Un estudio desarrollado por la Unión Europea y el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial revela un crecimiento sostenido del conocimiento y uso del sistema de Propiedad Intelectual en nuestro país, en al menos la mitad de las actividades productivas de nuestras empresas. El estudio se denomina "La contribución económica de la Propiedad Intelectual en México", y es esta su primera edición.
De acuerdo al análisis, en 445 industrias de las 822 que contempla el padrón del INEGI se hace uso intensivo de este tipo de derechos, particularmente marcas, diseños y denominaciones de origen, lo que resulta equivalente a los estándares en países industrializados. Las cifras acreditan que más del 33% de empleos en el país se vinculan a empresas que dependen de sus derechos de Propiedad Industrial para sus operaciones, contribuyendo con más del 47% del PIB nacional. Regularmente, la definición de "uso intensivo" de esta clase de derechos, en el entorno empresarial, significa que una patente, una marca, un secreto industrial, o inclusive una licencia proveniente de un tercero, se vuelve crucial para el desempeño de la organización, hasta el punto en el que su eliminación produciría una caída drástica en las utilidades.
Las conclusiones del estudio son buenas noticias, en el sentido de empezar a cerrar la brecha del rezago que separa a nuestra economía de otras que tienen cercana correspondencia entre el lugar que ocupan en el ranking internacional como economías y la producción de marcas y patentes. Nuestro país es la economía 15 en el mundo, pero está muy distante en generación de tecnología protegible jurídicamente. En temas como nuevas marcas, start ups y franquicias no estamos mal y pueden ser tomados como ejemplo de las altas tasas de retorno que suelen producir los negocios basados en derechos exclusivos.
La oportunidad para nuestros empresarios está al alcance, con instrumentos internacionales que facilitan la exportación de estos derechos y una nueva ley que ofrece muy interesantes ventajas para las empresas creativas. Además, la pandemia ha abierto espacios inexistentes en el pasado y generado un reacomodo de piezas en el tablero que brinda oportunidades emergentes. En ese sentido, el momento para nuevos entrantes al mercado es particularmente pertinente.
A nivel internacional, para sorpresa de todos, el 2020 no arrojó malos resultados en protección de patentes, habiendo crecido el total de solicitudes a nivel mundial en un 4%. China nuevamente alcanzó el primer lugar con casi 69,000 solicitudes internacionales, seguida de Estados Unidos y Japón. Esta cifra demuestra que los derechos de Propiedad Intelectual constituyen el fundamento de los planes de negocio en medianos y largos plazos.
Para México, es este el momento en el que el acercamiento que los empresarios han tenido hacia el sistema de Propiedad Intelectual por la vía de la protección de marcas debe expandirse hacia la tecnología patentable. Ese será un gran salto de calidad para nuestro país.