Apuntes Globales

Las otras elecciones en EU: las legislativas

Algunas encuestas y vaticinios empiezan a proclamar una catástrofe republicana.

En Estados Unidos todos los años pares hay elecciones federales. Este 2020, aparte de la Casa Blanca, estarán en juego los 435 escaños de la Cámara baja y una tercera parte del Senado. Este es el diseño constitucional. Para que los representantes estén cerca del electorado, hay cada dos años elecciones y prácticamente la reelección es ilimitada en todo el país. En el Senado, las elecciones son escalonadas. Cada dos años se elige una tercera parte del recinto y los periodos son de seis años.

La relevancia de la elección legislativa 2020 es que el Partido Demócrata podría quedarse con la mayoría en ambas cámaras. Es decir, incrementar su liderazgo en la Cámara baja y hacerse de la mayoría del Senado. En Estados Unidos, el partido que tiene la mayoría, por mínima que sea, controla el proceso legislativo, pues automáticamente se hace merecedor de todas las presidencias de los comités y subcomités, que son las 'fabricas' de leyes.

¿Qué podrían lograr los demócratas de llevarse carro completo, es decir, la Presidencia y el Congreso? Podrían acabar con la parálisis legislativa que ha azotado a este país en las últimas dos décadas. Por ejemplo, daría paso a una reforma migratoria, la cual ha estado pendiente desde que George W. Bush inició en su campaña de reelección en 2004.

En la Cámara de Representantes, los demócratas tienen en esta legislatura 232 curules. El número mágico es 218, pues es la mitad del total (435) más uno. Según las encuestas y los modelos electorales, los demócratas van a lograr, en la elección del próximo 3 de noviembre, entre 222 y 250 curules. No hay manera que pierdan la mayoría y tienen buenas posibilidades de incrementar su ventaja. Pase lo que pase, la vocera seguirá siendo Nancy Pelosi, una líder con agallas que ha sido el gran dique opositor a Trump.

Los ojos de todos están puestos en el Senado. Este año hay 35 curules en juego, pues hay dos elecciones adicionales –Arizona y Georgia. De los 35 escaños en juego, 15 presentan elecciones competidas. Y de estas, 13 están en manos republicanos y sólo dos pertenecen a demócratas. El partido de Trump está francamente a la defensiva.

Los demócratas necesitan conservar sus curules y ganar sólo tres o cuatro escaños adicionales para tener la mayoría. En esta legislatura, los republicanos cuentan con 53 y los demócratas con 47. Pero si los demócratas ganan la presidencia, sólo necesitarían tres, pues el vicepresidente, en este caso Kamala Harris, sería la presidenta protempore del recinto y como tal puede votar cuando haya empate.

Las tres elecciones que tienen más posibilidades de cambiar de manos son: Alabama, Arizona y Colorado. Las dos últimas están en manos republicanas, y la primera en manos de un demócrata.

Moneda en el aire

Hay otras elecciones en el Senado, como Carolina del Sur, donde hay un verdadero drama político.

Resulta que el republicano que intenta reelegirse en ese estado es Lindsey Graham, probablemente el 'nuevo' amigo de Trump más vociferante. Graham es muy poderoso. Es el presidente del comité judicial. Y era el mejor amigo del senador de Arizona John McCain, quien perdió la vida por un cáncer en el cerebro hace tres años, y toda una leyenda. Piloto del ejército, fue derribado y hecho prisionero por el Vietcong. Héroe de guerra, excandidato presidencial en 2008, McCain fue víctima de las burlas de Trump: "para mí no es un héroe alguien quien se deja atrapar".

Y su mejor amigo, Graham, es ahora uno de los trumpistas más vociferantes. Paradójicamente, quien le pisa los talones a Graham es Jim Harrison, un afroamericano, a quien le ha fluido dinero demócrata literalmente como ríos –su campaña recaudó 57 millones de dólares en las últimas semanas. De acuerdo con una encuesta de The New York Times, Graham lleva la delantera por 6 puntos, 46-40.

Mi predicción es que Joe Biden, de obtener un triunfo holgado el próximo 3 de noviembre, no sólo evitará los problemas electorales que quiere causar Trump, sino que de paso se llevará ambas cámaras legislativas.

Algunas encuestas y vaticinios empiezan a proclamar una catástrofe republicana. Yo las tomo con un grano de sal. La moneda está en el aire. El electorado aún es volátil y aún todo puede pasar.

COLUMNAS ANTERIORES

Frontera norte: anarquía migratoria
La decisión de Canadá de imponer visas a mexicanos es una sobrerreacción peligrosa

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.