Fuera de la Caja

Contracción, no estancamiento

Precisamente el que haya un comportamiento menos bueno al final del año es lo que hace dudar de que tengamos cerca una recuperación de la economía.

El comportamiento de la economía mexicana en noviembre, reportado por el Inegi el viernes a través del Índice Global de Actividad Económica, es el peor dato en lo que va de la actual administración. Con datos desestacionalizados, hubo una contracción de -0.8 por ciento en términos anuales; con datos originales, la caída es de -1.2 por ciento, que no es el peor, porque abril de 2019 arrojó una caída de -1.5 por ciento, ya que en ese año Semana Santa cayó en abril, en lugar de marzo, como en 2018. Precisamente por eso se utilizan las series desestacionalizadas, para no confundirnos por ese tipo de eventos.

Ya sabíamos que la industria había tenido un mal mes, con una caída de -1.7 por ciento, resultado de las contracciones en construcción (-3.2 por ciento) y manufacturas (-2.2 por ciento). Como es normal, electricidad, gas y agua crecieron en noviembre (3.1 por ciento), pero también lo hizo minería (0.9 por ciento), porque la caída de producción de petróleo prácticamente se contuvo en ese mes. Por cierto, en diciembre incluso hay un pequeño incremento, de forma que es posible esperar un dato mejor, pero no mucho.

La información nueva es del sector servicios. Ahí hubo una contracción de -0.3 por ciento, que no es la peor del año, porque en agosto la caída fue de -0.5 por ciento. En esta ocasión, se contrajeron las ventas al mayoreo (-5.8 por ciento), educación y salud (-1.9 por ciento), esparcimiento (-1.3 por ciento) y servicios de gobierno (-0.8 v). Crecieron las ventas al menudeo (1.6 por ciento), comunicaciones y transportes (1.4 por ciento), servicios financieros e inmobiliarios (0.2 por ciento), profesionales y de apoyo (3 por ciento), y alojamiento (2.5 por ciento).

Sólo tres sectores al interior de servicios tienen un comportamiento mejor en el cuarto trimestre (es decir, con los datos de octubre y noviembre), que en el promedio de los once meses de 2019. Se trata de comunicaciones y transportes, que en el año crece 0.9 por ciento, pero en este último trimestre 1.7 por ciento; alojamiento, que pasa de 0.8 por ciento a 2.2 por ciento, y servicios de gobierno, que en el año cae -2.8 por ciento, y en estos meses recientes, nada más -0.6 por ciento.

Precisamente el que haya un comportamiento menos bueno al final del año es lo que hace dudar de que tengamos cerca una recuperación de la economía. En el conjunto de los servicios, mientras que durante el año hay un crecimiento escaso, 0.5 por ciento, en los últimos dos meses hay contracción, -0.2 por ciento.

En la industria pasa algo similar, mejoran dos sectores: minería, que de caer -5.5 por ciento en el año pasa a -0.6 por ciento, en octubre y noviembre, y electricidad, gas y agua, que crecen casi al doble en estos meses, 3.9 por ciento. Pero construcción profundiza su caída, que en el año es de -5 por ciento y en los últimos meses es de -6 por ciento, y las manufacturas pasan de crecer poco, 0.4 por ciento, a caer mucho, -1.7 por ciento.

Por eso la economía en su conjunto tiene un mal cuarto trimestre, que al momento promedia -0.8 por ciento, y envían el promedio anual a -0.2 por ciento, en lugar del cero al que todo mundo se estaba acostumbrando. Dicho más claro, en 2019 no hubo estancamiento, sino contracción. Leve, pero contracción.

Nos falta, para poder asegurar esto, el dato de diciembre. Hoy mismo se habrá publicado la balanza comercial de ese mes, que nos ayudará mucho a confirmar el tamaño de la caída en manufacturas. El jueves aparecerá el dato oportuno del PIB, que sin ser un dato definitivo, debe coincidir en lo general con lo que estamos analizando aquí. A lo mejor resulta -0.1 por ciento, pero no creo que llegue a cero. Ya lo sabremos.

Como sea, en poco más de un año pasamos de crecer 2.5 por ciento a debatir si estamos en cero, o en -0.2 por ciento. El problema es de confianza, y en esta semana habrá una oportunidad para que el gobierno facilite la inversión en energía, y con ello cambie el rumbo actual. Ya veremos qué hace.

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