La reforma de subcontratación en México representa un cambio de paradigmas en muchos sentidos y lleva a las organizaciones a repensar si los modelos operativos con los que se han mantenido en el mercado pueden seguir siendo viables para las necesidades y tendencias actuales en el ámbito empresarial y de negocios.
Nos encontramos justo a la mitad del proceso de transición en el que las empresas tienen que implementar lo establecido por la reforma y, recientemente, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) expidió los lineamientos para el registro de las empresas de subcontratación de servicios u obras especializadas.
Sin duda, la subcontratación para muchos sectores es indispensable para complementar su actividad y ello se ve claramente en sectores primarios y de la construcción, por el volumen de sus nóminas y la carga administrativa que eso representa, entre otros. Si vemos la evolución de estos servicios, de acuerdo con el Censo Económico del INEGI 2019, tenemos:
• La subcontratación ha crecido un 37 por ciento en los últimos cinco años
• Las empresas medianas son las que más utilizan esta figura, con el 31.2 por ciento
• En el sector servicios, 47.4 por ciento del personal es subcontratado
• 42.5 por ciento en el sector minería
• 26.7 por ciento comercio
Algo importante a tomar en cuenta es que se considera subcontratación de personal el servicio consistente en que una persona física o moral proporcione o ponga a disposición trabajadores propios en beneficio de otra.
La regulación de la subcontratación de servicios y obras especializados distintos del objeto social y de la actividad económica preponderante de la empresa contratante, contempla un proceso de registro ante la (STPS), así como la inscripción al padrón público por parte de las empresas de subcontratación de servicios y obras especializados.
Si el prestador de servicios especializados incumple con las obligaciones con sus trabajadores, el beneficiario del servicio será responsable solidario.
En perspectiva a la fecha límite para cumplir con lo establecido en la reforma de subcontratación, se visualiza un periodo de varias semanas en las que las empresas deben continuar realizando análisis y tomando decisiones respecto a cuál es la mejor estrategia, pero desde un enfoque integral, que lleve a la organización a volver a pensar en cuestiones tan básicas o elementales como el objeto social de la empresa o, incluso, cómo está integrada para operar.
En este sentido, los grupos empresariales deben repensar sus modelos operativos desde un enfoque multidisciplinario que integre a todas las áreas de la compañía, desde la laboral o de recursos humanos, hasta la fiscal, contable, de nómina, seguridad social, gestión de talento o desarrollo organizacional, entre otras.
De igual forma, es prioritario que consideren algunos puntos básicos para llevar a cabo este proceso de transición de manera adecuada, visualizando estrategias de largo plazo y no medidas o acciones mínimas viables para cumplir con una fecha límite:
1. Analizar el esquema de subcontratación actual.
2. Replantear si el esquema vigente entre las empresas operativas y de servicio es eficiente y tomar este análisis como una oportunidad de mejora para replantear la estrategia.
3. Determinar los servicios especializados.
4. Analizar alternativas sobre los modelos de transferencia de empleados.
5. Revisar los paquetes de compensación.
6. Diseñar un proyecto de transferencia del plan de pensiones.
7. Modificar y adaptar las políticas internas.
8. Definir si es necesario realizar una reestructura organizacional.
Las empresas requieren establecer una hoja de ruta para asegurar el correcto cumplimiento de la reforma y, derivado de la necesidad para contratar servicios especializados, será prioritario llevar a cabo un monitoreo más exhaustivo de este tipo de proveedores. Si bien los procesos de cumplimiento ya formaban parte fundamental de la estrategia de negocio, la reforma de subcontratación vino a dejar de manifiesto su relevancia.
Desde la perspectiva de EY, las empresas deben visualizar más allá del proceso transitorio y determinar de qué manera la reforma puede beneficiar tanto a los empleados como a las organizaciones.
Si bien estarán enfrentando diversos impactos en el rubro laboral, fiscal, legal corporativo y regulatorio, entre otros, durante la implementación de la reforma, es importante tener claridad en el enfoque de que esto va a traducirse en diversos beneficios para los empleados. Es clave establecer una comunicación abierta, clara y oportuna con los colaboradores, informarles sus nuevos beneficios y también las nuevas obligaciones y, de esta manera, crear un vínculo más cercano con ellos y, por lo tanto, aspirar a tener mejores niveles de productividad.
En perspectiva, a mediano y largo plazo es importante que las organizaciones tomen en cuenta los siguientes aprendizajes:
•El cumplimiento será parte primordial del negocio.
• Deben estar en una búsqueda continua de eficiencia en los procesos internos.
•Diseñar estrategias y trajes a la medida, de acuerdo con las necesidades particulares de cada organización.