Cuando me preguntan cómo describo al futbol mexicano, mi respuesta suele ser que es una Liga donde pronosticar está considerado como una actividad de alto riesgo: por pareja, por irregular, por competitiva, por cerrada, por inconsistente, por dramática, por rara, por voluble, casi casi bipolar; por anormal, por accidentada y porque donde lo usual es casi siempre lo inusual. Póngale el que más le acomode, lo que es un hecho es que se caracteriza por ser un mundo donde todo es posible, donde buenos y malos quieren y pueden.
Por lo mismo, en una Liga donde la consistencia es excepción, vale la pena enaltecer casos de éxito sostenido no solo calificando a la fase final sino teniendo argumentos para pelear constantemente por el trofeo. Por eso América y Tigres merecen el reconocimiento, porque sin importar cómo (para no entrar en el tema de las formas), están siempre entre las más altas consideraciones; es decir, siempre son candidatos, y créame que no solo se trata de un tema presupuestal ya que no siempre la cantidad del dinero invertido es fiel reflejo de lo que se aspira, y aunque las aspiraciones pueden ser legítimas, como los sueños, la manera de ejecutar y de proyectar resultan hoyos negros para la mayoría de los clubes, además, si el asunto se tratara únicamente de dinero, Cruz Azul y Monterrey deberían estar en las mismas consideraciones, cosa que claramente no sucede.
A falta de dos jornadas para que termine el campeonato hay un mundo de posibilidades entre los lugares siete y dieciséis. Equipos que con apenas tres o cuatro juegos ganados de 15 disputados aún aspiran a levantar el titulo.
Y más allá de las buenas consideraciones que debemos tener con los sorpresivos gallos y necaxistas; donde Santos y León luchan por ingresar al selecto club de la consistencia y, donde equipos como Tijuana, Pumas, Atlas, Morelia, Pachuca, Cruz Azul, Monterrey, San Luis y Toluca viajan en rueda de la fortuna, América y Tigres, por el plantel, por sus entrenadores y por estado actual, vuelven a ser apuestas, sino seguras, sí las de menor riesgo.
He dicho!