No cabe duda que los seres humanos somos una especie rara. Nos gusta destruirnos poco a poco bajo motivos que no entendemos o asumimos. Muchas veces ni siquiera nos damos cuenta, y otras más, deliberadamente evadimos y negamos nuestro autoaniquilamiento, lo que es mucho peor.
A pesar de que somos entes racionales, todo indica que son los instintos quienes comprenden mejor nuestra naturaleza, así parece cuando observamos que a nuestro medio ambiente lo protegen mejor otros seres vivos que los propios Homos sapiens.
“Es inequívoco que la influencia humana ha calentado la atmósfera, océanos y tierra”, indica el demoledor informe del panel intergubernamental de expertos sobre el cambio climático de Naciones Unidas, y que en sus investigaciones nos culpan, a la especie humana, de comprometer la estabilidad del planeta por el uso desmedido del carbón y los combustibles fósiles.
A pesar de que se espera un futuro más comprometedor, el cambio climático ya impacta con fuerza y sus huellas se notan a diario. Este verano nos lo anunció después de que vivimos fenómenos naturales sin precedentes: olas de calor, sequías e inundaciones. Ciudades europeas en Alemania y Bélgica se convirtieron en lagunas de destrucción y muerte. Angela Merkel calificó de “surrealista” y “fantasmagórico” lo que veía a su paso, tras recorrer las ciudades afectadas. Urgió a actuar rápido y con ambición contra la crisis climática.
Paralelamente, incendios forestales a gran escala en Turquía, Grecia y Estados Unidos hacían huir a miles de ciudadanos de sus casas y terrenos; mientras tanto los glaciares se descongelan en Siberia aumentando el nivel del mar. Las afectaciones por el cambio climático ya están aquí, y depende de los humanos revertir este fenómeno. ¿De qué depende hacerlo? ¿Quién liderará esta tarea?
António Guterres, secretario general de la ONU, no se anduvo con rodeos y calificó la actual situación de nuestro planeta como una “alerta roja para la humanidad” a partir del informe que prepararon 234 científicos de todo el mundo que cuenta con los resultados de 14 mil estudios. Ahí aseveraron que si no se toman medidas inmediatas y rápidas a gran escala, hay muchas posibilidades de que la temperatura media mundial supere el umbral de calentamiento de 1.5 grados Celsius en los próximos 20 años.
Hoy día, el promedio de la temperatura es de 1.1 °C, pero aun con este aumento ya se intensifican catástrofes, un fenómeno comprobado al concluir que el clima se ha transformado respecto al de la era preindustrial. El informe afirma que durante las últimas cuatro décadas se ha dado un incremento significativo en la temperatura global, mayor a cualquier década precedida desde 1850.
Los expertos concluyen que las emisiones de gases de efecto invernadero están asfixiando nuestro planeta y poniendo en peligro a miles de millones de personas. Además, confirman que el calentamiento global afecta a todas las regiones. En México, impactaría como efecto dominó al incrementar inundaciones, lo que ocasionaría efectos directos a la salud, agricultura y energía. Un ejemplo es la producción nacional de maíz, que se vería seriamente amenazada.
La decisión está en los líderes mundiales, la sociedad y medios de comunicación para adquirir responsabilidades de actuación y comunicación para que todos emprendamos un cambio.
Este reporte que se acaba de publicar es el sexto que se finaliza y que cuenta con evidencias con alto valor científico, gracias al uso de modelos computacionales y tecnológicos para medir cientos de variantes que arrojan resultados precisos, aunque preocupantes. Aún falta por conocer otros dos apartados enfocados en el “impacto de la crisis climática y las soluciones propuestas” que próximamente serán presentados y arrojarán más verdades para saber actuar.
Por ello deja la puerta abierta a los líderes, para que lejos de demagogia y promesas que se pierden en el aire, en la próxima Cumbre del Clima COP26, que se celebrará en Glasgow, Escocia, tomen acciones urgentes y comprometidas. A pesar de previsiones catastrofistas, aún está en nuestras manos revertir el panorama y frenar la temperatura en este gran hogar que nos fue regalado.
El autor es periodista mexicano especializado en asuntos internacionales.