gobierno de México logre por diversos medios a que las adopten en los EUA, y veremos que en pocos años se convertirán en un país subdesarrollado.

En el agro norteamericano hay grandes latifundios. Muchos norteamericanos no tienen tierras en el campo. Hay que convencer al próximo presidente de Estados Unidos, que puede ser un izquierdista del partido demócrata, que inicie una reforma agraria, que les expropie tierras a los grandes latifundistas y las reparta entre quienes no tienen.

En Estados Unidos hay compañías petroleras enormes sobre las que no tiene control el gobierno. Hay que convencer al próximo presidente de EUA que las expropie para garantizar la soberanía de Estados Unidos. Que forme una gran empresa estatal petrolera, a cuyo director lo nombre el presidente. Que el gobierno decida dónde construir refinerías y dicte los precios a los que se vendan las gasolinas. También que expropien las compañías eléctricas, actualmente privadas, con la excusa de garantizar la soberanía nacional de los Estados Unidos sobre la electricidad, como se mitifica en México.

Que aumenten los impuestos por los menos a los mismos niveles que en México y con esos recursos les den dinero a los que menos tienen y reducir la gran diferencia de ingresos entre ricos y pobres. Así aumentará la igualdad en la pobreza.

Si logramos que entren a EUA como ilegales políticos y activistas mexicanos, especialistas en defender esas políticas, y las vea con simpatía un nuevo presidente de EUA, en poco tiempo tendrán el mismo atraso que nosotros y les hablaremos de tú a tú en materia económica, ya no nos verán de menos, pues tendrán nuestro mismo grado de subdesarrollo.

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