La Fiesta Está Viva

Lanceando el futuro

En las crisis está comprobado que los capaces crecen, el resto intenta subsistir o desaparece en todos los ámbitos.

El presente nos ha obligado a pausar, la pandemia casi paralizó al mundo, cuya ruta ya venía sin rumbo, hacia una sociedad basada en lo superfluo y carente de los valores esenciales para la sana convivencia real, no virtual, entre los seres humanos. El mentado celular se ha convertido en parte importante de nuestro día a día, lo utilizamos para trabajar, comunicarnos, estar enterados, y muchos para crear una identidad "ideal" ante los ojos de los demás.

En las crisis está comprobado que los capaces crecen, el resto intenta subsistir o desaparece en todos los ámbitos. Hemos visto ejemplos formidables de creatividad, generosidad y bondad en todo el mundo, tanto en cultura, arte, gastronomía y comunicación; personas y empresas que nos han asombrado por su capacidad de reinventarse en una crisis. Cuando digo "reinventarse", no me refiero a hacer otra cosa totalmente distinta a la vocación u ocupación previa a la pandemia, sino a hacer lo mismo pero mejor, con un enfoque más humano, sin intereses ni pleitesías, y con verdad.

El mundo del toro no es ajeno a los tiempos, vengo narrándoles distintos esfuerzos, análisis e ideas de gente que está en este negocio por amor al toro y por una enorme vocación y respeto a su afición, sin vanidad, sin afán de protagonismo.

Con los toreros que he tenido la oportunidad de hablar de manera seria y comprometida sobre la incertidumbre del futuro para la tauromaquia, a todos ellos los encuentro centrados, en profunda introspección para ser el mejor torero que pueden ser; estos artistas buscan en su interior volver a la esencia de su vocación, vivir para expresar con el toro, lo que nos asegura que la calidad del espectáculo será de mayor intensidad, al poder gozar de sus tauromaquias de forma más pura.

Los ganaderos, genios a los que debemos la crianza del animal que nos enloquece: el toro; hombres y mujeres que han llevado la bravura a un término que no hace muchos años hubiéramos pensado imposible. La calidad en la embestida, la nobleza entendida como la entrega total del toro a seguir los engaños. La morfología del toro ha obtenido una belleza y proporción alucinante. En esta crisis, además de tener que soportar los costos de su vocación, los ganaderos se han obligado a realmente comprometerse con el toro, a analizar sus hatos y depurarlos, garantizando para un mañana mejores embestidas, toros más guapos y ganaderías con una base genética capaz de sustentar el futuro de la Fiesta.

El empresariado en el mundo del toro es el sector con el mayor reto en esta crisis; tendrán que reinventarse, ser audaces y muy inteligentes. La añeja fórmula de la papeleta generada en taquilla para solventar el costo de un festejo, de por sí ya obsoleta, hoy lo es más que nunca. No pensemos en la primera etapa de la vuelta a las plazas, donde quizás el aforo esté reducido por las normas sanitarias, pensemos en la vida cuando este maldito virus esté controlado por medio de la medicina o vacuna, que pedimos a Dios (y a los laboratorios) se encuentre disponible y al alcance de todos.

El aficionado ahí está en su casa, con la comodidad de la televisión, el streaming y la gran variedad de entretenimiento a un botón de distancia. ¿Qué harán para llevarnos a la plaza? La tauromaquia posee los elementos suficientes para ser el espectáculo más emocionante del mundo: color, belleza, valor, bravura y verdad.

Existen ejemplos que nos ilusionan, en España, como muestra, Lances del Futuro, empresa del buen amigo de México, José María Garzón, es prueba de ello. Vuelven los toros al Puerto de Santa María: Ponce, Morante y Aguado, con toros de Juan Pedro Domecq. Cartel al gusto del aficionado de la región. Para el 6 de agosto ya no hay boletos. El secreto, además del cartel, está en la manera de hacer promoción, de involucrar a los jóvenes y de saber contar una historia.

En México hay empresarios muy buenos, de amplia trayectoria. Ilusionado me tiene la forma de entender y trabajar para el aficionado y el público, de una nueva empresa: Tauroespectáculos. Este grupo de profesionales no deja de trabajar pensando en un futuro inmediato. Da gusto que surjan empresarios nuevos con valores y pasión por el toro. Espero que el medio entienda esta importancia y no quiera ejercer sus caducas reglas jerárquicas, que lo único que han logrado es mostrar incapacidad de atraer gente nueva a los tendidos, siendo ese es el gran reto empresarial. El trabajo es de todos, no recae en una plaza o una empresa, la Fiesta es de todos y todos debemos defenderla, difundirla y renovarla.

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