Un cambio de paradigma es difícil. Es fuerte la resistencia de los hábitos y costumbres pero podemos cambiarlos cuando sus resultados fallan estrepitosamente o cuando encontramos el paso a una nueva tierra prometida.
El trayecto demanda a veces peregrinar por muchos años en el desierto, pero a diferencia del Éxodo Bíblico, el avance tecnológico de blockchain no cuenta con Maná que nos cae diario del cielo, ni nos acompaña una visión suprema para guiarnos infaliblemente hacia un nuevo sitio de prosperidad plena.
La fe mueve montañas, cierto, pero en nuestro caso, mucho más modesto, es la confianza en el potencial de nuestra creatividad e ingenio lo que motiva la esperanza de encontrar un mundo mejor.
En esta época en la que nos han impuesto pensar en curvas, podemos considerar el Sinaí mítico de nuestro Éxodo blockchain al denominado 'pico de expectativas máximas' de la Curva Gartner. Esto es, el más alto de los cinco altibajos con los que esta línea sinuosa captura la trayectoria del interés por la adopción de nuevas tecnologías.
El 'detonador del ciclo' fue el ensayo de Nakamoto hace 11 años, hace 30 meses la especulación de bitcoin nos subió a la cima más alta, transitamos recientemente por la sima del 'paso de la desilusión', y empezamos a subir lentamente la 'pendiente de la ilustración' que esperamos nos lleve a la 'meseta de la productividad'.
En esta metáfora fundacional –donde salimos de esclavitudes pasadas para transitar libres a nuevas oportunidades– los Manifiestos o Declaraciones de Principios colectivos son relevantes porque plasman, como Tablas de la Ley, los principios de una comunidad.
El Foro Económico Mundial, a través de su Consejo Global sobre blockchain acaba de publicar los 'Principios Presidio: Valores Fundacionales para un Futuro Descentralizado'.
Para el Foro, blockchain es un pilar de la Cuarta Revolución Industrial que traerá mejoras a los sectores públicos y privados mediante nuevos modelos de negocio y desintermediación, que incrementen la seguridad, la rendición de cuentas y la transparencia. Siempre y cuando, aclaran, prestemos suficiente cuidado a la gobernanza y la protección del usuario.
Los Principios Presidio, llamado así en referencia la ubicación de las oficinas del Fondo Económico Mundial en el Parque Presidio Real de San Francisco, son la 'Carta de Derechos de Blockchain' o la nueva 'Constitución Blockchain' para un futuro descentralizado.
Es un llamado a todos los actores: desarrolladores, gobiernos, ejecutivos, organizaciones internacionales y consejos corporativos, entre otros, para respaldar 16 principios fundamentales que promueven 4 estrategias básicas: transparencia y accesibilidad, acción e interoperabilidad, privacidad y seguridad, rendición de cuentas y gobernanza.
Esta Carta de Derechos garantiza que el participante mantenga el derecho a la información y su acceso a ella de manera que entienda cómo opera el servicio, sus riesgos y beneficios potenciales, las expectativas de desempeño y la responsabilidad de cumplimiento, sus derechos y obligaciones.
Le facilita ejercer su derecho de propiedad y administración de sus datos para crear, gestionar y almacenar independientemente sus llaves criptográficas, gestionar su consentimiento para almacenaje por terceros, para transferir datos, revocar permisos de recolecta y facilitar la interoperabilidad de los sistemas.
Le confirma su derecho a la protección de datos para evaluar los riesgos posibles, operar con los estándares internacionales de seguridad técnica, restringir la recolección de datos y su uso al propósito declarado, verificar y confirmar su cumplimiento.
Le otorga los recursos necesarios para entender las reglas de gobernanza y sus mecanismos de defensa, abandonar aplicaciones que no cumplan con estándares y ordenanzas internacionales, y poder rectificar información falsa, incorrecta o incompleta.
Las constituciones son venerables y debatibles. En nuestro caso, los Principios Presidio dibujan el mapa colectivo del territorio blockchain que todos deseamos.