La Fiesta Está Viva

Felices 75

La Monumental Plaza de Toros México cumple el próximo viernes 5 de febrero, tres cuartos de siglo de haber sido inaugurada.

La Monumental Plaza de Toros México cumple el próximo viernes 5 de febrero, tres cuartos de siglo de haber sido inaugurada. Desde el momento en que se dio a conocer el proyecto de la Ciudad de los Deportes en los años cuarenta del siglo pasado, la Ciudad de México cambió para siempre. La sensación de modernidad y progreso alimentó el espíritu de la sociedad de aquella época de oro de nuestro México.

El martes 5 de febrero de 1946, la ciudad se paralizó ante la gran inauguración de la Monumental, que para aquella época era una obra absolutamente impresionante, majestuosa, una joya de la ingeniería y una construcción icónica y catalogada años más tarde por la Ciudad de México. La euforia era absoluta, aficionados y público abarrotaron el gran coso, más de 44 mil almas para vivir y disfrutar de una corrida encabezada por Luis Castro "El Soldado", Manuel Rodríguez "Manolete" y Luis Procuna, ante seis toros del hierro zacatecano de San Mateo. Con retraso dio inicio el festejo por la complejidad que en aquella época representaba llegar a la incipiente colonia Nochebuena. Comenzó la historia ligada a la vida de la sociedad mexicana, de la ciudad y de cientos de miles de personas cuya existencia ha sido marcada por el simple hecho de asistir una sola tarde a la Monumental.

La México es la plaza más grande del mundo, no sólo en capacidad sino en sensibilidad. Existen otras plazas, santuarios del toreo que gozan también de una sensibilidad basada en el conocimiento y gusto por los toros, como puede ser La Real Maestranza de Caballería de Sevilla, plaza que hace del silencio una dura prueba para el toreo y que responde con gran gusto ante cualquier detalle torero. En cambio, la sensibilidad de La México para mí es una maravilla y un misterio. Cuando llena o bien con 15 mil almas en los tendidos, el público de La México de-muestra una sensibilidad total; parecería estar no atento, existen gritos, porras y el silencio no es norma, sin embargo en cuanto surge en el ruedo el mínimo detalle de torería y buen gusto o entrega total, el público reacciona como el más entendido, es alucinante. En tardes de lleno, desde el inicio con el "olé" al comenzar el paseíllo, el alma se nutre de gozo, felicidad y sentimiento. Una experiencia de vida.

Para mí en lo personal, es La Plaza México un lugar importante en mi vida. De niño, con dos o tres años, ya me cautivó. Cuenta mi padre, a quien agradezco la herencia de esta maravillosa afición, que a esa edad ya gozaba yo vivir las tardes de toros desde los tendidos. Gran parte de mi vida, y no me refiero al tiempo sino a la calidad del mismo, la he vivido ahí, ese tiempo ha direccionado mi vida y mi forma de ser. Ahora que estoy a días de cumplir 53 años, deseo que La México siga formándome como persona y como aficionado.

Para mí es un honor y una responsabilidad documentar desde hace 11 años cada una de las Temporadas Grandes en el anuario Matador. El 14.6% de su historia. Un gozo y un placer desde hace seis años formar parte de las transmisiones por televisión de sus Temporadas, hablando de toros, de toreo, interpretando sentimientos de faenas y conceptos de embestidas que desde hace casi 50 años han entrado por mis ojos y pasado por mi cabeza, almacenándose en mi alma desde su ruedo, mágico y sagrado para los que amamos el toreo.

A todos y cada uno de los hombres que han tenido el valor de vestir en seda y oro para buscar alcanzar el sueño de convertirse en Figura del toreo, lo hayan conseguido o no, mi enorme respeto y máxima admiración. A los ganaderos que han llevado toros y novillos para ser lidiados en Insurgentes, mi enhorabuena. Habrán o no salido las cosas, pero estoy seguro de que su paso por esta plaza les ha servido en su creación de embestida y bravura.

Faenas inolvidables, momentos de embriagante belleza, emoción por la bravura expuesta por cientos de toros que han enaltecido su especie y su raza, majestuosos, capaces de llevarnos a la gloria y de matar. De embestidas por abajo al ritmo del más mexicano de los sentimientos.

Que sean estos primeros 75 años el preámbulo de muchas Temporadas más, de la búsqueda de un sueño y un concepto, de triunfos y fracasos, de emociones felices y duras, como la vida misma.

Felicidades, guapa.

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