Trópicos

Marruecos, más allá de una Copa Continental

El Ministro de Juventud, Cultura y Comunicación, Mohamed Mehdi Bensaid, espera una derrama que puede llegar hasta los 20 mil millones de dólares durante la justa deportiva invernal.

50 periodistas de todo el mundo se reunieron el pasado lunes, en el Museo Mohammed VI de Rabat, para el sorteo de grupos de la Copa Africana de las Naciones, donde 24 países disputaran el máximo torneo continental el próximo mes de diciembre en diversas ciudades de Marruecos: Rabat, Tánger, Marrakech, Casa Blanca.

Figuras de clase mundial, como el camerunés, Samuel Eto´o, se dieron cita para presenciar una gala donde el objetivo es hermanar, a partir del deporte, a dos docenas de países africanos, alrededor de un torneo de futbol que contará con futbolistas de élite que juegan en las mejores ligas europeas.

Pero el proyecto de Marruecos va más allá del futbol, ya que su objetivo es convertirse en el epicentro económico del Mediterráneo. El Ministro de Juventud, Cultura y Comunicación, Mohamed Mehdi Bensaid, apuntó en exclusiva para esta columna que se espera una derrama que puede llegar hasta los 20 mil millones de dólares durante la justa deportiva invernal, ya que Marruecos, es uno de los principales destinos turísticos globales, dentro del mundo árabe y africano.

Durante 2024, Marruecos recibió 17 millones de turistas africanos, por lo que en 2025, a partir de la celebración de la 35 edición de esta Copa Africana de Naciones, el arribo de visitantes pueda llegar hasta los 25 millones, comentó el Ministro Mehdi Bensaid. Esto no es fortuito, Marruecos ha emprendido desde hace tiempo una estrategia integral para ser el país más atractivo para las inversiones y el comercio dentro de África, y al mismo tiempo, ser el puente con Europa, América Latina y Asia. Incluso para probar estrategias que tienen que ver con los derechos humanos de los migrantes, al probar políticas públicas para acogerlos.

Su ambiciosa estrategia por desarrollar puertos en toda la costa del Atlántico, como el que actualmente se construye en Dajla, una ciudad en desarrollo ecoturístico y nuevo destino mundial para los surfers, se suma al poderoso Tanger Med, el cual según el Banco Mundial, posiciona al puerto alauí como el cuarto más eficiente de todo el mundo, el cual le ha quitado, recientemente, a Valencia, el lugar como el puerto más importante del Mediterráneo.

Paralelamente, no sólo se encuentran construyendo o remodelando más de seis estadios de futbol, uno de ellos, el más grande del mundo en la mítica Casa Blanca; y es que recordemos que Marruecos no sólo es anfitrión de esta copa, sino el organizador del Mundial de Futbol en 2030 junto con España y Portugal. Esta Copa Africana de Naciones es otra etapa más, de un proyecto a gran escala que culminará en 2030 y hará de Marruecos una potencia global.

Imaginemos el posicionamiento geopolítico y geoeconómico que tendrá este país para entonces. Esto nos obliga a preguntarnos: ¿quiénes serán los países que aprovecharán estas condiciones para invertir y comerciar con ellos? No sólo se especializan en las industrias del turismo y servicios. Marruecos se ha diversificado, y ahora es un importante centro de producción de automóviles, textiles, productos químicos, electrónicos, fosfato, telecomunicaciones, o bien, dentro de la industria aeroespacial. Renault, Peugeot y Ford han establecido plantas de producción en el país.

Por ello, no sólo para el sector turístico es un gran atractivo; por ejemplo, para las y los mexicanos de negocios, inversionistas o emprendedores, hoy día en 11 horas pueden estar en Casa Blanca, haciendo escala, por ejemplo, en Madrid.

Ahora imaginemos estar a tan sólo nueve horas en Marruecos, en un vuelo directo entre Ciudad de México y Casa Blanca. Eso detonaría todo entres ambos países: del turismo al comercio, del arte a la cultura, de las tradiciones a la historia, de la academia a la ciencia. Ya no se diga aprovechas ambos puertos del atlántico, el de Veracruz con el de Tánger.

Por nuestra naturaleza geográfica, Marruecos es el país africano y árabe más cercano de México, por ello, la mesa está puesta para que ambos logren acuerdos que vayan más allá de las buenas intenciones. México será sede del Mundial de Futbol en 2026, seis años después lo hará Marruecos. Todo hace señalar que es el momento preciso para que, entre ambos, surjan nuevas estructuras y vías que los acerquen. El futbol está haciendo lo suyo.

Como afirmó el presidente de la Federación Real Marroquí de Futbol, Fouzi Lekjaa, el lunes pasado, “Marruecos ha reunido todas las condiciones logísticas para garantizar el éxito de la Copa Africana de Naciones”. Yo añadiría, que todo está reunido, para que Marruecos sea el país del futuro.

COLUMNAS ANTERIORES

América Latina cambia de piel
Sheinbaum sonríe

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.