Gestión de Negocios

El silencioso costo de las redundancias inútiles

Las organizaciones tienden a tener por aquí y por allá redundancias inútiles por criterios que dejan de tener vigencia más rápida que su revisión planeada o su eliminación inteligente.

Su máximo uso tiende a ser en operaciones de misión crítica. Esas que no pueden parar o salir mal porque los efectos que produce una falla tienden a ser catastróficos.

Y lo catastrófico puede ser desde pérdida de vidas humanas, hasta interrupciones de un servicio que impacta a miles y que conlleva consecuencias económicamente costosas, comercialmente delicadas o políticamente incómodas.

En su definición más simple, una redundancia en el mundo de los negocios se refiere a los componentes, datos o procesos de un sistema productivo que se deciden múltiples, paralelos o espejeados con el propósito de garantizar disponibilidad y seguridad en el máximo nivel humanamente posible.

¿Cómo evitar que las redundancias teóricamente positivas invadan esferas de la actividad productiva negativamente? Aquí tres interrogantes para la reflexión directiva:

1) Si se interrumpe tal actividad, ¿realmente se pone en riesgo la vida de alguien?.- En circunstancias de operaciones ordinaria, y sin accidente o imprudencia de por medio, las más de las veces la respuesta es negativa. Y si no hay elementos objetivos para suponer responsablemente que sí, no se debe argumentar como causa hipotética exagerada.

Alguna vez testifiqué que la insistencia infundada de este supuesto en una junta impidió una discusión elaborada de otros elementos del sistema gestionado que, sin ser críticos para la vida de nadie, requerían atención meditada por resultar potencialmente más negativos para muchos.

2) Si se detiene una actividad, ¿cuáles son los efectos consecuenciales directos?.- Es fácil perderlos de vista de forma actualizada, dimensionada en supuestos de impacto distintos y medida en sus consecuencias reales (no sólo las teóricas).

Alguna vez presencié una discusión larguísima con supuestos que había enunciado un equipo previo, casi una década atrás. Al revisar esas hipótesis con lentes nuevos, la conclusión del grupo fue que los efectos directos verificables eran tan menores que era más lógico disculparse si el hecho se presentaba que prevenirlo con los costos de la redundancia propuesta.

3) Si se suspende un proceso, ¿qué efectos reales tiene en el sistema de conjunto?.- Y es que en el mundo ideal, las cosas deben estar organizadas para que el resto de un sistema o una organización siga operando aunque uno de sus componentes críticos falle o falte.

Hay un universo enorme de actividades, procesos o sistemas que, si dejan de funcionar por un pequeño periodo de tiempo, no tienen un impacto trascendente en la actividad principal del negocio. No es lindo que no estén más que al tiro, pero no son, en estricto sentido, de disponibilidad crítica como para pagar sobrecostos irracionales o indefinidos.

En la teoría más pura, si bien el todo es la suma de las partes, en la vida empresarial práctica, el todo debe tener viabilidad operativa mínima, aunque una de sus partes pare o no esté 100 por ciento funcional.

En los negocios, hay ocasiones donde lo más eficiente es quedarse sin algo un rato. Interrumpir un servicio momentáneamente o prescindir de cierta comodidad durante un periodo razonable de tiempo hasta que entre en funcionamiento una acción alternativa lógica o un equipo sustituto dentro de parámetros de costo aceptables.

Las organizaciones tienden a tener por aquí y por allá redundancias inútiles por criterios que dejan de tener vigencia más rápida que su revisión planeada o su eliminación inteligente. Así que la próxima vez que alguien les proponga una redundancia conviene retar la idea con una pregunta inocente como ¿y qué pasa si sólo esperamos a resolver el problema original? Más de uno sonreirá con la respuesta.

Y esta semana la AIMMGM se reúne en Acapulco

El destino les gusta a los miembros de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México y Mundo Imperial le resulta un recinto óptimo a la enorme expo que convoca a la nutrida cadena de valor de esa industria.

Dicen los que saben que hay una gran expectativa por el panel magistral de Entorno Económico en el que participarán Raúl Feliz, Carlos Elizondo y Kenneth Smith el miércoles 25 y por el panel de Entorno Político con la presencia de Viridiana Ríos, René Delgado y Raymundo Riva Palacio el jueves 26. Ambos los conducirá un señor de nombre Mauricio y apellido Candiani.

Pero la novedad estará en la inauguración que hará la gobernadora Evelyn Salgado de la Expo México Minero en la Explanada del Parque Papagayo el 26 por la tarde. Una forma plausible de socializar una de las actividades económicas legales más relevantes del estado de Guerrero.

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