Ayer publicó el Inegi la información de la balanza comercial a diciembre. Hoy publica la estimación del PIB para 2020. En lo que tal vez sorprenda a muchos, creo que la contracción anual será de -8 por ciento, con base en lo que indica el comercio exterior.
En diciembre, exportamos poco más de 43 mil millones de dólares, e importamos poco menos de 37 mil millones. Tuvimos un saldo positivo por 6 mil 200 millones de dólares. Con esto, la balanza comercial del cuarto trimestre asciende a 15 mil 500 millones de dólares. La cuenta corriente, cuando se publique, tendrá un saldo positivo por cerca de 20 mil millones de dólares. Puesto que las reservas internacionales apenas se incrementaron en mil 600 millones en ese trimestre, eso significa que salieron 18 mil 500 millones de dólares del país.
Para el año entero, la salida es de 32 mil 500 millones de dólares, equivalente a 3 por ciento del PIB, sólo comparable a lo ocurrido en 1987 (2.9 por ciento), y un poco menor a 1983 (3.8 por ciento). Dicho más claro, en términos de bienestar de los mexicanos, estamos en una crisis similar a la de esos años. En ese entonces México no tenía democracia, pero aun así las elecciones de 1985 y 1988 fueron muy difíciles para el gobierno. En la segunda, tuvieron que dejar de contar los votos para evitarse mayores complicaciones. Un tal Manuel Bartlett era secretario de Gobernación en ambas elecciones.
En las importaciones de bienes de consumo y de bienes de capital (inversión), el nivel acumulado de 2020 es similar al que teníamos en 2011. Hay una pérdida de nueve años en la capacidad que tenemos de comprar bienes de otras partes del mundo. Como ya comentamos, y ahora podemos confirmar con los datos que publicó ayer el Inegi de percepciones, el nivel salarial es similar al de 2015; la pérdida es de cinco años.
Por otra parte, el miércoles Inegi publicó la información (preliminar) de mortalidad a agosto de 2020. Se trata de un proceso de limpieza de datos proporcionados por las oficinas encargadas de llevar la información epidemiológica, y no es simple su procesamiento. Lo que encontró el Inegi es que entre enero y agosto del año pasado hubo un exceso de mortalidad (más fallecimientos de los esperados) de 184 mil 917 personas. De ellas, 108 mil 658 habrían muerto por Covid-19. Cabe mencionar que en los datos que agrupa ourworldindata.org, que provienen de fuentes oficiales de cada país (es decir, de nuestra Secretaría de Salud), se tienen registrados 63 mil 819 fallecimientos por esa enfermedad al 29 de agosto de 2020 (día de cierre de semana epidemiológica 35).
Como puede observar, hay un problema serio con los datos. Muchas muertes fueron clasificadas de forma 'incorrecta', estableciendo como causa principal diabetes, influenza o problemas cardiacos. Otras no fueron registradas sino mucho tiempo después. Con base en la información de Inegi y ourworldindata.org, esta columna calcula que el factor de subestimación que tenemos en este momento es de 2.84. En otras palabras, al cierre de esta semana epidemiológica, mañana, el exceso de muertes alcanzará 450 mil personas. Esto lo podrá usted confirmar dentro de mucho tiempo, desafortunadamente.
En suma: cinco años perdidos en ingresos, consumo y PIB; nueve años en capacidad de compra de bienes importados e inversión; la peor salida de capitales desde la 'década perdida'. Casi medio millón de muertes por mal manejo de la pandemia.
El resto de resultados del actual gobierno, la destrucción institucional, lo puede usted consultar en Los pendientes de la Corte, libro recién publicado por María Amparo Casar y Saúl López Noriega que documenta, dice Aguilar Camín, la querella constitucional en que vivimos, por el afán de reconstruir el hiperpresidencialismo, adivinó usted, de los años 70.