Uso de Razón

La Guardia Nacional, al rescate (teatral) de Claudia

Al grupo hegemónico que gobierna el país, al que pertenece Claudia Sheinbaum, le tienen sin cuidado los pobres y su transportación.

La culpa es del otro si algo les sale mal, entre esos tipos y yo hay algo personal. JM Serrat

A sus 60 años de edad, la jefa de Gobierno acaba de descubrir que los accidentes son algo “fuera de lo normal”.

A problemas técnicos impone soluciones de seguridad pública.

¿No es genial?

Lo que no se atrevió a decir es que, al mandar a 6 mil elementos de la Guardia Nacional, con el aval del Presidente, para evitar accidentes en el Metro, quiere hacernos creer que su gobierno es víctima del terrorismo.

De ser así, que cierren el Metro. Y que nadie venga a la capital federal porque el terrorismo está presente.

Cuánto disparate para ocultar la realidad: son ineptos.

Y soberbios: no admiten sus errores, que es condición indispensable para corregirlos.

A problemas técnicos, soluciones de seguridad pública.

Cuando se cayó un tramo de la vía elevada de la Línea 12 murieron 27 personas.

Si eso en realidad fuera terrorismo, estaríamos en una situación de emergencia nacional.

Lo que hay es falta de mantenimiento, como concluyó la empresa noruega que contrataron para hacer el peritaje del accidente.

Esa ocurrencia del terrorismo parece un desatino destinado a cubrirse porque están quedando mal con quienes, dicen, son su base de apoyo: los pobres.

O a las personas que no tienen recursos para pagar un taxi, Uber o comprarse un coche.

Ya lo dijo el Presidente: apoyan a los pobres por un asunto de “estrategia política”.

Para ellos, los gobernantes actuales, hay que dar dinero personalizado para que se los agradezcan.

Esa es la razón por la cual no se invierte lo necesario en servicios como salud y educación. No quieren que los pobres dejen de serlo.

Al llegar Claudia Sheinbaum al Gobierno de la Ciudad de México el presupuesto para el Metro bajó drásticamente.

Hay 3 mil millones de pesos menos para este año, que en el presupuesto del último año de Miguel Mancera.

Se asombran porque haya accidentes, como si las vías, las instalaciones, los sistemas de monitoreo, los vagones, escaleras eléctricas se mantuvieran solas.

Eso sí, para la campaña adelantada e ilegal de la jefa de Gobierno, van millones y millones de pesos.

Al grupo hegemónico que gobierna el país, al que pertenece Claudia Sheinbaum, le tienen sin cuidado los pobres y su transportación.

Todos los jefes de Gobierno de la capital han sido de izquierda, surgidos de las mismas siglas, y todos han construido kilómetros de Metro.

Bueno, salvo uno de ellos.

El único jefe de Gobierno que no entregó un metro de Metro se llama Andrés Manuel López Obrador.

Cuauhtémoc Cárdenas-Rosario Robles, hicieron la Línea B del Metro.

Marcelo Ebrard hizo la Línea 12.

Mancera hizo la ampliación de la Línea 12, que entregará Sheinbaum en unos días. En total son cuatro kilómetros, de los cuales la administración anterior avanzó un 60 por ciento.

Hasta hace poco el Metro de la capital federal transportaba a 5 millones y medio de personas. Y ahora bajó a 3 millones 800 mil.

Una de las razones en la baja de usuarios (o viajes al día) es que no está en servicio la Línea 12; su reapertura, sólo del tramo subterráneo, tendrá lugar este 15 de enero.

Tampoco funciona la mitad de la Línea 1, por el comprensible y loable motivo de que está en proceso de renovación de vías y trenes.

López Obrador, como jefe de Gobierno, cero kilómetros, cero metros, cero centímetros.

Por cierto, en la época en que la Ciudad de México era un departamento del gobierno federal, se construía a razón de un kilómetro de Metro al mes.

Y eso que robaban muchísimo, como nos dicen los que no hicieron un metro de Metro.

En lugar de Tren Maya se hacía Metro.

Hay 220 kilómetros de Metro en la capital, de los cuales AMLO no hizo ninguno y Sheinbaum 40 por ciento de cuatro kilómetros (de la ampliación que Mancera dejó avanzada en 60 por ciento).

Sin mantenimiento adecuado, hay accidentes.

Entre 2019 y diciembre de 2021 se han registrado 431 accidentes en las líneas del Metro.

Pero la culpa es del otro.

Aún peor: terrorismo, insinúan.

Consulta más columnas en nuestra versión impresa, la cual puedes desplegar dando clic aquí

COLUMNAS ANTERIORES

Cuando la verdad no importa
Sí va a impactar

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.