La Fiesta Está Viva

498 años

Celebramos los primeros 498 años de que se llevó a cabo la primera corrida de toros en nuestro territorio, en aquellos tiempos todavía no bautizado como México.

Escribo estas líneas el día de San Juan, fecha en la que además de conmemorar a todos los Juanes, celebramos los primeros 498 años de que se llevó a cabo la primera corrida de toros en nuestro territorio, en aquellos tiempos todavía no bautizado como México.

El 24 de junio de 1526 es la fecha de la que se tiene primer registro de un festejo taurino, se encuentra documentada en la Quinta Carta de Relación que Hernán Cortés envió al Rey Carlos Quinto, fechada el 3 de septiembre de 1526 en la Ciudad de México. Con acierto, Tauromaquia Mexicana ha declarado el 24 de junio, como Día Nacional de la Tauromaquia en México.

Es de gran relevancia por muchas razones, la primera, el valor histórico y cultural de la tauromaquia en nuestro país, argumento que debe tener peso específico en el respeto fundamental a nuestras tradiciones, aboliendo cualquier intento prohibicionista por parte de minorías que carecen de orgullo y sentido patriótico, pretenden que seamos una sociedad sin historia, sin orgullo y con una doble moral como la que ellos practican, auto bautizándose como ecologistas o animalistas cuando lo único que persiguen son, ya sea escaños políticos o figurar dentro de una sociedad que navega sin rumbo en sus valores, identidad y dirección para que los mexicanos vivamos mejor.

Es motivo de celebración estos primeros 498 años de una tradición que representa la fusión de dos culturas, la española y la indígena con sus distintas civilizaciones, encontrándose hace más de cinco siglos y que permiten ser hoy el pueblo que somos, impregnado de riqueza cultural ancestral y sus distintas maneras de entender la vida, con lo mejor de dos mundos, la poderosa cultura europea unida a la magia de civilizaciones indígenas maravillosas como las que habitan actualmente en nuestro territorio.

Taurinamente hablando, México es la segunda potencia mundial. Pastan dentro de las 170 mil hectáreas en perfecto equilibrio ecológico, 246 hierros con alrededor de 118 mil cabezas de ganado, de las cuales, menos del 7 por ciento llega a la plaza de toros, el hato restante pasta y vive en grandes extensiones solo útiles para la ganadería en la que conviven miles de especies animales de todo tipo, vegetales y flores que, gracias al toro bravo que ejerce como guardián, existen la paz y el bienestar ecológico que su presencia impone.

En estos casi cinco siglos de tauromaquia en México, el sentir de un pueblo ha encontrado similitudes irrepetibles en esta cultura. La música, la pintura, la escultura, la literatura y la poesía han descubierto en la Tauromaquia musas inspiradoras para crear una parte importante de nuestra expresión como sociedad en un país que surge de la fusión de dos culturas de las que debemos estar orgullosos.

México es y ha sido cuna de grandes toreros, desde el inicio de esta actividad, el valor y el arrojo de una raza potente, con el arte y sentimiento que nos sale de lo más profundo de nuestra alma, nos han dado toreros geniales e irrepetibles. Enumerar a nuestros héroes sería imposible, todos y cada uno de los hombres que se han enfundado la seda y el oro para jugarse la vida ante un toro forman parte del orgullo taurino mexicano.

El toro también es distinto en México, adaptado a la geografía y orografía de nuestro país, el toro mexicano ha sido siempre motivo de orgullo y placer para torear. Su bravura radica en la clase al embestir, su acometividad va de la mano de la nobleza. Hace más de un siglo de las primeras importaciones por parte de los hermanos Llaguno, en Zacatecas y los González, en Tlaxcala. Desde entonces, con menos de 20 vacas importadas en ambos casos, se han creado embestidas maravillosas, encastes propios que hoy con el paso de los años y las distintas importaciones posteriores nos permiten gozar de prácticamente todas las sangres bravas disponibles.

México es taurino, su historia y la actualidad lo reafirman contundentemente.

El próximo sábado 29 de junio se llevará a cabo en la ciudad de San Juan del Río, Querétaro, el segundo festejo taurino de su feria. La ubicación geográfica de esta ciudad es excelente, a 130 km de la Ciudad de México, a 30 minutos de la capital queretana y rodeada de ganaderías de prestigio, tierra de grandes toreros y con un ambiente taurino excelente.

Es una gran oportunidad para disfrutar de un sábado cultural y emocionante. El cartel es variado y atractivo, el rejoneador Fauro Aloi, a pie están programados El Zapata y Calita ante seis toros de la ganadería queretana de La Antigua. La corrida arranca a las 13:30 horas, por lo que está ideal para después del festejo degustar de la buena gastronomía de la zona y su amplia oferta de restaurantes.

Al día siguiente, en Xalostoc, Estado de México, se jugarán toros de Xajay para Antonio Ferrera, Antonio Mendoza y Héctor Gutiérrez, a las 4:00 de la tarde. Se viene el verano, los meses de mayor actividad taurina están por venir y aquí daremos cuenta de ello.

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