He Dicho

Menos lágrima nos vendría bien

Bienvenida la sinceridad y el análisis sin camiseta ni bandera de por medio, y eso incluye decir que Brasil fue mejor.

Y el debate cobrará vigencia cada vez que nos acerquemos a los recuerdos que se relacionen con el dolor y la frustración utilizando el hubiera como nuestro más sólido argumento.

Sacaremos el látigo y seguiremos flagelándonos con la memoria en un mundo lleno de suposiciones donde incluso jugamos con los más amargos extremos como: "nos robaron", "se la tenían que dar a Brasil", "ya estaba todo arreglado".

Y así nos mantendremos hasta que llegue una nueva tragedia que nos alimente porque tristemente abrazamos más la amargura que el éxito.

Bueno, a decir verdad, no formo parte del club. Me mantengo en que la decisión del penalti marcado fue correcta y tenía sustento reglamentario. Apretada, debatible y polémica, sí, pero después de salir del lugar común de lo que fue la jugada, deberá venir nuestro juicio, el que sea pero que se mantenga alejado de los extremos.

Bienvenida la sinceridad y el análisis sin camiseta ni bandera de por medio, y eso incluye decir que Brasil fue mejor; y si no queremos entrar al terreno de los merecimientos, juzguemos entonces por lo que hizo uno y otro equipo frente al arco rival; no seamos tan básicos para formular nuestro análisis a partir de aquello que dice: "esto se gana con goles".

No hay nada que reclamarle a una generación mexicana que fue capaz de demostrarle nuevamente a los dueños que se equivocan con la abultada presencia de jugadores extranjeros y que el sistema está podrido cuando se trata de buscarle salida al futbolista mexicano.

Dejemos el drama; guardemos la lágrima; abrámosle los brazos a la reflexión y la estadística para seguir enseñándole a los dueños, directivos y entrenadores, que cada vez son más los jugadores que brillan en Sub 17 que se van apagando en el camino. Es decir, que algo están haciendo muy mal.

La invitación es ser más afines al análisis que a la tragedia.

He dicho!

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