Nunca la frase tan trillada de ‘único e irrepetible’ encajará tanto en un evento deportivo como lo que veremos mañana en el UFC 306: Riyadh Season Noche UFC, un homenaje al Día de la Independencia de México.
El patrón de la UFC, Dana White, asistió el año pasado, junto a su amigo Tom Brady, a uno de los conciertos de U2 en La Esfera, una de las nuevas megaconstrucciones de Las Vegas -que costó 2.3 mil millones de dólares- y quedó absolutamente atónito. Desde entonces, celebrar un evento en ese maravilloso lugar se volvió, literalmente, ‘una obsesión’.
Lograrlo suponía muchísimas complicaciones: UFC tiene una exclusividad para eventos en Las Vegas con la T-Mobile Arena, el recinto estaba hecho para espectáculos audiovisuales como conciertos o experiencias inmersivas, no para deportes; el costo era altísimo y el ejército de gente que debía intervenir era una locura. Pues a la ‘obsesión’ de White no lo iban a detener esas ‘nimiedades’.
Dana llamó a Craig Borsari, su chief content officer y productor ejecutivo: haz lo que tengas que hacer. Manos a la obra.
La fecha la resolvió Saúl Canelo Álvarez, quien peleará mañana mismo en la T-Mobile Arena, ante el puertorriqueño Édgar Berlanga, con lo que se cumplió la única condición que hacía posible salir de esa sede para un evento numerado de la UFC en Las Vegas: que estuviera ocupada. ¿Qué fecha era? 14 de septiembre, es decir, el fin de semana de la Independencia en México. White siempre ha mostrado su amor y admiración por la cultura mexicana, como lo demostró el año pasado en la primera cartelera inspirada en México -empate de Alexa Grasso con Valentina Shevchenko y retención de título para la mexicana-, por lo que, para el evento más grande en la historia de la franquicia, decidió replicar su cariño al país vecino.
Con la temática resuelta, se tomaron las primeras decisiones: dónde ubicar el octágono, cómo iluminar el escenario, qué había que proyectar en la gigantesca pantalla de 48 mil 800 metros cuadrados, conformada por 177 mil metros de LEDs. La respuesta fue contar la historia de México.
Había que crear una atmósfera inmersiva, hacer seis episodios para dar a conocer la rica, antigua, profunda y hermosa historia de nuestro país, iluminar un octágono sin una estructura y armar una cartelera muy mexicana.
Borsari reunió a su equipo: Chris Kartzmark, SVP de Producción y Programación, para la dirección de cada pieza; Heidi Noland, SVP de Marca Global y Creativa, para la identidad visual del evento; SVP de Producciones Originales, Tucker Greene, para alinear las seis piezas; y el SVP y Coordinador de Producción, Zach Candito, quien dio sentido a todas las áreas.
La primera gran decisión fue decidir al responsable externo del diseño de producción: Silent House Group, creador del impresionante The Eras Tour, de Taylor Swift, además de distintas giras de artistas como Harry Styles, The Jonas Brothers, Kathy Perry o Gwen Stefani.
Para los miniepisodios, se eligieron artistas independientes como uno de los creadores del concepto, el cineasta mexicano Carlos López Estrada, también el ilustrador mexicano Diego Huacuja, otro cineasta, Paul Trillo; el director Saad Moosajee o el grupo de animadores inglés Shynola. Entre todos contarán ‘El inicio’, ‘Civilizaciones tempranas’, ‘Rituales y tradiciones’, ‘Batalla de independencia’, ‘Peleadores y héroes’ y ‘Méxicohoy y mañana’.
Entre todos los involucrados hubo más de 300 creativos, y estarán otros 150 durante el evento. Entre los responsables hay ganadores de Emmys, Globos de Oro y nominados al Oscar.
El costo para montar el show osciló entre los 20 y 25 millones de dólares, de acuerdo a diversos medios.
Después, había que crear una cartelera muy mexicana. Solamente una de las peleas, la principal entre Sean O’Malley y Merab Dvalishvili, no incluye un peleador nacional, pero tiene ‘trampa’ y ahora la explico. Después de esa, la campeona tapatía Alexa Grasso sostendrá su tercera batalla ante la legendaria peleadora kirguís, Valentina Shevchenko -victoria para Grasso en el primer combate y empate en el segundo-, le sigue el duelo entre el mexico-estadounidense Brian Ortega y el mexico-brasileño Diego Lopes; el primero nació en California, pero es hijo de sonorenses, mientras el segundo tomó una oportunidad para dar clases de jiujitsu brasileño en Puebla, en 2012, y desde entonces vive en el País y ya adquirió la nacionalidad mexicana. Otro compatriota, el capitalino Daniel Zellhuber, se mide al argentino Esteban Ribovics; a continuación, Ronaldo Rodríguez pelea con el jamaicano Ode’ Osbourne.
