Plaza Viva

Algunas ideas en la pandemia

Será vital sumar ideas, de modo que el gobierno rectifique su actuar y así retome la promesa más clara del presidente: “Por el bien de todos, primero los pobres”.

Un ser microscópico nos golpeó tan fuerte que nos recordó nuestra fragilidad, las tantas desigualdades en el mundo y el hecho de que nuestro modo de vida de consumo es insostenible. El número de enfermedades y muertes que ha suscitado nos ha abierto los ojos a la relevancia que la otra persona, su salud, sus pasos y sus carencias, tiene en nuestras vidas. La ruta para hacerle frente a este virus hace recordar las palabras que Juan Rulfo escribió hace ya varias décadas: "Nos salvamos juntos o nos hundimos separados".

Nuestro planeta enfrenta hoy una crisis sanitaria con potencial de convertirse en crisis económica. Lo mismo sucede en México. Cada minuto cuenta para hacerle frente a esta contingencia que nos llama a actuar solidariamente, a colaborar sin importar colores ni fobias, a no distraernos de lo que realmente importa ahora: salvar vidas.

Para lograrlo, es necesario reducir –o "aplanar"– la curva de contagios. No se trata de que nadie se enferme, sino de que los enfermos puedan ser atendidos en los hospitales públicos.

Por eso hay que atender las recomendaciones de las autoridades: quedarnos en casa durante los próximos días y salir solo por razones de fuerza mayor; cuidar sobre todo a las personas adultas mayores, a las que tienen algún padecimiento de salud y a las mujeres que estén embarazadas; y ser profundamente solidarios con quienes más lo necesiten en este momento.

Podrían haber reclamos, señalamientos, más gasolina al fuego que luchamos por apagar. Entre salvar vidas y tener la razón, la decisión es sencilla: la salud debe ir por encima de la rapiña política. No se trata de cheques en blanco ni aplausos, sino de un pacto nacional por la salud. Las cuentas llegarán, hoy es el momento de brindar ideas y aportar en la medida de lo que podamos para que el país construya otro horizonte.

En ese sentido, será vital contribuir para sumar ideas, de modo que el gobierno rectifique su actuar y así retome la promesa más clara del presidente: "Por el bien de todos, primero los pobres". Hoy es imposible exigir quedarse en casa a quien no sabe qué comerá su familia mañana. Por ello, en esta crisis que se avecina, tal promesa de campaña debe significar todo el apoyo que el Estado mexicano pueda brindar a la población en situación de precariedad.

En su claro y lúcido artículo 'Superemos juntos la emergencia', publicado en la revista Nexos, Santiago Levy repasa iniciativas para hacer frente a la crisis desde una perspectiva holística y, particularmente en lo que se refiere a "minimizar el impacto regresivo de la crisis". Levy presenta tres propuestas para evitar que se aumente la pobreza en nuestro país: recalibrar los apoyos del programa social Becas Benito Juárez, que llegan precisamente a los hogares más pobres; desarrollar estrategias que garanticen los empleos formales afiliados al IMSS; y apoyar directamente a aquellas personas trabajadoras no asalariadas dadas de alta en el SAT.

Al aumentar temporalmente las transferencias de las Becas Benito Juárez, se buscaría atender a la población más vulnerable, la más pobre del país, que podría perder sus fuentes laborales, lo que pondría en riesgo a toda su familia.

En cuanto a la estrategia orientada a cuidar del empleo formal afiliado al IMSS, Levy sugiere que los esfuerzos deben enfocarse en que la nómina de las empresas se mantenga y que para estimularlo se podrían detener, por un plazo definido, pagos de las cuotas obrero-patronales en Infonavit, IMSS y Afore, cubriendo cierta parte de los salarios por parte del Estado. También reconoce que deberá impulsar la banca de desarrollo para que pueda apoyar a empresas, con condiciones más generosas a quienes demuestren que no han despedido personal.

Hacer transferencias directas y no condicionadas a las personas que están dadas de alta en el SAT como trabajadores no asalariados podría beneficiar a micro y pequeñas empresas, a comerciantes y a todas las personas que son el sostén en su casa y cuyo trabajo no depende de un patrón. Según Levy, este ingreso sería temporal y equitativo.

Para hacer realidad estas medidas será fundamental analizar la posibilidad de endeudamiento y una reforma fiscal, con una clara orientación progresiva, así como revisar –con nuevos ojos, dada la crisis actual– la pertinencia de los proyectos de infraestructura que ya se están construyendo.

El país enfrenta una de sus pruebas más grandes en los últimos años. Varios escenarios críticos podrían desencadenarse ante la crisis sanitaria que el Covid-19 ha traído a nuestras puertas. Frente a estos retos no tengo dudas que la sociedad saldrá adelante; sin embargo, es vital que la autoridad genere respuestas diligentes para evitar que quienes menos tienen sean los más afectados en esta pandemia.

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