Antes del Fin

El regreso del miedo: Trump, la sociedad y el péndulo narrativo de EE. UU.

El regreso de Donald Trump en 2025 no es solo una victoria personal; es reflejo de una sociedad atrapada en su propia volatilidad.

En 2025, Donald Trump regresa a la Casa Blanca con un discurso recargado de miedo al otro, marcando su revancha política tras la derrota de 2020. Este regreso no solo redefine el panorama político estadounidense, sino que también expone una sociedad atrapada en un ciclo de alternancia entre narrativas opuestas: el miedo y la esperanza.

Su victoria plantea preguntas fundamentales: ¿qué ha cambiado en la sociedad desde su primera presidencia? ¿Por qué la narrativa del miedo al otro, que parecía desgastada en 2020, volvió a ser efectiva en 2024? Y, lo más importante, ¿qué dice este ciclo de alternancia sobre el estado emocional, político y cultural de Estados Unidos?

El miedo al otro: Una narrativa reciclada y recargada

Desde 2016, Trump utilizó el miedo al otro como el núcleo de su mensaje político. En su regreso, esta narrativa no solo se mantiene, sino que se adapta a las nuevas ansiedades sociales:

Migrantes como amenaza climática y económica:

Trump amplificó la narrativa de que los migrantes no solo compiten por empleos, sino que también exacerban problemas como la escasez de recursos en un país afectado por fenómenos climáticos extremos.

Amenazas internas:

Movimientos progresistas y ambientalistas se convirtieron en los nuevos enemigos internos, acusados de querer destruir los valores tradicionales de la nación.

Tecnología como herramienta del miedo:

La automatización y la inteligencia artificial, aunque representan avances tecnológicos, fueron incorporadas en su narrativa, vinculándolas con pérdida de empleos y el deterioro cultural.

2020: Cuando la esperanza venció al miedo

En 2020, Joe Biden logró romper con el ciclo del miedo al otro al ofrecer una narrativa de unidad, empatía y reconciliación. Sin embargo, su victoria, aunque significativa, enfrentó limitaciones estructurales:

Expectativas incumplidas:

La recuperación económica pospandemia fue desigual, y muchas comunidades no experimentaron los beneficios tangibles que esperaban.

Polarización perpetua:

A pesar de sus esfuerzos por unir al país, Biden enfrentó una oposición constante que alimentó la percepción de estancamiento político.

El cansancio social con la narrativa de esperanza sin resultados concretos permitió que el discurso de Trump, emocional y directo, recobrara fuerza en 2024.

2024: La revancha y el miedo recargado

La campaña de Trump en 2024 marcó un retorno al miedo, pero adaptado a un nuevo contexto:

La narrativa de la revancha:

Trump no solo prometió ‘reparar’ los supuestos daños causados por la administración Biden, sino que apeló a la nostalgia de su primera presidencia como una época de “recuperación y fortaleza”.

Polarización como estrategia:

En lugar de buscar una narrativa conciliadora, Trump redobló la confrontación, identificando nuevos enemigos y reforzando divisiones existentes.

La respuesta de la sociedad estadounidense

El regreso de Trump en 2025 revela profundas fracturas en el tejido social estadounidense, reflejando dinámicas complejas:

Volatilidad del electorado:

La alternancia entre narrativas opuestas —miedo y esperanza— demuestra un electorado que busca respuestas inmediatas a problemas estructurales.

Ansiedad ante el cambio

Demográfico:

La creciente diversidad étnica y cultural genera incertidumbre en sectores que temen perder su identidad y posición social.

Económico:

La automatización y el estancamiento salarial alimentan la percepción de que el sistema económico está diseñado para beneficiar a otros, no a ellos.

Polarización como norma:

Estados Unidos está atrapado en un ciclo de polarización extrema, donde cada elección se percibe como una batalla existencial, dejando poco espacio para el diálogo o el consenso.

El péndulo narrativo: ¿Hacia dónde se dirige EU?

El regreso de Trump es el síntoma de un ciclo político en el que las narrativas del miedo y la esperanza luchan por dominar:

El miedo al otro:

Moviliza con rapidez, pero polariza profundamente y, a largo plazo, agota a la sociedad.

La esperanza inclusiva:

Promete reconciliación, pero requiere resultados concretos para mantener su relevancia en una sociedad fragmentada.

Este péndulo narrativo refleja una lucha no solo por el poder político, sino por la identidad y el futuro de Estados Unidos en un mundo cambiante.

¿Qué podemos aprender de este ciclo?

El poder de la emoción sobre la razón:

El miedo, como narrativa política, persiste porque apela a las emociones más básicas, ofreciendo explicaciones simplistas a problemas complejos.

La importancia de los resultados tangibles:

La narrativa de esperanza de Biden fracasó en parte porque no pudo ofrecer soluciones visibles para quienes enfrentan inseguridad económica y cultural.

La necesidad de una narrativa intermedia:

Estados Unidos necesita un discurso político que combine empatía con pragmatismo, abordando los problemas estructurales sin recurrir a la confrontación.

Antes del fin

El regreso de Trump en 2025 no es solo una victoria personal; es un reflejo de una sociedad atrapada en su propia volatilidad. La alternancia entre el miedo y la esperanza revela la profunda fractura en el tejido social y político de Estados Unidos, una fractura que seguirá marcando el destino del país mientras los problemas estructurales permanezcan sin resolver.

Romper este ciclo requerirá más que un cambio de liderazgo. Requerirá una reconstrucción profunda de las instituciones democráticas, un compromiso con la justicia económica y una narrativa que trascienda el miedo y la división. Hasta entonces, el péndulo seguirá oscilando, reflejando las ansiedades de una nación en busca de su identidad.

Nadine Cortés

Nadine Cortés

Abogada especialista en gestión de políticas migratorias internacionales.

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