Todos ellos en los combates estelares. En las preliminares estarán Irene Aldana -ante la brasileña Norma Dumont-; Manuel Torres -ante el chileno Ignacio Bahamontes-; Yazmín Jáuregui -contra Ketlen Souza- y Édgar Pitbull Cháirez -ante Joshua Van-. Hasta la preliminar tempranera tiene a un connacional, Raúl Rosas, frente al chino Aoriqileng.
Y bien, la ‘trampa’ de la primera pelea es que O’Malley está casado con una mexicana, Danya González, nacida en Arizona, pero hija de oaxaqueños, y tienen una hija con doble nacionalidad, Elena. Mientras, Dvalishvili ‘representó' a México ante Henry Cejudo, mexico-estadounidense que renegó de sus raíces al afirmar que nunca ondearía la bandera mexicana; el georgiano sí lo hizo en la previa ante Cejudo, a quien derrotó por decisión unánime en febrero pasado. El retador de O’Malley estuvo entrenado en Tijuana y hasta se fue a comer tacos con Alexa Grasso y otros peleadores mexicanos.
El esfuerzo para producir la Noche UFC será absolutamente bestial. La UFC utiliza dos camiones de producción para una pelea numerada, pero esta vez tendrá el doble. Solo para sacar el evento en televisión trabajarán más de 100 personas, además de todos lo que lo harán en el escenario y tras bambalinas. Esto, en palabras de Dana White, nunca se volverá a realizar.
Los costos para entrar al evento van de los 2 mil 257 dólares hasta los 17 mil 507. A diferencia de lo que se podría pensar (salvo los asientos alrededor del octágono), los mejores boletos están a la mitad del recinto y los más baratos están hasta arriba, pero el lugar, que puede albergar hasta 18 mil personas, está diseñado para que todos vean bien.
Uno de los secretos mejor guardados era la ubicación del octágono, pero estará en el escenario principal y habrá sección de piso a su alrededor. La gran complicación para montarlo fue la iluminación, pues las características de La Esfera hacen que la típica estructura por encima signifique un estorbo visual, por lo que, ahí les va: montaron la iluminación en la misma pantalla LED, pero ¿cómo harán que conviva con las proyecciones?, bueno, es algo que solo se podrá ver en el transcurso de la cartelera, es por eso que es ‘única e irrepetible’.
Además, los asistentes podrán bajar una app que los conducirá por toda la experiencia, que tendrá unas seis horas y media de duración. Ahí mismo, para los aficionados que así lo deseen, podrán seguir la transmisión de UFC en Español, con los comentaristas Víctor Dávila, Santiago Ponzinibbio, Claudio Puelles y, en backstage, Carlos Legaspi, comandados todos por Carlos Juárez, VP de Producciones en Español. También se podrán encontrar rondando por ahí al excampeón mexicano Brandon Moreno. En México, FOX Sports Premium es la plataforma para verlo.
Mientras, a menos de 5 kilómetros, en la T-Mobile Arena, Saúl Canelo Álvarez defenderá sus títulos de las cuatro principales organizaciones de boxeo ante el puertorriqueño hablador y fanfarrón Édgar Berlanga, quien, pese a su larga lengua, no parece significar un reto demasiado complicado para Canelo -una tradición ya en la carrera del boxeador tapatío-, por lo que el expugilista y actual promotor, Óscar de la Hoya, afirmó que: “la pelea Canelo vs. Berlanga no superará los 100 mil hogares. Nadie va a pagar 90 dólares por esta fiesta aburrida”, a lo que Álvarez y Berlanga contestaron con molestia, pero un mensaje similar soltó O’Malley de cara a la competencia que tendrán ambas funciones: “creo que nuestra pelea es más interesante que la suya… seguramente mucha gente verá las dos cosas, pondrá sus streamings, se acomodará en su sofá balanceando sus pies y verá las dos cosas, así que es parte de la competencia, pero creo que seremos más exitosos”.
En lo personal, después de ver los esfuerzos y el historial de UFC, y lo que ha pasado en las peleas de Canelo, pienso igual que O’Malley.