Maria Patricia Kurczyn Villalobos

¿Y cuándo te roban tu identidad?

Patricia Kurczyn dice que cualquier violación a las medidas de protección de datos personales puede denunciarse y el INAI podrá hacer verificaciones y aplicar sanciones.

Quienes hayan padecido algún robo a su domicilio o de sus pertenencias, conocen la triste y desafortunada experiencia de un sentimiento de abandono, de humillación y de invasión en lo más personal. A ello sigue el desconcierto, el coraje, la tristeza y el miedo. Cierto es que los casos pueden variar; pero la intromisión es igual para cualquier persona que se sentirá desamparada y prácticamente desvestida ante quién sabe quién que irrumpió en su intimidad, entró en sus cosas personales sin autorización alguna y por supuesto sin pudor alguno.

Igual viene el sentimiento de pérdida material y la irrupción en la privacidad y la generación de acciones para denunciar ante las autoridades, como para tratar de recuperar tanto los artículos robados de valor material, como probablemente documentos, algunos de los cuales acaso sean insubstituibles.

Ante este escenario puede generarse otro más grave, aunque menos tangible, como es el robo de la personalidad, de la identidad, cuyas consecuencias derivan en pérdidas económicas que pueden sumar altos montos. Se trata del robo de los datos personales, de la suplantación o usurpación de la identidad de una persona física y/o de su prestigio mismo, de su reputación.

Esta clase de hurto es un delito que se ha incrementado en los últimos tiempos con el mal uso de la tecnología y del Internet con el desarrollo de distintas modalidades que van en aumento con el ingenio de quienes gustan violar las leyes y que hallan un fértil campo de acción en las redes sociales, en los correos electrónicos, en la venta de datos personales que se sustraen ilícitamente, en la recolección de documentos personales de basureros, de carteras robadas que suelen contener identificaciones, tarjetas de crédito bancarias y de tiendas comerciales, su RFC, y otros datos personales, a lo que se suma el uso de artimañas como son los engaños vía telefónica y vía correo electrónico, éste en primer lugar.

Los resultados son graves porque tanto pueden repercutir en desprestigiar a la víctima (pornografía, por ejemplo) como causarle enormes daños económicos al obtener dinero de sus cuentas bancarias personales, hacer compras con sus tarjetas de crédito o hasta hacerlos deudores del Sistema de Administración Tributaria colocándolos también en condición sospechosa o como delincuentes por efectuar transacciones ilícitas, cuando los titulares de la identidad se llegan a enterar al ser requeridos para pagar o ser investigados judicialmente.

El INAI tiene la tutela de los datos personales y verificar el cumplimiento de las leyes de protección de datos personales: LGPDPPSO, las leyes estatales y la LFPDPPP, así como sancionar su inobservancia. Su competencia no abarca acciones de orden penal, competencia de otras instancias, pero sí debe difundir información y buscar la prevención de tales ilícitos.

De esta manera cualquier violación a las medidas de protección pueden, y deben, denunciarse con lo cual este órgano garante podrá realizar verificaciones y en su caso aplicar sanciones que van hasta la imposición de multas exigibles por el SAT, las cuales se calculan de acuerdo con los principios violados, pero por lo general de alto monto.

Lamentablemente no existe tipo penal del delito a nivel federal que sí incluyen los códigos estatales de 24 entidades, llamado usurpación o suplantación de entidad. El daño moral que causen estas actividades ilícitas debe tramitarse ante los tribunales civiles por lo que la víctima tiene tareas complicadas para resarcir los daños sufridos o recuperar su patrimonio. El INAI y otras autoridades han considerado la necesidad de reforzar las medidas como ocurrió con la CONDUSEF y con la FEPADE, y otras como la emitida por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, para que las instituciones bancarias recaben datos biométricos para corroborar la identidad de sus usuarios, pero aun falta mucho por legislar y para prevenir.

La sociedad, por su parte, debe protegerse y dar atención especial a menores y adultos mayores, así como a grupos vulnerables porque el tema no sólo afecta a personas de condición económica pudiente y todos estamos en riesgo de ser víctimas.

Es importante solicitar el aviso de privacidad en cualquier negocio, consultorio, hospital o institución pública o privada que nos solicite datos personales para tener la seguridad de que se resguardarán, ya que estos pueden filtrarse y venderse o darles mal uso. Es altamente conveniente revisar la Guía para Prevenir el Robo de Identidad que contiene consejos de gran utilidad.

Cualquier duda o denuncia favor de acudir al INAI que tiene una línea directa en donde se brinda asesoría: 018008354324.

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