Uso de Razón

Parricidio político

López Obrador era un priista de segundo nivel en Tabasco y su figura creció por el apoyo de Cuauhtémoc Cárdenas.

La acusación del presidente López Obrador a Cuauhtémoc Cárdenas, al señalarlo como su adversario, puesto del lado de la oligarquía, nos revela hacia dónde vamos.

Lo condenó sin leer lo que había firmado, o aprobado, o reflexionado con otras personalidades de la vida pública.

Vamos por el túnel obscuro hacia donde mandan los dictadores que dividen a sus gobernados entre vasallos y enemigos.

No hay límites. Si hay que recurrir al parricidio político, adelante.

El Presidente no se disculpó con Cárdenas por llamarlo adversario, sino que se congratuló por la abdicación del ingeniero a seguir participando en Mexicolectivo.

Lo sometí. Lo discipliné, fue el mensaje.

Ayer López Obrador reveló que no había leído el documento del colectivo en el que estaba Cárdenas, y sin embargo condenó que participara en una reflexión sobre los problemas de México.

“O con el pueblo o con la oligarquía”, espetó el Presidente en la conferencia matutina del martes.

Nada que se haga al margen de su voluntad es aceptable, o digno de debatirse, escuchar, atender.

Así se construyen las tiranías. Pensamiento único. El mío, y el que no lo siga está contra mí.

La descalificación de López Obrador a Cárdenas provocó algunas reacciones honestas desde la izquierda, que se pusieron del lado del hijo del general ante la desproporcionada agresión del Presidente, y defendieron su derecho a pensar libremente. Fue el caso de Ricardo Monreal.

Hay que borrar a Monreal de la lista de corcholatas. El proyecto es totalitario y él no lo entiende o no lo apoya.

Claudia Sheinbaum se le fue al cuello a Cuauhtémoc: “Hay momentos de definición política y en esa definición uno decide dónde quiere estar, y en esa definición, con todo respeto al ingeniero, él toma una decisión de dónde quiere estar, y nosotros también tenemos una definición muy clara. Además, no es menor que la gran mayoría del pueblo esté con el proyecto que encabeza el Presidente”.

Ahí está el punto: el ala más radical de Morena no admite la libertad de pensamiento.

Es la vieja escuela de los dictadores, de izquierda y de derecha, que siempre hablan de “momento de definiciones” para justificar la censura del pensamiento y de la palabra libre.

Cárdenas tiene una visión equivocada de algunos problemas de México. Su actuación en política no ha sido compartida por un amplio sector de la población, pero es un hombre noble.

Y lo que recibió por pensar de manera autónoma fue una puñalada. Las puñaladas hieren y dejan cicatrices imposibles de borrar.

Cuauhtémoc Cárdenas es el padre político de López Obrador.

AMLO era un priista de segundo nivel en Tabasco y su figura creció por el apoyo de Cárdenas. Lo vi personalmente (y de eso, en parte, trata un libro mío de próxima aparición).

Fue Cárdenas el que lo impulsó a la candidatura al gobierno estatal, luego lo hizo presidente del PRD, y pocos años después candidato a jefe de Gobierno del Distrito Federal.

Con el apoyo de Rosario Robles, que se desvivió para hacerlo ganar sobre Santiago Creel, López Obrador alcanzó la jefatura de Gobierno que lo catapultó a la fama en todo el país y luego a la Presidencia.

Ya en Palacio Nacional, López Obrador metió a la cárcel a Rosario Robles, y apuñaló a Cárdenas por haber tenido la osadía de sentirse libre para pensar.

Grave error del ingeniero: con los dictadores, o aspirantes a serlo, no existe ese margen para sentirse libre y actuar en consecuencia.

Se lo dijeron claro y ante toda la nación, conmigo o contra mí.

Nada de un café con el ingeniero para escucharlo porque tal vez tuviera razón en algo. “O con el pueblo o con la oligarquía”, le dijo el Presidente.

El documento plantea propuestas para bien de México, según los convocantes del colectivo. Terminar con la polarización, por ejemplo.

AMLO no lo leyó, y apuñaló a su mentor.

El horizonte es negro para la democracia y para quienes tienen la osadía de sentirse libres.

“A partir de consideraciones de carácter político, no seguiría participando más”, dijo Cuauhtémoc Cárdenas luego de haber sido calificado como adversario.

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