Fuera de la Caja

Numeritos

Se suponía que el ‘nearshoring’ atraería carretadas de dólares a México, y lo que vemos es que está llegando menos que en los años anteriores.

Esta semana, INEGI publicará sus nuevas series de información con año base 2018, que reemplazan a las que usábamos hasta hoy, con base en 2013. La diferencia no consiste simplemente en ajustar los precios, sino en volver a estimar la estructura económica completa. Por esa razón, se publicará una nueva matriz insumo-producto, nuevas estimaciones de Cuentas Nacionales, incluyendo las Institucionales, y tendremos, me parece, incluso información que no existía con el año base 2013.

Puesto que se calcula con una nueva base, los valores y crecimientos se modificarán. Por ejemplo, puesto que el petróleo se hizo menos importante en esos años, su impacto sobre la economía se verá reducido. A cambio, seguramente tendremos un incremento en el impacto de las manufacturas. También se modificará la estructura en los servicios, y veremos una menor importancia del comercio al mayoreo, y una mayor del comercio al menudeo, por ejemplo. Al final, el crecimiento de la economía seguramente será mayor al que tenemos registrado hoy, y no faltará quien se queje y afirme que están alambreando. No es así, es una actualización que INEGI ha venido realizando con cada vez más frecuencia. Ya revisaremos las nuevas series, y la comentaremos con usted.

El viernes, el Banco de México publicó la información de la Balanza de Pagos, que no tiene una relación directa con las series de INEGI de las que estábamos hablando, sino que se mide en dólares corrientes: todas las transacciones de México con el mundo, sea por bienes y servicios (cuenta corriente) o por movimientos de dinero (cuenta de capital). Sin duda hay conexión entre esta información y las Cuentas Nacionales, que exige ciertos ajustes estadísticos que luego resultan complicados, pero le digo que eso ya lo veremos.

Ahora lo que creo que vale la pena destacar es que en el primer semestre de 2023 tuvimos la inversión extranjera nueva más baja en 20 años, con la única excepción de lo ocurrido en 2014. En los primeros seis meses del año, llegaron a México 2 mil millones de dólares, nada más. Afortunadamente, 22 mil millones de dólares de utilidades de las empresas extranjeras se reinvirtieron en México, de forma que la IED total no resultó tan mala. Aun así, con estos datos, la inversión extranjera en México durante este sexenio promedia apenas 2.7 por ciento del PIB cada año. Es similar a lo que recibíamos con Fox, y un poco más de lo que llegaba con Calderón, pero inferior al 3.1 por ciento de los años de Peña Nieto. Si nada más vemos la inversión nueva, este sexenio es el peor del siglo. Con Fox llegaba 1.5 por ciento del PIB de inversión nueva cada año, bajó a 1.1 por ciento con Calderón y 1 por ciento con Peña Nieto. Ahora promedia 0.9%.

Los datos son malos, sin duda, pero se ve peor cuando recordamos que estamos en un contexto de reacomodo internacional del capital. Se suponía que el nearshoring atraería carretadas de dólares a México, y lo que vemos es que está llegando menos que en los años anteriores. En el promedio desde 2002, en el primer semestre del año llegaban a México 6 mil millones de dólares. Cinco mil si quitamos dos años atípicos. Ahora llegaron 2 mil.

Así que ahora que estemos revisando las cifras con el nuevo año base, y veamos que algunas cosas han estado mejor de lo que pensábamos, no olvidemos que la esencia de lo que tendremos en el futuro, la inversión de hoy, está en uno de sus peores momentos. Que no nos confundan los datos absurdos del Tren Maya o las refinerías, que no le digan que estaremos cosechando de la caída de China. No, lo que está ocurriendo es que estamos desaprovechando una de las oportunidades más espectaculares que hemos tenido. Por necios.

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