Se habla en la industria de la blockchain (cadena de bloques) que el futuro de los mercados de criptomonedas será impulsado por los desarrollos que sucedan en el Este. Los inversionistas necesitarán prestar atención a los cambios geopolíticos que se están dando en el panorama regulatorio, específicamente algunos cambios próximos en Asia.
Mientras los expertos políticos se enfocan en el baile diplomático en medio de las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China, una batalla más benigna está surgiendo en los pasillos de los reguladores financieros. Mientras que por ahora es local, nada se queda local por mucho tiempo en los mercados globales.
Las posibles ramificaciones van más allá de los mercados cripto, moldeando potencialmente la influencia económica que, en este paisaje cambiante, es más geoestratégicamente importante que nunca.
A principios de la semana pasada, la Comisión de Valores y Futuros de Hong Kong (SFC) publicó el texto propuesto de su próxima regulación cripto, programada para entrar en vigencia el 1 de junio, y lo abrió para comentarios públicos. Su alcance incluye la licencia de plataformas de servicios de activos crpto, que originalmente solo se les permitiría atender a inversionistas acreditados. También está abierta a discusión de activos “aprobados”, que por el momento solo incluiría una selección limitada de los tokens con mayor liquidez.
Hasta ahora, esto parece ser otro ejemplo de una jurisdicción muy adelantada a Estados Unidos en términos de claridad regulatoria y disposición para interactuar con el público sobre el tema. Pero es mucho más que eso, también es un ejemplo de la división de estrategia Este-Oeste, el poder de los inversionistas minoristas y la importancia de observar los flujos que pueden desarrollarse.
Hong Kong también ha presupuestado 50 millones dólares de Hong Kong (~$6.4 millones de dólares) para el desarrollo de activos criptográficos, incluidos los esfuerzos de educación para individuos y empresas. Y el secretario financiero de Hong Kong, Paul Chan, anunció el lanzamiento de un grupo de trabajo compuesto por representantes políticos e industriales para explorar la integración de activos criptográficos.
Esto parece mucho más amplio y a largo plazo que simplemente la supervisión de proveedores de servicios criptográficos. En parte, se trata de sentar algunas bases para el crecimiento económico de la región. La economía de Hong Kong depende en gran medida de los servicios financieros y del turismo de la parte continental, ambos afectados duramente por los estrictos cierres de la pandemia de Covid-19. Recientemente informó su cuarta contracción trimestral consecutiva del PIB, y el jefe ejecutivo de la región, John Lee, se ha comprometido a priorizar la atracción de talento extranjero.
Y dicho por John Lee: “Hong Kong ha sido, es y será uno de los centros financieros más importantes del mundo”.