La Fiesta Está Viva

Conquistando ilusiones

Uno de los grandes valores de la tauromaquia reside en encontrar y apreciar las pequeñas grandes cosas del toreo, escribe Rafael Cué.

Es el nombre con el que el matador Alejandro Amaya bautizó un serial novilleril en la plaza de toros Caliente, de la ciudad de Tijuana. Esto es por demás un acto de amor, pasión y gratitud por parte del torero fronterizo a la tauromaquia. Aquí hay mucha tela de dónde cortar, y mucha lectura entre líneas.

La trayectoria del matador Amaya está escrita ya en el toreo, cada quien podrá darle la lectura que desee y entienda por esta vocación centenaria que ha llevado a hombres y mujeres a jugarse la vida ante un toro para sentirse vivos. La caligrafía con la que Amaya escribió en los ruedos del mundo su tauromaquia es elegante, bien trazada, legible para muchos e inentendible para otros. ¿Qué lleva a un hombre a jugarse la vida vestido de luces? En otras épocas, la búsqueda inequívoca de conquistar las ilusiones que brillan con el dinero y la fama, sin embargo cuando los toreros logran acumular el dinero, el alma no les permite desligarse del toreo, es un sentimiento mayor, un estado de ánimo y el motor para afrontar la vida.

Uno de los grandes valores de la tauromaquia reside en encontrar y apreciar las pequeñas grandes cosas del toreo. Muchos podrán pensar que esos momentos de gloria son los triunfos irrefutables y contundentes, como salir por la Puerta Grande de alguna plaza de primera, o alcanzar la fama y la condición de Figura del toreo; sin duda sí, pero los verdaderamente grandes momentos que llenan el alma del torero son aquellos en los que, inmerso en la más absoluta soledad del ruedo, el hombre sueña ante un animal bravo, pueden alcanzarse incluso en alguna ganadería, al atardecer, en la soledad de un tentadero donde confluyen las intenciones del torero, el ganadero y una vaca probada en tienta; la becerra tiene la inconsciente responsabilidad de defender la bravura que a su raza la hace única, de honrar la muerte a espada de los toros en la plaza, y de ganarse el honor de ser madre para heredar a sus crías las condiciones que quitan el sueño a los ganaderos, buscando la embestida perfecta.

Cuatro novilladas para 16 toreros, mismo número de novillos bien escogidos y todos de la misma procedencia, la ganadería de Octaviano García, una verdadera oportunidad, dada la calidad del hierro. El triunfador de estas cuatro novilladas tendrá el honor de alternar en festejo mixto con tres buenos matadores de toros el domingo 11 de agosto a las 16:30 horas, en la misma plaza Caliente.

La primera novillada ha apuntado ya un triunfador con el corte de dos orejas a un buen novillo, es el caso de Iñaki Bernús, hombre que desde niño en una tarde campera como la arriba mencionada, en la ganadería de Jaral de Peñas descubrió la vocación que su alma encerraba: ser torero. Desde ese día, Iñaki no ha parado de soñar, decidió sacrificar familia y comodidades por vivir a sangre y fuego la aventura de vislumbrar el ser torero, hoy lo es. ¿Llegará? Sólo Dios, el destino y el toro tienen la respuesta. Este triunfo es la primera recompensa a años de sacrificio, volteretas e ilusiones aplastadas por la dureza de esta vocación. Ha triunfado y a la vez no ha logrado nada, el camino es largo, el toreo es duro y cruel, pero la ilusión mueve montañas y los toreros lo saben.

Alejandro Amaya está satisfecho al sembrar la posibilidad de que toreros vivan el sueño de intentarlo, sólo depende de ellos y de qué tanto desean conquistar la ilusión que a todos y cada uno desde hace años les quita el sueño.

El próximo viernes a las 20:30 horas, en la misma plaza, harán el paseíllo cuatro toreros: Pedro Bilbao, Guillermo Guerra, Juan Querencia y Curro Durán, quienes deben demostrar qué tanto están dispuestos a conquistar sus propias ilusiones.

Como aficionado agradezco, valoro y admiro el gesto del matador Alejandro Amaya por mantener la Fiesta viva en Tijuana. Trabajando de esta forma, con pasión, respeto y grandeza, el resultado será bueno. Ahora el aficionado fronterizo debe hacer su parte, comprar su boleto y apoyar el proyecto.

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