Mauricio Jalife

‘Crowdfunding’ para Franquicias

Mauricio Jalife indica que esta figura brinda a nuevas empresas la posibilidad de obtener los recursos necesarios para las etapas iniciales de un proyecto, sin tener que lidiar con las pesadas cargas de los acreedores bancarios.

La novedosa ley Fintech -promulgada en marzo del año pasado-, aporta como innovación disruptiva en el sector financiero, la oportunidad de que amplios sectores de la población, a través de mecanismos ágiles y seguros, puedan incorporarse a la inversión en sectores de nuevas tecnologías, por medio de empresas de las conocidas como "start up". Se trata de mecanismos que no serían concebibles sin la utilización de las plataformas digitales que permiten coordinar, direccionar y regular estos esfuerzos colectivos.

La figura del "crowdfunding" -una de las figuras reguladas por la nueva ley- persigue un triple beneficio. Por una parte, brinda a nuevas empresas la posibilidad de obtener los recursos necesarios para las etapas iniciales de un proyecto, sin tener que lidiar con las pesadas cargas de los acreedores bancarios; para los inversionistas, porque les permite elegir los proyectos con los que simpaticen, e invertir sumas diferenciadas que pueden tener altos retornos; y para el Estado, porque descarga parte de la actividad de fondeo que se espera apoye a emprendedores.

De hecho, el financiamiento colectivo representa la modalidad más pura del modelo de una sociedad protagónica, que apoya iniciativas empresariales de sus mejores talentos para generar valor compartible. Si a las nuevas empresas de México les va bien, a todos nos va bien. Claramente, aquí se pueden estar acuñando las nuevas Google, Uber o Amazon, que sin ese respaldo quedarían en meros esbozos.

La novedad que recientemente se está incorporando al mercado de inversión en nuestro país, es la utilización del crowdfunding para la apertura de franquicias. Aunque en la ley no existen limitaciones para destinar el financiamiento a cualquier tipo de empresa, las plataformas que alojan franquicias están optando por marcas que se consideran como valiosas y consolidadas. La razón es simple, al lado de las inversiones prometedoras pero de alto riesgo que se dirige a las start up, existen otro tipo de inversionistas que buscan destinos más seguros, aunque la promesa de rentabilidad disminuya.

Es importante destacar que esta figura financiera es desarrollo mexicano, y luce como una de las rutas más interesantes para democratizar el crecimiento de redes de franquicias hacia el futuro. En el renglón financiero, no es la primera aportación de México al mundo, ya que en ese cajón se ubica el factoraje y el autofinanciamiento. No, las llamadas pirámides no son creación mexicana, sino italiana, por si usted lo estaba pensando.

Para las dificultades de los nuevos tiempos, son estas recetas muy adecuadas para respirar y crecer. Si no hay a la vista inversionistas independientes que quieran asumir los riesgos de recursos directos para franquicias, como en los buenos tiempos, los fondeos colectivos pueden representar una alternativa novedosa y valiosa.

Como siempre, de la seriedad de las ofertas y el cumplimiento estricto de las reglas y los contratos, dependerá que esta figura crezca en la confianza de quienes invierten y se robustezca como alternativa de inversión; el resultado, ampliar el horizonte de las marcas mexicanas y dar a muchas personas la oportunidad de experimentar la aventura de emprender.

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