En 2020 se generó valor agregado en México (PIB) por 23 billones de pesos. Ahorramos 5 billones entre todos: personas, empresas, gobiernos. De ese ahorro, 11 por ciento se fue del país: 580 mil millones de pesos salieron de México durante el año pasado.
Por primera vez desde que existe la serie actual de ahorro bruto, que inicia en 1993, tuvimos ahorro externo negativo durante el año. Ocasionalmente había un trimestre con dato negativo, pero el resto del año más que lo compensaba. Siempre en el segundo trimestre, tuvimos números rojos en 1995, 1996, 2004, 2006 y 2010. En 2019, por primera vez, el saldo negativo ocurrió en dos trimestres: el segundo y el cuarto. En 2020, fue durante el segundo semestre.
Lo habíamos platicado aquí desde hace meses: el saldo positivo en la balanza comercial, que se repetía en la cuenta corriente, significaba que estaba saliendo dinero del país, y en gran cantidad. Ahora ya puede usted confirmarlo.
Lo que esto significa es que una parte de nuestro ahorro se fue a financiar inversión a algún otro país, y no aquí. Por eso, a pesar de que consumimos menos y ahorramos más en 2020 que en otros años, eso no se transformó en inversión. Entre 1998 y 2018, cada año ahorramos, en promedio, 21 por ciento del PIB. En 2020 logramos llegar a 21.7 por ciento, a pesar de la gran contracción económica. Pero ese esfuerzo de ahorro acabó beneficiando al resto del mundo. Sacamos del país el equivalente a 2.5 por ciento del PIB, de forma que nos quedó un ahorro total de 19.2 por ciento. Para comparar, en esos 20 años que usamos como referencia, el ahorro total había sido de 22.6 por ciento.
El ahorro total en 2020 es el más bajo en la serie (es decir, desde 1993). Prácticamente nunca estuvimos por debajo de 21 por ciento (sólo en dos años, 2001 y 2002, por la recesión dot com, y por un par de décimas). Ahora a duras penas sobrepasamos 19 por ciento. La inversión, por lo mismo, es también una de las más bajas de la historia: 17.3 por ciento del PIB. Sólo en 1995 tuvimos una menor inversión, porque el ahorro de ese año se destinó a cubrir el boquete financiero producto del 'error de diciembre'.
Lo que esta información nos dice es que estamos en la peor situación económica de los últimos 30 años, y no por causa de la pandemia. Primero, desde 2019 tuvimos una salida considerable de dinero, al grado que el ahorro externo en ese año fue similar al de 1995, los más bajos registrados. Segundo, la gran salida en 2020 ocurre después del confinamiento, no durante éste, lo que implica que la demanda interna se mantuvo deprimida en México, pero no en el resto del mundo (en donde sí hubo planes de contención y reactivación económica). En el segundo semestre de 2020, la salida de capitales fue equivalente a 6 por ciento del PIB.
El ahorro externo negativo quiere decir que no hay interés en invertir en México, que por esa razón los mexicanos tienen menos dinero disponible, y que por tener menos dinero compran menos importaciones. Puesto que eso lleva a que tengamos un saldo a favor en la balanza comercial, la mayor cantidad de dólares en México reduce su precio (en términos relativos). Cuando eso ocurre, quienes tienen ahorros en pesos compran dólares y trasladan sus recursos fuera del país, y el ciclo continúa.
Menos inversión quiere decir menor actividad económica hoy, pero también mañana. Déjeme repetirlo: en términos prácticos, tenemos hoy la menor inversión en tres décadas. La respuesta del gobierno a esta situación inédita, sin embargo, es endurecer el enfrentamiento con los inversionistas. No va a quedar nada en pie.
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