Trópicos

New York, New York…

La estrella naciente demócrata, Michael Bloomberg, deberá mostrar empatía, cercanía y comunión con la gran diversidad racial y social que se conforma a lo largo y ancho del país.

El autor es periodista mexicano especializado en asuntos internacionales.

Una nueva encuesta nacional ha dado un vuelco a las preferencias para designar al candidato demócrata que competirá contra Donald Trump en las próximas elecciones presidenciales del 3 de noviembre.

Cuando todo apuntaba a una contienda interna entre Sanders-Biden, el neoyorquino Michael Bloomberg irrumpió esta semana al colocarse en segundo lugar, según la encuesta elaborada por NPR/PBS NewsHour/Marist.

Con 19 por ciento del voto demócrata, superó a Joseph Biden, que se rezaga con un 15 por ciento; Elizabeth Warren, que suma 12 por ciento; Amy Klobuchar con el 9 por ciento, y a Pete Buttigieg con 8 por ciento. No obstante, el izquierdista Bernie Sanders mantiene alto el pulso del electorado al seguir sumando y llegar a un 31 por ciento de los apoyos, según esta encuesta.

De esta forma podrían cambiar las sinergias y podríamos ver un final Sanders-Bloomberg por el ala demócrata. Por supuesto, hay que esperar una serie de impredecibles sucesos que medirán con votos quién es quién.

Tres hechos claves se avecinan para Michael Bloomberg: el primero es ver cómo se desempeña esta noche en el noveno debate que celebrarán los demócratas en Las Vegas, pero el primero en el que participa. Todas las miradas se fijarán en él y en este combate cuerpo a cuerpo.

Los estrategas electorales de Bloomberg, encabezados por Kevin Sheekey –empresario y jefe global de Comunicaciones, Relaciones Gubernamentales de Bloomberg LP–, decidieron no participar en el caucus de Iowa y en las primarias de New Hampshire, pero tampoco en los debates previos.

Será hasta esta noche cuando se le conozca con mayor profundidad después de los miles de spots televisados con su imagen en todo el territorio estadounidense. Sabemos que los debates son un arma de doble filo y que tras su importante ascenso será el blanco de ataques de sus contrincantes. Pero si aprovecha las altas expectativas que se acumulan alrededor de su persona, podrá potenciar éstas y buscar consolidarse cómodamente en el segundo lugar rumbo a las siguientes etapas.

El segundo evento de relevancia será otro debate que se celebrará dentro de una semana, el 25 de febrero en South Carolina. Este nuevo cara a cara le dará la oportunidad de buscar nuevos sectores dentro de la sociedad estadounidense, como latinos, jóvenes o la clase media y así ampliar su electorado.

De lograr el uno-dos en estos debates podrá dar un convincente sablazo hacia el tercer evento clave que llegará muy pronto, el llamado supermartes del 3 de marzo, cuando se celebren primarias en 14 estados y se repartirán 40 por ciento de los delegados.

Estos debates serán el antes y después de Bloomberg. Le permitirán no sólo diseccionar sus promesas de campaña que se centran en cinco ejes: crecimiento económico, acabar con el crimen organizado, mejorar la salud pública, mayor control en la venta de armas y combatir el cambio climático.

Deberá mostrar empatía, cercanía y comunión con la gran diversidad racial y social que se conforma a lo largo y ancho del país, pero sobre todo eliminar la idea que se tiene de él, de que a partir de su desempeño como empresario se encuentra alejado de las necesidades y problemas de las millones de personas más necesitadas.

De lograr sus objetivos, Bloomberg estará peleando el primer lugar palmo a palmo con Bernie Sanders. Por ello esta noche en Las Vegas y la próxima semana en South Carolina se juega parte de su futuro político, quien también fuera alcalde de Nueva York tres veces consecutivas.

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