En 2018 Movimiento Ciudadano obtuvo su primera gubernatura de la mano de Enrique Alfaro. Durante su campaña, el gobernador prometió la transformación profunda de Jalisco, una “refundación” que, según el mismo gobernador, consiste en “garantizar a los jaliscienses un gobierno e instituciones que respeten la ley”. La realidad nos ha revelado que tal refundación nunca existió. Esto lo creen muchas y muchos jaliscienses: según una multitud de encuestas, Enrique Alfaro es uno de los gobernadores peor evaluados del país.
Otro ejemplo de la desconfianza en las autoridades, viene de la evaluación ciudadana para acabar con la inseguridad: sólo cuatro de cada 100 de los habitantes de Guadalajara confía en la capacidad del gobernador para resolver el problema de la violencia y el crimen. No es para menos. La crisis de violencia y la ola de desapariciones se han agudizado. Apenas hace unos días, periódicos locales publicaron cómo Jalisco ya superó durante este gobierno la indignante cifra de 10 mil asesinatos. En cuanto a desapariciones, las cifras indican que la tendencia empeora cada vez más: Jalisco es la entidad con el mayor número de personas desaparecidas en el país.
A pesar de esta situación, el gobierno de Enrique Alfaro ha recortado el presupuesto de seguridad y sigue sin reformar a las fuerzas policiacas, que él mismo acusó de estar infiltradas después del “halconazo jalisciense” del 4, 5 y 6 de junio de 2020, un operativo en el que diversos cuerpos de seguridad reprimieron y “levantaron” a estudiantes que se manifestaban pacíficamente en las calles de Guadalajara. La misma conducta autoritaria se reiteró apenas hace unas semanas atrás cuando las policías reprimieron a madres de personas desaparecidas en el centro de Guadalajara; lo mismo, una vez más, hace unos días cuando decenas de granaderos llegaron a bloquear el paso de las casas de las y los vecinos y activistas ambientales inconformes con el despojo de un parque, uno de los pocos espacios de esparcimiento en el oriente de la ciudad.
Movimiento Ciudadano también ha intentado posicionarse a nivel nacional como un partido preocupado por la emergencia climática, sólo que aquí en Jalisco hacen lo contrario a lo que prometen. Los más de 700 incendios y las 25 mil hectáreas arrasadas por los incendios en este 2023, son pruebas irrefutables de cómo la agenda ecológica no es una prioridad para el gobierno. Las inundaciones por la tala ilegal en San Gabriel, un municipio en el sur jalisciense, y en la colonia Miramar de Zapopan son otros dos claros ejemplos de impunidad para quienes depredan el medio ambiente. Qué decir del caso de las Villas Panamericanas, unos edificios construidos en una zona de recarga hídrica y, que con el beneplácito del gobierno estatal al permitir su venta y ocupación, comprometen el abasto de agua a Guadalajara.
¿Por qué a nivel nacional Movimiento Ciudadano pide un nuevo modelo de seguridad y aquí en Jalisco, donde gobiernan, utilizan a la policía para amedrentar a las ‘voces críticas’, ¿por qué sus legisladores federales denuncian las políticas ambientales del gobierno federal, cuando se ha visto que en donde pueden hacer algo, el medio ambiente no es una preocupación? Movimiento Ciudadano usa una cara aquí en Jalisco y otra cuando está bajo los reflectores nacionales.
Cabe destacar que varios de estos puntos se han logrado por medio de la alianza fáctica que Movimiento Ciudadano mantiene con Morena en el Congreso de Jalisco, en donde casi siempre votan haciendo equipo, como cuando aumentaron su presupuesto en más de 140 millones de pesos. El que ahora Movimiento Ciudadano haga campaña contra los oponentes de Morena en las elecciones del Estado de México sólo da pie a confirmar este pacto.
Hoy tenemos una gran oportunidad para desenmascarar a estos partidos que solo buscan nutrir sus intereses personales. Para ello se necesita la participación de toda la sociedad, desde la organización de las personas en las colonias y barrios. Tenemos que sumar nuestras voces para denunciar la violencia, exigir resultados ante la grave crisis de personas desaparecidas y evidenciar los ecocidios. Que el país entero se dé cuenta de la crisis que se vive en Jalisco.