Sí, sí podía saberse. Y también pudo evitarse.
Hace poco más de 20 años, el 19 de enero de 2004 publiqué una columna con el título Así es el puntero:
“Ante la crítica pierde la calma, se exalta y aflora su talante autoritario.
“Por su sobrerreacción a la aislada crítica que enfrenta y por su manera de gobernar, podemos darnos una idea de cómo es el puntero en las encuestas.
“Desprecia y ataca a los críticos. Tiene la inercia autoritaria de convertir a sus adversarios en enemigos.
“Su versión de la historia y de la sociedad es maniquea: la divide en buenos y malos.
“No cree en la legalidad.
“Veta las leyes que no le gustan. Subordina al Poder Legislativo del DF para acelerar o frenar lo que él considera que debe frenarse o apresurarse.
“Hoy, en el Distrito Federal, el Gran Legislador es él.
“Si los fallos judiciales no se apegan a su voluntad, echa a andar la maquinaria de linchamiento en los medios contra jueces y magistrados.
“Él nunca es responsable de nada, sólo de los éxitos. Los errores de su administración se los achaca a sus colaboradores, a sus adversarios o al neoliberalismo.
“Ofrece el paraíso, la esperanza y la felicidad sin esfuerzos ni reformas.
“Y quien lo critica es objeto de sus ataques verbales, ironías e insidias, mientras premia con dispendiosa publicidad a quienes lo halagan.
“Así es López Obrador. Es un populista autoritario”.
En sus conferencias mañaneras, hace 20 años, exhibía su aversión a la verdad, su negación de la realidad a pesar de las evidencias. Y tenía a un grupo de lambiscones que le sacaba las castañas del fuego, como ahora.
El 16 de noviembre de ese año (2004), un mes antes de la consulta para revocación de mandato, publicamos en la portada de Crónica la nota del reportero Raymundo Sánchez que daba cuenta del reparto de 50 mil condones con la imagen de AMLO, con las siglas de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.
Durante la conferencia de prensa, Raymundo Sánchez le enseñó al jefe de Gobierno uno de los preservativos que repartía el PRD con las siglas de la SSP:
“Con la mano trémula, riendo nerviosamente, Andrés Manuel López Obrador sostuvo uno de los condones (que le entregó el reportero).
“Al verlo con detenimiento y desconfianza, sólo atinó a decir: ‘¡No existe esto, no existe esto!’, como queriendo exorcizar el objeto, y sin ofrecer explicación alguna.
“‘¿Cómo van a sacar esto? Hoy es lunes, ¿cómo vamos a empezar con esto? Levanten el nivel’, dijo López Obrador y habló durante 10 minutos seguidos sobre otro tema”.
El reportero insistió desde su lugar:
-Así como salió el simicondón también salió éste, mírelo bien.
-Miren, ahí está, estamos hablando de esto y vienen con esto –respondió López Obrador, tratando de que el asunto se viera, según él, como falta de profesionalismo de los medios.
-Hay desvío de recursos de la SSP al PRD, para su campaña, ¿qué tiene que decir a eso? –preguntó Raymundo Sánchez.
-¡No existe eso! –quiso cortar López Obrador.
-Pero lo tiene en la mano. ¿Entonces qué es? –replicaron varios reporteros.
-Es Seguritec (la marca del preservativo masculino), no, pero cómo vamos a empezar con esto, porque acuérdense que estamos en una sala de prensa que lleva el nombre de Francisco Zarco –dijo y buscó con la mirada a alguien que le hiciera una pregunta de otro tema y rápidamente se levantaron manos.
Una corte de aduladores del gobierno que él encabezó le repetía en voz baja y en voz alta, en su oficina y en la televisión, con mariachis, que él era el rey. Se lo creyó a pie juntillas. Enloqueció (columna De insólita gravedad: el problema está en la cabeza, publicada el 4 de enero de 2005).
Ante su inminente primera candidatura presidencial, publiqué dos entregas de mi columna con el título El privilegio de mandar, el 15 y 22 de agosto de 2005, con preguntas de respuestas obvias que pretendían llegar a la memoria de los lectores:
“Promete mejorar la seguridad (en el país), ¿la mejoró en el DF?
“Promete combatir a fondo la corrupción. ¿La combatió?
“Promete respetar la autonomía del Legislativo. ¿La respetó?
“Promete acatar las leyes y las resoluciones del Poder Judicial. ¿Las respetó?
“Promete reordenar la deuda pública. ¿La reordenó?
“Promete mejorar la atención en el IMSS y en el ISSSTE. ¿La mejoró en los centros de salud del DF?
“Promete elevar la calidad de la educación. ¿La mejoró?
“Promete no usar el cargo para ayudar a amigos ni para destruir adversarios. ¿No lo uso?
“Bajo su administración los secuestros en la capital del país se duplicaron… (44 por ciento de los secuestros que se realizaban en el país sucedía en el Distrito Federal) Entre 2001 y 2004 el narcomenudeo creció 762 por ciento en el DF, según el reporte de la Procuraduría General de la República titulado Problemática Social Generada por el Narcomenudeo…
“Cuando en junio de 2004 cientos de miles de capitalinos marcharon en demanda de seguridad pública, López Obrador dijo que eran pirrurris movidos por una mano negra.
“¿Ése es el que va a garantizar la seguridad pública si llega a presidente?”
Se lamentaba porque –dijo– no tenía dinero para la campaña. Apunté en esa columna:
“Dice que no tiene dinero, pero por alguna razón las obras más importantes de su gobierno (en el DF) se realizaron por la vía de la adjudicación directa.
“Dice que no tiene dinero, pero cuando la mayoría perredista aprueba que se construyan edificios de seis a diez pisos en Coyoacán y Álvaro Obregón –San Ángel–, más ‘corredores urbanos’ con cantinas y centros nocturnos en esas delegaciones, suena precisamente a lo que López Obrador dice que no tiene: dinero.
“Dice que no tiene dinero, pero entregó a dos constructoras privadas 38 hectáreas de Santa Fe a cambio de los puentes de la avenida de Los Poetas. La obra costó a esas empresas 850 millones de pesos, y dividieron el terreno (las 38 hectáreas) en 600 lotes de a dos millones de pesos cada uno, con lo que obtendrán mil 200 millones de pesos. Ganancia neta mínima: 350 millones de pesos.
“Dice que no tiene dinero, pero a algún lado se van las cuotas de los 13 mil taxis piratas del grupo Panteras que pagan al Frente Popular Francisco Villa, del PRD.
“Dice que no tiene dinero, pero a algún lado se van las cuotas que pagan los 100 mil ambulantes controlados por organizaciones lideradas por su secretario particular, René Bejarano.
“¿No tiene dinero?”.