Donald Trump regresó al poder con prisa. Más poderoso y experimentado, sabe que el tiempo para instrumentar sus amenazas y tomar venganza es muy acotado. Básicamente 2025, su primer año de gobierno, pues en 2026 ya habrá elección intermedia.
Por eso, en los primeros diez días, ya nombró buena parte de su equipo.
Las características generales que definen al equipo son dos: lealtad y conservadurismo extremo. Después de eso, se pueden distinguir tres círculos concéntricos: el de los cercanos con ascendiente, los halcones con experiencia y el escuadrón de la venganza.
El primer círculo es muy pequeño. Sobresalen Don Jr. y Elon Musk. Don, el hijo mayor de Trump, está dedicado por entero a la política y se ha convertido en un líder del trumpismo. Incluso manifiesta su interés de ser el delfín de la dinastía. Su prometida, Kimberly Guilfoyle, gestionó la división de recaudación de fondos en la campaña de 2020 de Trump y habló en la Convención Nacional Republicana de 2024. El ascendiente del júnior se evidenció al convencer a su padre del nombramiento más relevante: JD Vance (senador republicano por Ohio) para vicepresidente.
Musk, el hombre más rico del mundo, se dice a sí mismo el “primer cuate” del presidente. La semana después de la elección, prácticamente acampó en Mar-a-Lago, el suntuoso hotel con campo de golf propiedad de Trump y epicentro de la transición. Musk ha sido nombrado junto con Vivek Ramaswamy, billonario de la industria farmacéutica, como los zares de la eficiencia gubernamental. Este círculo entrecruza con el del escuadrón de la venganza, pues en aras de eficiencia ya están hablando de desaparecer el FBI y la secretaría de Educación.
En el segundo círculo de halcones experimentados destacan Marco Rubio, Stephen Miller y Tom Homan. Rubio, senador republicano por Florida por 14 años y exintegrante del Comité de Inteligencia del Senado, tendrá el puesto de mayor pedigrí del gabinete. Como buen cubano de La Florida, es un cazacomunistas de América Latina y ha expresado sin miramiento sus críticas a nuestra corrupción, incapacidad para combatir a los cárteles y los amoríos de AMLO con los dictadores de Cuba y Venezuela.
Miller y Homan harán una mancuerna brutal para cumplir las promesas de deportar a millones. Miller es el genio tenebroso de la política y los ataques antinmigrantes. Ha sido nombrado el número dos de la Oficina de la Casa Blanca y tiene fama de huraño y gran estratega de políticas. De él sabemos que buscará retener a los migrantes sin documentos en campos de concentración y que va a utilizar una ley de 1798, Alien and Sediction Acts, para utilizar al Ejército y sus instalaciones en las expulsiones. Homan tiene experiencia de sobra. Fue el deportador de Obama y el arquitecto de la más ruda política antimigratoria de Trump, la separación de los niños de sus padres.
Finalmente, en el círculo escuadrón de la venganza, están Matt Gaetz y Pete Hegseth. Gaetz (diputado republicano de Florida) está siendo investigado por un comité del Congreso por trata infantil, uso de drogas y por corrupción. Es un político disruptor más rudo y menos escrupuloso que nuestro Noroña. Hegseth es un mayor del Ejército que sirvió en Afganistán e Irak. Entró en la órbita de Trump por ser un presentador con visiones extremas de la cadena conservadora Fox News, quien la semana pasada pidió la remoción del general Charles Brown, quien preside las Fuerzas Armadas de Estados Unidos (Chairman of Joint Chiefs of Staff). El alegato es que Brown llegó a donde está no por méritos, sino por ser negro en una política de acción afirmativa del ultraliberal Joe Biden.
El equipo y las prisas de Trump no dejan duda de que está en camino a cumplir sus promesas de campaña.
Trump sigue siendo Trump y ya desató una tormenta en Washington por los nombramientos de su escuadrón de venganza, en especial Gaetz y Hegseth. Varios republicanos han dicho que será difícil aprobar esos nombramientos.
La única buena noticia en semana y media que lleva Trump como presidente electo es que ya empezó un escándalo y eso lo distrae y lo vuelve tardo en instrumentar sus fobias y venganzas, entre las cuales, México y nuestra frontera están en primera fila.