Uso de Razón

‘O ellos o nosotros’: EU se acerca a la guerra civil

Viene el escenario ideal para un populista fanático de sí mismo que delira con azuzar a sus seguidores para enfrentar a ‘los que nos quieren destruir’.

Hoy comienza a deliberar el jurado en el distrito de Manhattan para arrestar o no al expresidente Donald Trump, por un asunto menor, en el que tiene todo para presentarse como víctima.

El fin de semana estuvo en Waco, Texas, donde amenazó con desatar “muerte y “destrucción” en caso de que el jurado decida dar luz verde a su encausamiento criminal.

“Nuestros enemigos están desesperados, quieren destruirnos porque saben que somos los únicos que podemos destruirlos a ellos… El 2024 es la batalla final… O el Estado profundo nos destruye o nosotros destruimos al Estado profundo”.

El dilema para la justicia estadounidense es aplicar o no la ley a un hombre poderoso, que sacará ventaja política sea cual sea el veredicto del jurado.

Lo que suceda a partir de este lunes lo blindará para ser el candidato republicano a la Presidencia, en libertad o tras las rejas.

Pase lo que pase, Donald Trump estará en la boleta el próximo año, aunque sus posibilidades de volver a ocupar la Presidencia sean remotas.

Afuera de la fiscalía de Manhattan ya hay vallas para contener a fotógrafos, camarógrafos y camiones con sistemas de transmisión satelital que aguardan la posible llegada del expresidente, esposado, a defenderse de una acusación criminal.

Estados Unidos vuelve a girar en torno a Donald Trump.

Las bases republicanas que elegirán al candidato presidencial del partido están en pie de guerra. Y de ahí para adelante.

Con “de ahí para adelante” quiere decir que el próximo año Estados Unidos estará en riesgo de guerra civil, porque Trump no va a admitir su derrota.

Mal harían nuestros vecinos en no escuchar lo que Trump está diciendo: “El 2024 es la batalla final… O el Estado profundo nos destruye o nosotros destruimos al Estado profundo”.

Por donde pasa el populismo no vuelve a crecer el pasto.

Una pesadilla comienza a crecer al norte de nuestra frontera.

¿El expresidente, arrestado por un asunto menor? Sí, es posible y altamente probable.

¿Encarcelado puede competir en las elecciones? Sí, es posible y altamente probable que suceda.

¿Puede Trump ser encausado por delitos federales, ser encarcelado, estar convicto por obstrucción de la justicia, y competir por la Presidencia? Sí, es posible.

Vamos por partes. En 2006 Donald Trump tuvo un encuentro de carácter sexual con una dama, Stormy Daniels. Fue una relación consensuada, luego de un torneo de golf donde se conocieron.

Cuando Trump escaló en política con posibilidades de ser presidente de Estados Unidos, Stormy Daniels quiso rentabilizar ese o esos encuentros y puso a la venta la historia, y una empresa la compró con derechos exclusivos, pagados por el abogado de Trump, Michael Cohen.

Otra señora, Susan McDougal, también hizo lo mismo, y así Trump desembolsó un total de 428 mil dólares en comprar silencios. Ese dinero, su organización lo declaró como un gasto legal. Cuando encarcelaron a Cohen, testificó lo que había ocurrido y el fiscal de Manhattan armó el caso con dos acusaciones.

Trump violó el estatuto de negocios de la ciudad de Nueva York al etiquetar como legal lo que fue un soborno. El otro cargo es por violación a las leyes de financiamiento electoral, porque ese dinero –según la fiscalía– fue para evitar una afectación política.

La estadística dice que muy posiblemente Trump sea hallado culpable, ya que 90 por ciento de las acusaciones de una fiscalía logra el veredicto condenatorio. El Servicio Secreto ya pidió al fiscal Bragg que Trump no sea esposado, por razones de seguridad.

El caso no constituye delito federal, por lo que el expresidente podría contender en la elección del próximo año.

Lo que sí podría inhabilitarlo como candidato es una sentencia por obstrucción de la justicia derivado del asalto al Capitolio en enero de 2001, y el robo de documentos confidenciales de la Casa Blanca.

Sin embargo, no va a suceder. Trump tiene que ser convicto por esos delitos, lo que tomará tiempo. Incluso sentenciado, el expresidente puede recurrir a la Suprema Corte y apelar la inhabilitación.

A la par de esos procesos, la polarización en Estados Unidos subirá a las nubes.

Viene el escenario ideal para un populista fanático de sí mismo que delira con azuzar a sus seguidores para enfrentar a “los que nos quieren destruir”.

Es el escenario de “ellos o nosotros”.

Ocurrirá tan pronto como el próximo año, en las elecciones presidenciales y en la poselección.

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