La Fiesta Está Viva

La navideña

La Feria Internacional de Querétaro se lleva a cabo cada mes de diciembre. La fecha más relevante es la corrida navideña, celebrada cada 25.

Querétaro, sin duda, es uno de los estados más bellos de nuestra hermosa república mexicana. Lo que hace grande a los estados, ciudades, municipios, pueblos y comunidades son sus tradiciones. México es sinónimo de historia, color, orgullo, alegría y bondad.

La tradición taurina en este estado es inmensa; 31 ganaderías mantienen miles de hectáreas en perfecto equilibrio ecológico; se generan miles de empleos directos e indirectos; es cuna de grandes toreros incluso de dinastías; cuenta con plazas de toros que son orgullo y deberían formar parte del patrimonio cultural de la nación.

“La Santa María de Querétaro”, es una de ellas. Inaugurada en 1963, vino a sustituir la antigua Plaza de Toros Colón que fue el centro de actividad taurina del bajío desde 1898.

La Feria Internacional de Querétaro se lleva a cabo cada mes de diciembre. Además de la exposición ganadera, palenque y teatro del pueblo, las corridas de toros son los eventos de mayor trascendencia e importancia. La fecha más relevante es la corrida navideña, celebrada cada 25 de diciembre y que ofrece lo mejor en toreros y ganaderías. Se ha convertido esta corrida en parte de la forma de vivir y celebrar las navidades de la sociedad queretana. No me refiero con sociedad al alto estrato, este festejo taurino cuenta con el inmenso apoyo popular de los queretanos. La Fiesta es de todos.

El próximo sábado se llevará a cabo esta tradicional corrida. Por obvias razones en 2020 no se pudo llevar a cabo por lo que este año estoy seguro que la sociedad se volcará a los tendidos de la Santa María para vivir la navidad, como acostumbra desde hace más de 55 años, con toros.

El cartel formidable, ya lo pueden ver en el gráfico que ilustra esta entrega. Espero que los toros embistan, que los toreros luzcan y que el público goce y celebre con esta corrida.

La respuesta del público y de los aficionados en la reapertura de distintas plazas ha sido extraordinaria en cantidad y disposición a disfrutar, que es el objetivo de asistir a una corrida de toros. Gozar con el arte, el valor, la bravura y belleza del toro.

Esta vuelta ha sido y es una reafirmación de que México es taurino. Que los taurinos respetamos profundamente a quienes no lo son. No tratamos de imponer a nadie nuestros gustos ni aficiones, estamos comprometidos a defender nuestro derecho a asistir; mismo derecho que tienen los que no aprecian o no gustan de la tauromaquia a no hacerlo.

El debate que los antis pretenden llevar a consulta sobre toros sí o toros no, va más allá. Aquí lo realmente grave es saber, ¿si los poderes públicos pueden imponer en forma obligatoria las opciones morales de un grupo de la sociedad al resto de los ciudadanos? Pregunta que expone Manuel Sescosse, ganadero, empresario y presidente de Tauromaquia Mexicana A.C. Si esto sucede, los derechos de las minorías están en serio riesgo, la comunidad LGTB que tanto ha luchado y ganado en derechos podrá verse amenazada una vez más por la intransigencia de grupos radicales. La charrería, los gallos, la práctica de alguna religión, los zoológicos y muchas cosas más quedarían a merced de los caprichos de un grupo.

Tristemente vivimos una época en la que personajes perversos circulan por la sociedad enfermándola de rencor, intentando imponer una supuesta calidad moral, carente de verdad, de principios y de respeto por sus semejantes. Mencionaré a un par: Jesús Sesma, diputado del vergonzoso Partido Verde y Arturo Berlanga. Este último, un individuo que se atreve a publicar en un diario de circulación nacional que: “el toro de lidia no es una especie ni tampoco una raza…”, semejante atrocidad me hace pensar que no está bien de sus capacidades intelectuales al declarar esta barbaridad. Lejos estoy de intentar explicarle a este personaje el porqué los aficionados a la tauromaquia vivimos con pasión la cría del toro bravo, el arte, la cultura, los valores que defendemos con verdad y no con absurdos. Es nuestro derecho constitucional. Usted señor Berlanga no se cuelgue de la tauromaquia para intentar ser alguien. Salve especies en extinción, encárguese de perros, gatos, pájaros o cualquier mascota. Al toro bravo déjelo en paz. No se meta donde no le llaman. Sea honesto, hable con la verdad.

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