Siete minutos duró la primera práctica de la penúltima carrera de F1 de la temporada, anoche. Poco más de 400 segundos de muchas luces y poca velocidad. Unas horas antes, Max Verstappen se quejaba amargamente de parecer un “payaso” en la presentación de los equipos en el circuito, en medio de luces, fuegos artificiales y vítores en un circuito que no se llenó.
Una alcantarilla dañó el piso del Ferrari de Carlos Sáinz, incidente que provocó una bandera roja que terminó suspendiendo la Práctica 1. Al cierre de esta edición, se desconocía si se iba a correr la Práctica 2. Francamente, penoso.
Y, a ver, un accidente puede pasar en todos lados, pero lo que le pasó al piloto español parece más una imprudencia de la organización. Hay seis circuitos callejeros en el calendario de 2023 de Fórmula 1; ninguno mostró problemas con las alcantarillas. Los antecedentes condenan a Las Vegas.
Todo empieza con que el circuito. En realidad, fue liberado al vapor y parece sumamente improvisado. Los memes muestran que parece a un cerdo bocarriba, como el spider pig de los Simpson. ¿Qué tiene? Muy pocas curvas (hay una recta en la que los pilotos acelerarán durante 21 segundos) y, las que están, no son precisamente brillantes. La 1, por ejemplo, tiene un problema porque ahí está la salida de pits, que puede entorpecer el trazado ideal de los autos en carrera. Hagamos changuitos para que no haya un incidente en esa zona.
Sin embargo, poco nos debe sorprender. Francamente lo deportivo pasó a un segundo plano en un evento cuyo precio comenzaba en unos 7 mil pesos… sin que eso supusiera un acceso a la clasificación o la carrera, pues esa entrada tenía un piso de 30 mil pesos. Bueno, eso cambió conforme se acercó el evento, pues a fechas recientes, los descuentos alcanzaban el 50 por ciento por la poca demanda.
El precio de las entradas no es el único problema, pues hay que sumar el costo de los vuelos o traslados y, por supuesto, del hospedaje. En noviembre, los hoteles de Las Vegas pretendían hacer su agosto. Como con los ingresos esperados por los boletos, hoteles y aerolíneas, los organizadores tuvieron que recular.
Esa inferior búsqueda de boletos, hospedaje y aviones, tenía que ver con varios factores, pero sobre todo uno: el frío. El Gran Premio que se correrá a la medianoche de este sábado, tiempo del centro de México, y podría ser el más frío de la historia. El récord actual data de 1978, cuando el 8 de octubre, en el GP de Canadá, se corrió a 5 grados centígrados. Échenle qué tanto puede bajar en noviembre en un estado con clima desértico, como Nevada.
El problema del frío es el agarre de las llantas, que funcionan mejor con el calor. El tipo de circuito favorece la velocidad, pero dificulta los rebases y provoca un desgaste desigual en el neumático trasero derecho.
El clima, sin embargo, no es lo único que deja frío a quienes tenían las expectativas altísimas en el GP de Las Vegas. La inversión para crear el circuito, adecuarlo y promocionarlo asciende a 500 millones de dólares. Una locura para un evento que nos está dejando mucho qué desear.
Usualmente, los circuitos que terminan la temporada suelen ser muy atractivos en lo deportivo. Pero este año, no hay nada que ver: Max Verstappen ya es campeón, Red Bull se coronó como constructor y, además, Sergio Pérez es virtual subcampeón, por encima del multicampeón Lewis Hamilton, de Mercedes.
El incidente de Sáinz, que mostró chispas en el asfalto como si se hubiera tronado un cohete, prendió todas las alarmas. Todo paró para revisar cada una de las alcantarillas. Un bache es capaz de derrotar a un coche de Fórmula 1.
El director general de Ferrari, Fred Vasseur, dijo anoche (antes del cierre), que el problema del español costó una fortuna a la Scuderia y que eso supondría no participar en la P2. Al respecto, la organización anunció que daría cortesías a los asistentes con la intención de que esperaran a saber si la segunda práctica se correría a o no. ¿Así o más improvisado?
El sábado a la medianoche, se correrá el Gran Premio de las Vegas. Encontrarán la forma de que suceda. Quienes asistan, pasarán un muy agradable momento, es difícil no pasarla bien en esa ciudad. En lo deportivo, visto lo visto, será difícil esperar grandes cosas. Las luces pueden distraer a los pilotos, es un hecho. Verstappen ya dejó claro que ve a esta carrera como un 99 por ciento espectáculo y 1 por ciento deportivo. Será inolvidable, pero ojalá sea irrepetible en el buen sentido, que el ejercicio haga que Las Vegas sea uno de los mejores GPs y olvidemos 2023, que no nos augura éxito en ese sentido.