Mauricio Jalife

Plaga de fraudes con avisos de marcas registradas

En México el camino para detener los fraudes con marcas registradas es largo y complejo, y no parece que a las autoridades el tema les resulte de interés.

Si usted recibe un aviso para realizar tal o cual trámite relacionado a su marca registrada, de una fuente no identificada, puede con toda tranquilidad romperla sin leerla, o bien apretar el botón de ‘eliminar’. Seguramente, el aviso es parte de la andanada de comunicados que diversas ‘empresas’ envían a titulares de marcas registradas, con todo tipo de propuestas y que terminan siendo un fraude.

La información para contactarlo la obtienen de la propia Gaceta de la Propiedad Industrial, publicación que por ley el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial debe difundir para dar a conocer todos los actos relativos a la materia, incluyendo marcas y patentes concedidos, renovaciones, cambios de propiedad, etcétera. De esa base de datos, estas entidades obtienen domicilio, correo electrónico y, desde luego, los datos de su marca.

Algunos avisos le invitan a incluir su marca en una publicación que, con un fraseo tramposo, lo hacen parecer como un trámite necesario para culminar el proceso de registro. Otros casos apuntan a convencer de la procedencia de realizar una declaración de uso, cuando los tiempos para ese trámite están lejos aún de agotarse, y finalmente, otros más invitan a inscribir la marca ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor, gestión que en absoluto se requiere para ‘reforzar’ la eficacia del registro.

Dos elementos son constantes en estos avisos. El primero es que se presentan de forma engañosa, adoptando imágenes y palabras que llevan al destinatario a asumir que se trata de un aviso oficial. En todos los casos, además, se solicita un depósito por adelantado sin mayores explicaciones sobre los pasos a seguir, los tiempos a emplear y los resultados que el titular de la marca obtendrá.

México no es el único país en el que este tipo de prácticas se presentan. Durante algunos meses en Estados Unidos se padecieron este tipo de engaños, hasta que el FBI paralizó las cuentas de la empresa responsable y detuvo a los infractores. En otros países, especialmente de oriente, es muy común que se produzcan avisos sobre supuestos ‘secuestros’ de nombres de dominio, que pretenden mover a los interesados a recuperarlos a cambio de pagos improcedentes.

Lamentablemente, en nuestro país el camino para detener este tipo de fraudes es largo y complejo, y no parece que a las autoridades tutelares de los derechos de los consumidores el tema les resulte de interés. Es evidente que, ante el alud de llamadas fraudulentas de temas bancarios y páginas de internet que realizan phishing, los avisos engañosos a titulares de marcas pierdan relevancia.

Lo que resulta de la mayor importancia es que los titulares de marcas estén alertas y, ante la duda, se acerquen con el asesor que regularmente consultan a verificar la legalidad de cualquier aviso, o bien acudan con el IMPI. El propio instituto ha alertado que, una vez que el titular recibe el certificado de registro, la autoridad no volverá a emitir ningún comunicado relacionado a la vigencia o posibles oposiciones vinculadas al expediente.

En la confusión hemos podido verificar que, titulares de marcas que asumieron que la declaración de uso de su registro había sido ya realizada a través de una de estas defraudadoras, perdieron su registro al omitir el trámite que efectivamente debieron realizar a los tres años de vigencia. Bajo esa premisa, mejor preguntar para evitar caer en el engaño.

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