Experto en propiedad intelectual

Marcelo Ebrard y el IMPI: la clave para atraer inversiones y cumplir con el TMEC

Una de las decisiones más importantes que Marcelo Ebrard deberá tomar es el nombramiento del nuevo director del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.

El sexenio que termina podrá presumir logros en el bienestar de la población, pero en ciencia, innovación y propiedad intelectual, quedó reprobado. El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) muestra que en 2024 el ramo 38, correspondiente al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), recibió 536 millones menos que en 2015, es decir, 37 por ciento menos en términos reales que hace casi una década.

Dado que el Poder Ejecutivo recaerá sobre una científica, se esperan grandes cambios positivos en este sector. Para esos efectos, será fundamental la actuación de la Secretaría de Economía que dirigirá Marcelo Ebrard. Si nuestro país desea captar la lluvia de inversiones generadas por el nearshoring, es indispensable que proyecte una imagen favorable hacia los derechos de propiedad intelectual. Recordemos que el TMEC incluye un capítulo de 66 páginas sobre esta materia y el próximo presidente de Estados Unidos se encargará de revisar que los mexicanos cumplamos nuestros compromisos en este sector.

Una de las decisiones más importantes que Ebrard deberá tomar es el nombramiento del nuevo director del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), organismo federal encargado de proteger marcas, patentes y otros activos intangibles.

En los últimos años, el IMPI se ha distanciado de la industria productiva. Prueba de ello son las inconformidades manifestadas este año por la Asociación Mexicana para la Protección de la Propiedad Intelectual (AMPPI), que preside Alejandro Luna Fandiño. A la AMPPI le preocupa el rezago que el IMPI acumuló en este sexenio, particularmente en la resolución de litigios, pero también las declaraciones desafortunadas que se han hecho hacia el gremio de los abogados especialistas en la materia.

Ante la rispidez, caerá bastante bien un relevo de interlocutores. Ya se rumoran los nombres de varios candidatos para el puesto de director general del IMPI. Hago votos para que la persona elegida reúna al menos dos cualidades:

1. Conocimiento de la materia. El director no puede ‘llegar a aprender’; la propiedad industrial es un sector especializado, no bastan los buenos deseos. La cabeza del IMPI deberá reunirse con sus homólogos de otros países y, si no comprende a cabalidad las sutilezas de la regulación internacional, quedará excluido de las negociaciones.

2. Cercanía con la industria. Más del 90 por ciento de los activos intangibles pertenecen a grandes empresas, nacionales y extranjeras. El nuevo director debe reestablecer el vínculo que se ha perdido con las grandes industrias, a la vez que fomenta el crecimiento de pequeñas y medianas compañías enfocadas en la innovación.

Post scriptum: Entre abogados se comenta que, si bien el Poder Judicial requiere de una buena intervención, no es en el ámbito federal donde debe enfocarse la tarea, sino en los poderes locales, pues en varias entidades existen escándalos reiterados de corrupción, como sucede en la materia civil en la Ciudad de México, donde una camarilla de jueces y magistrados se ha dado vuelo en los últimos años, como sucedió en el caso de Sergio Aguayo, por mencionar solo uno.

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