Hay quien piensa que la ventaja de México son los salarios bajos. No es así. El TLCAN se firmó en 1994, y la asimetría de salarios mínimos entre México y sus socios comerciales, EUA y Canadá, era abismal. La primera encuesta nacional de empleo (ENE) se hizo en 1988, y era poco conocida. Los economistas usaban el salario mínimo para comparar. En 1991, cuando se empezó a negociar el TLCAN, un salario mínimo en zona B era 12,300 pesos viejos por día, equivalentes a medio dólar por hora. En EUA el salario mínimo era entre 4 y 7 dólares por hora. La diferencia del salario regulado, el mínimo, era entre 8 y 14 veces.
Según la OCDE, en México el ingreso laboral promedio por trabajador por año es de 17,594 USD, a paridad de poder de compra (PPP). PPP es un método de ajuste estadístico que toma en cuenta el poder adquisitivo. Si en México enfrentamos precios bajos, el método PPP ajusta el ingreso para arriba. Si en un país los precios son altos, PPP ajusta el ingreso a la baja. En EUA, el ingreso laboral a PPP para el año 2019 fue de 65,836 USD, equivalente a 3.7 veces el mexicano (OCDE, https://cutt.ly/DvUcuT0 ). Así, en 2019 los mexicanos ganamos 7 USD/hora a PPP.
Hay quien se enoja con estadísticas como esa. Siempre hay que tener cuidado con qué estamos comparando. En México hoy el salario promedio ronda los 6 mil $/mes. Si el trabajador promedio compara su salario con el del primo que vive en EUA, 6 mil pesos son equivalentes a 30 pesos por hora; es decir, menos de 1.5 USD/hora. El primo emigrado puede ganar 10 veces eso, pero no le alcanza para comprar 10 veces más cosas.
¿Qué explica la diferencia? El capital es más escaso en México que en EUA, y la dotación de capital por trabajador es menor aquí que allá. La gente que no tiene preparación para trabajos especializados es mucho más abundante en México que en EUA. En las ocupaciones técnicas y profesionales, ocurre lo inverso: allá hay una gran cantidad de gente bien preparada. Es mucho más fácil triunfar como profesional en México que en EUA, por la escasez relativa de habilidades.
Hoy, un trabajador manufacturero mexicano gana cerca de 3 USD/hora, al tipo de cambio actual, sin ajuste estadístico. Su homólogo en EUA gana cerca de 15 USD/hora. La diferencia es de 1 a 5. En 1991, un trabajo de servicios, pagado a 2.5 salarios mínimos en México, recibía 1.24 dólares por hora. Un trabajo similar en EUA pagaba 6 dólares por hora; 4.8 veces más. Con cierto margen de error, el salario relativo entre los dos países no ha cambiado.
Salario no es igual a ingreso. También hay ingresos para las familias por otras vías (rentas, dividendos, comisiones, utilidades, subsidios). En 1990 el ingreso per cápita en EUA era 8.6 veces el mexicano, mientras que en 2019 fue de 7 veces. La mayoría de los mexicanos no tiene ingresos de capital. Producimos más por habitante, pero nuestros trabajadores sienten que ganan menos.
¿Hay una fórmula mágica para mejorar los salarios, o los ingresos familiares? No, pero la receta contiene inclusión, educación, productividad, tecnología, acumulación de capital, valor agregado y comercio. El brebaje milagroso no se lleva con impuestos al trabajo, subsidios mal focalizados, restricciones a las horas trabajadas, seguridad social cara y mala, ni prohibiciones migratorias.
El estancamiento de los trabajadores en EUA se debe a que en años recientes no han acumulado capital y conocimiento. Menos estadounidenses invierten en educación y en negocios. Las políticas laborales de ese país, para ayudar a los más pobres, les perjudicaron. Si el salario básico es muy alto, la gente pierde el incentivo a invertir en su formación, o a ser empresario.
Para llevar más ingreso a las familias en México, debemos procurar una sociedad en donde haya más gente dueña de su conocimiento, y que acumule capital. Ser dueño de activos y conocimientos no debería ser pecado. Durante los últimos 30 años los mexicanos han podido acumular algo de capital y conocimiento, pero les hemos quedado a deber en educación básica, salud, calidad de vida, seguridad, infraestructura urbana, agua, electricidad, y muchas otras variables de competitividad.
En ambos países, la falla ha sido el gobierno, no el mercado.
Año | Ingreso bruto nacional per cápita US/MEX | Año | Ingreso bruto nacional per cápita US/MEX |
---|---|---|---|
1990 | 8.6 | 2005 | 5.7 |
1991 | 7.5 | 2006 | 5.5 |
1992 | 6.8 | 2007 | 5.2 |
1993 | 5.9 | 2008 | 5.0 |
1994 | 5.2 | 2009 | 5.4 |
1995 | 6.1 | 2010 | 5.4 |
1996 | 6.6 | 2011 | 5.4 |
1997 | 6.7 | 2012 | 5.3 |
1998 | 6.4 | 2013 | 5.3 |
1999 | 6.1 | 2014 | 5.3 |
2000 | 5.8 | 2015 | 5.6 |
2001 | 5.4 | 2016 | 6.1 |
2002 | 5.3 | 2017 | 6.6 |
2003 | 5.4 | 2018 | 6.9 |
2004 | 5.6 | 2019 | 7.0 |
Elaboración propia, Mathematica 12.0.