Razones y Proporciones

Desafíos económicos de México 2025

El bajo dinamismo económico parece explicarse, primordialmente, por el enfoque adverso de las medidas gubernamentales.

En 2025, México enfrenta importantes desafíos económicos, derivados de las políticas gubernamentales tanto internas como externas.

En el frente interno, durante los últimos seis años, el desempeño de la economía mexicana fue decepcionante. La información disponible permite estimar que el crecimiento promedio anual del PIB de México fue sólo 0.9 por ciento, ritmo inferior en 1.8 puntos porcentuales al de Estados Unidos.

El bajo dinamismo económico parece explicarse, primordialmente, por el enfoque adverso de las medidas gubernamentales que, a grandes rasgos, exhibieron tres características.

En primer lugar, el gobierno introdujo cambios arbitrarios en las reglas de la inversión privada, que incluyeron el retroceso de la reforma energética a favor de las empresas estatales, la revisión de contratos con concesionarios, y la prohibición de inversiones en marcha, entre otros.

En segundo lugar, la política fiscal fue procíclica, porque se relajó notoriamente en 2024, por motivos electorales, y se mantuvo relativamente apretada en 2020, a pesar de la emergencia de la pandemia.

Más importante, el gasto público resultó muy ineficiente, al desperdiciar cuantiosos recursos en la cancelación del NAICM, cuya edificación estaba avanzada, así como en proyectos mascota, como el AIFA, el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas, en los que el costo ha sido estratosférico y la productividad ínfima o nula.

Estos proyectos y el incremento de las transferencias monetarias hicieron que el gobierno descuidara sus obligaciones fundamentales, como la atención a la seguridad pública y la administración de justicia, la infraestructura física y los servicios básicos, así como la educación y la salud.

En tercer lugar, en 2024, el Congreso aprobó la reforma judicial y la de ‘supremacía constitucional’, con lo cual prácticamente desapareció el Poder Judicial como contrapeso de los otros Poderes, y extinguió siete organismos autónomos, dedicados a la promoción de la transparencia de la información y la competencia económica, la aplicación imparcial de reglas en energía y telecomunicaciones, y la evaluación de las políticas sobre pobreza y educación.

Estos antecedentes gravitan negativamente sobre la economía en 2025, ya que la administración actual ha reafirmado los principios que guiaron a la anterior. Además, las reformas aprobadas y los rezagos de inversión pública, educación y salud constituyen un serio obstáculo al desarrollo.

El ‘Plan México’, anunciado recientemente por la presidenta Sheinbaum, no altera mucho esta dirección. Si bien contiene algunas medidas positivas, como la simplificación y digitalización de trámites, en su conjunto no impulsa el dinamismo económico sostenido.

Ello es así porque, primero, no atiende ninguno de los impedimentos al progreso, exacerbados durante la administración pasada; segundo, como en esta última, promueve proyectos de dudosa justificación, como la fabricación completamente mexicana de un pequeño auto eléctrico y el liderazgo de la primera misión totalmente latina al espacio; y tercero, persigue una política de sustitución de importaciones, la cual aumenta los costos para el consumidor.

En el ámbito externo, los retos se relacionan principalmente con algunas acciones anunciadas por el presidente Trump. Destacan las deportaciones masivas de migrantes indocumentados y la imposición de un arancel de 25 por ciento sobre México y Canadá. Hasta ahora, estas medidas se mantienen como amenazas y, por lo tanto, se desconoce su eventual grado de aplicación.

Una fuerte extradición de inmigrantes ilegales afectaría principalmente a la economía estadounidense. Se estima que, en 2022, los trabajadores indocumentados totales fueron 8.3 millones, representando 4.8 por ciento de la fuerza laboral. La expulsión de una fracción importante de estos trabajadores reduciría significativamente el empleo y el PIB de ese país. El principal impacto económico para México consistiría en una desaceleración adicional del dinamismo de las remesas.

En contraste, un arancel permanente de 25 por ciento a México y Canadá disminuiría el crecimiento económico y aumentaría la inflación en los tres países, siendo México el más afectado, por su mayor exposición al comercio con Estados Unidos. Un estudio reciente del Instituto Peterson de Economía Internacional ha estimado que México sufriría una reducción acumulada de 2 puntos porcentuales en el PIB y un aumento inmediato de 2.3 puntos porcentuales en la inflación anual.

Ante estos desafíos, México debería favorecer una estrategia orientada a corregir las debilidades estructurales internas e interactuar propositivamente con su principal socio comercial a fin de apalancar el crecimiento económico.

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