Fuera de la Caja

Índice de integración global

La capital del país es el lugar menos globalizado, y por lo mismo, el que menos entiende la importancia del entorno internacional, escribe Macario Schettino.

El Inegi acaba de publicar las exportaciones por entidad federativa, con datos trimestrales, este viernes pasado. Al ver esa información, se me ocurrió que sería interesante construir un indicador de integración global por entidad federativa, considerando no sólo exportaciones, sino también turismo y remesas.

Este sábado intenté hacerlo, pero no resultó sencillo. Los datos de exportaciones son excelentes, pero no consideraron la producción agropecuaria, que si bien a nivel nacional es pequeña, puede ser determinante para ciertas entidades federativas. Y resulta que no existe esa información, o está suficientemente bien escondida como para no encontrarla. No quedó sino tratar de construir una aproximación, que realicé identificando los principales cultivos de exportación (aguacate, jitomate, pepino, berries, cítricos), y después buscando en el sistema de información agropecuaria (SIAP) cuánto produce cada entidad. Esto no es exacto, puesto que buena parte de la producción está destinada al mercado interno, de forma que, por ejemplo, al utilizar la producción estatal de jitomate, y con eso derivar ingresos por exportación, subestimo a Sinaloa, cuya producción es esencialmente de exportación, mientras que sobreestimo a otras entidades que producen para consumo nacional.

Pero es todavía peor. Resulta que uno de los principales productos de exportación del campo es el pimiento, que el SIAP no mide, por razones que ignoro. De otra fuente obtuve la producción de los diez estados más importantes en este cultivo, y con ello terminé mi estimación, ya para ese momento bastante rudimentaria.

Luego viene el turismo, del que no hay datos. De la Secretaría de Turismo obtuve una información que estima el número de turistas-noche, nacionales y extranjeros, y con ello traté de distribuir el ingreso total de dólares por turismo de internación. Para que no se pudiera hacer bien, no hay datos de Tlaxcala. De cualquier forma, no estoy seguro de qué tanto puede confiarse en esa información de Sectur, ojalá puedan certificarla.

Toda la información mencionada, traducida a pesos, la comparé con el PIB a pesos corrientes por entidad federativa, y con base en ello elaboré mi índice (temporal) de integración global. Las entidades menos integradas al mundo inician, adivine usted, con la Ciudad de México, la entidad menos globalizada del país, con apenas 3 por ciento del PIB proveniente del exterior. Le siguen, un poco lejos, Chiapas, Yucatán y Colima, y ya después vienen Veracruz, Sinaloa, Oaxaca, Hidalgo y Durango. Todas ellas tienen un impacto global inferior al 20 por ciento de su PIB.

En un segundo grupo, con un impacto de entre 20 y 50 por ciento del PIB, están el Estado de México, Guerrero, Tabasco, Nayarit, Jalisco, Baja Sur, Tlaxcala, Morelos, Michoacán, Querétaro, Zacatecas, Nuevo León, Puebla y Sonora.

Los más globalizados inician con Campeche, Guanajuato, Aguascalientes, San Luis Potosí, Quintana Roo, Tamaulipas, Coahuila, y terminan con Baja California y Chihuahua, en donde el impacto global es superior al PIB (104 y 128 por ciento, respectivamente). Aunque suene raro, esto es perfectamente posible, porque no hemos descontado las importaciones, ni otras salidas de divisas. No importa, para este índice.

En próximas colaboraciones le comentaré detalles interesantes que encontré al construir el índice, pero desde ahora podemos extraer una conclusión importante. La capital del país es el lugar menos globalizado, y por lo mismo, el que menos entiende la importancia del entorno internacional. No es sorpresa que sea ahí en donde la izquierda ha gobernado más tiempo, y en donde más popular ha sido el actual presidente, por décadas.

Por eso en CDMX se quejan cuando sube el petróleo, o el aguacate y el jitomate, o cuando se encarece el dólar. Cada uno de esos movimientos, en cambio, es determinante para el bienestar de Campeche, Tabasco, Michoacán, Sinaloa, Quintana Roo, Baja Sur, Nayarit, Guerrero.

Sería bueno que este índice pudiera construirse de forma sólida. A ver qué dice el Inegi.

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