Uso de Razón

Migrantes: la realidad y la mentira

Los cárteles de las drogas han asumido el mando en el negocio del tráfico de migrantes, informó el Departamento de Seguridad de EU. Los secuestros en Matehuala lo confirman.

La realidad.- Cruzar México es hoy más peligroso que nunca para los migrantes centro y sudamericanos, porque pueden caer en manos de los cárteles de las drogas o de los agentes del Instituto Nacional de Migración.

El secuestro de 50 migrantes en Matehuala la madrugada del lunes fue perpetrado por sicarios del Cártel del Golfo, que pedían 78 mil dólares por su liberación, mil 500 dólares por cada uno, informó ayer nuestra corresponsal en San Luis Potosí, Patricia Azuara.

La emboscada y plagio no ocurrió en un paraje apartado, sino en la carretera federal 57.

En Matamoros el Cártel del Golfo tiene una red de vigilancia que le permite saber quién entra y quién sale de esa ciudad fronteriza, y cobra derecho de piso a los polleros por cada cargamento de seres humanos que ingresa a la ciudad.

Los cárteles de las drogas han asumido el mando en el negocio del tráfico de migrantes, informó el martes el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, y los secuestros en Matehuala lo confirman.

Agentes del Instituto Nacional de Migración, amafiados con policía locales, realizan redadas ilegales para detener centro y sudamericanos que son esposados y llevados a cárceles improvisadas, insalubres, donde se les extorsiona y los dejan encerrados sin agua.

El Universal ha publicado, de viva voz de los migrantes, las tarifas que les imponen los agentes del gobierno por liberarlos (2 mil 500 dólares), por hacer una llamada a sus hijos (25 dólares por cinco minutos), por un jabón (10 dólares), un cigarrillo (50 pesos).

Así fue el contexto en que 40 centro y sudamericanos murieron quemados vivos en una cárcel de migración en Ciudad Juárez: redada ilegal, retención inconstitucional por más de 72 horas, extorsión y crimen. El director del INM fue ratificado en el cargo por el Presidente de la República.

México ha vuelto a ser el país número uno en migración ilegal de sus habitantes a Estados Unidos, luego de que con el presidente Calderón se logró una tasa cero entre los que salen del país y los mexicanos que regresan a su patria.

Con el presidente Peña se mantuvo ese equilibrio, aunque ya se manifestaba una tendencia al alza en la migración ilegal.

Fue con el presidente López Obrador con quien cambió, para mal, el número de detenciones (puede ser una o más veces) de mexicanos en la frontera sur de Estados Unidos. En el año fiscal 2019: 252 mil 293 detenciones.

2020: 362 mil 248 detenciones

2021: 666 mil 684 detenciones.

2022: 800 mil 688 detenciones.

En lo que va del presente año fiscal: 382 mil 92 detenciones.

¿La razón? Falta de crecimiento económico y el incremento de la violencia en el país. “Esos son los factores que han motivado que los mexicanos volvieran a salir a buscar alternativas en el extranjero”, explicó el primer director del Instituto Nacional de Migración en el presente sexenio, Tonatiuh Guillén.

La mentira.- En las páginas 72 y 73 del Plan Nacional de Desarrollo, el presidente López Obrador escribió:

“En el último año del sexenio habrá cesado la emigración de mexicanos al exterior por causas de necesidad laboral, inseguridad y falta de perspectivas, la población crecerá de manera mejor distribuida en el territorio nacional y millones de mexicanas y mexicanos encontrarán bienestar, trabajo y horizontes de realización personal en sus sitios de origen, desarrollando su vida al lado de sus familias, arraigados en sus entornos culturales y ambientales. Para entonces la delincuencia organizada estará reducida y en retirada. Los jóvenes no se verán empujados a las conductas antisociales y se privará a la criminalidad del semillero de nuevos integrantes que hoy representa la exclusión de los jóvenes del estudio y el trabajo. Los índices delictivos –de homicidios dolosos, secuestros, robo de vehículos, robo a casa-habitación, asalto en las calles y en el transporte público y otros– se habrán reducido en 50 por ciento en comparación con los de 2018 y México habrá dejado de ser la dolorosa y vergonzosa referencia internacional como tierra de violencia, desaparecidos y violaciones a los derechos humanos”.

En la página 35, cargó contra “los gobiernos neoliberales” que lo antecedieron:

“Y mientras abogaban por un trato digno y justo a los mexicanos en Estados Unidos, las autoridades migratorias mexicanas sometían a toda suerte de atropellos a los migrantes extranjeros en el territorio nacional, demoliendo así toda autoridad moral para defender a nuestros connacionales al norte del río Bravo”.

Párrafos antes el presidente López Obrador hizo un diagnóstico de la emigración de mexicanos (que en ese entonces se encontraba en una tasa cercana a cero):

“Los gobernantes del ciclo neoliberal dieron por hecho que la emigración de mexicanos hacia Estados Unidos –la mayor parte de ellos, sin documentos de residencia– era un fenómeno natural e inevitable. Soslayaron el hecho de que la salida de poblaciones enteras de sus lugares de origen era consecuencia de las políticas económicas aplicadas por ellos mismos, políticas que tuvieron como consecuencia la aniquilación de la industria nacional, el abandono del campo, el incremento de la pobreza, el desempleo y la marginación, la eliminación de los mecanismos de redistribución y de movilidad social y la agudización de la inseguridad y la violencia, factores que detonaron la virtual huida de connacionales hacia el norte, en busca de trabajo, seguridad y perspectivas de vida. El régimen oligárquico no sólo no se ocupó de resolver de raíz el fenómeno de la emigración, sino que hasta lo alentó, incluso de manera explícita”.

Ahí están, a su disposición, la realidad y la mentira.

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