El autor es comisionado del INAI
En diciembre de 2019 fue identificado en la provincia de Hubei, China, el primer grupo de personas contagiadas por la enfermedad que ahora conocemos como Covid-19 y, para el 11 de marzo de este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya la había declarado una pandemia. En tan solo tres meses la enfermedad se expandió en los cinco continentes. De acuerdo con datos del Centro de Sistemas, Ciencia e Ingeniería de la Universidad Johns Hopkins, al 5 de abril, en el mundo, se registran un millón 272 mil 115 casos confirmados y 69 mil 373 defunciones a causa del virus, mientras que en nuestro país existen 2 mil 143 casos y 94 defunciones a la fecha.
A la par, el surgimiento de información falsa relacionada con el contagio, tratamiento e incluso formas de curar la enfermedad, ocurrió a un ritmo aún más acelerado, provocando confusión entre la población a nivel mundial. Ello ha llegado a tal grado que, diversas organizaciones internacionales protectoras de derechos humanos han advertido sobre los riesgos en la salud, física y emocional. En ese sentido, hicieron un llamado a los gobiernos a tomar cartas en el asunto mediante la difusión de mensajes públicos claros y confiables.
Cualquiera que sea la naturaleza de las crisis a las que se enfrentan los países, se ponen a prueba las capacidades de gestión del aparato de gobierno y su efectividad como mediador del interés público. En el contexto de emergencia sanitaria que vivimos, la información constituye un elemento estratégico del Estado mexicano para brindar certidumbre y tranquilidad a la población.
El uso de tecnologías de la información y comunicación (TIC) ha propiciado el tránsito de datos en todos los niveles de la sociedad y, representan una herramienta que potencializa y facilita el análisis y la toma de decisiones de los gobiernos para mitigar los contagios, así como para frenar el esparcimiento de rumores que afecten la estabilidad social. Por ejemplo, en Corea del Sur el monitoreo de la actividad en celulares y dispositivos móviles, auxiliado de la geolocalización, ha permitido observar la actividad (física) de los usuarios y, con ello, valorar el éxito de las medidas de distanciamiento social. En países europeos, como Alemania, se realizan monitoreos constantes a la actividad de redes sociales para identificar rumores que puedan convertirse en virales y así prevenir compras de pánico.
En México, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2019, existen 80.6 millones de usuarios de Internet, siendo una de las principales vías de los usuarios la obtención de información. Recientemente, la Agencia Digital de Innovación Pública de la CDMX ha anunciado que solicitó a empresas de telefonía celular información sobre el tráfico de sus antenas de distribución para realizar un ejercicio de monitoreo similar al de Corea del Sur, aunque sin georreferenciar los equipos móviles en particular. Esto podría fortalecer políticas públicas que favorezcan el éxito de la Campaña Nacional de Sana Distancia, aunque debe observarse un cuidado especial en la protección de los datos personales de los usuarios de comunicaciones móviles.
A la fecha, y tomando en consideración términos como coronavirus, Covid-19, contagio, distanciamiento social, actividades no esenciales, entre otros, han sido recibidas 718 solicitudes de información pública en 109 sujetos obligados de la Ley Federal de Transparencia, entre los que destacan la Secretaría de Salud y el Instituto Mexicano del Seguro Social.
En ese sentido, el INAI, en conjunto con la Secretaría de Salud, han conformado una mesa técnica de análisis en materia de acceso a la información. A través de esta, y como un ejercicio de transparencia proactiva, se dará respuesta inmediata a aquellas preguntas que tienen una mayor demanda y frecuencia por parte de los ciudadanos.
Asimismo, a través de su micrositio denominado "Ante la Opinión Pública", el INAI continúa brindando a la población información estadística actualizada, relativa a solicitudes de acceso a la información relacionadas con esta enfermedad.
EN BREVES
El 31 de marzo, la doctora María Patricia Kurczyn Villalobos y el maestro Joel Salas Suárez, concluyeron su encargo como comisionados del INAI. En el maestro Salas reconozco su dedicación y éxito al lograr posicionar la agenda del gobierno abierto y su aporte para la construcción del Plan Nacional de Socialización del Derecho de Acceso a la Información Pública. En la doctora Kurczyn es reconocible su férrea defensa del sindicalismo asociado al acceso a la información pública, aunado a su destacada labor en el ámbito internacional, en el que impulsó la adhesión al Convenio 108 en materia de regulación mundial de datos personales. A ambos, les deseo mucho éxito en sus futuros proyectos.