Construyendo

Tecnología y productividad

Raúl Asís dice que hay que poner manos a la obra en la productividad laboral de la industria manufacturera.

Tradicionalmente, cuando se habla de avances tecnológicos, siempre es común que muchas personas manifiesten preocupación por los empleos que se sustituyen o se pierden al adoptar e implementar en las empresas tecnología de punta. Sin embargo, el mundo entero está padeciendo ahora mismo niveles récord en déficit de capital humano capaz y competente para llenar las vacantes disponibles en casi todos los sectores industriales, por lo que no nos vendría nada mal dar un buen salto tecnológico que permita suplir la falta de obreros que estamos experimentando.

Esto es especialmente cierto en la industria de la construcción, un sector que está viendo envejecer a su fuerza laboral, mientras lamenta las bajas tasas de ingreso de nuevos talentos jóvenes para formarse, aprender y practicar con suficiente pericia los oficios que son necesarios en las obras, tales como albañiles, electricistas, plomeros y otros más especializados.

Estos oficios por lo general se aprenden de forma empírica de generación en generación dentro del entorno familiar, pero cada vez más jóvenes optan por opciones distintas, que ahora abundan y que les parecen más atractivas. Así, los que estamos en el sector de la construcción necesitamos implementar estrategias muy inteligentes de atracción de talento, que muestren con claridad especialmente a los jóvenes, que ser albañil, plomero o electricista, es un oficio digno y honorable al que merece la pena dedicar la vida y elegirlo como una opción viable para de ahí obtener el sustento para su familia. Adicionalmente, habría que instrumentar la logística necesaria para formar a las personas en dichos oficios y cultivar sus habilidades y destrezas. Pero no es suficiente.

Además, habría que invertir en avances tecnológicos que permitan incrementar la productividad, necesitando una menor cantidad de obreros de la construcción, acción que permitiría cerrar la brecha entre los empleos que son necesarios y los que están disponibles.

El problema estriba en que los avances tecnológicos en la industria de la construcción, rara vez son adoptados de manera masiva y permanente. Un estudio de la Royal Institution of Chartered Surveyors (RICS) llevado a cabo entre obreros de la construcción y tomadores de decisiones en Estados Unidos, el Reino Unido y Alemania, encontró que un 60 por ciento de los encuestados consideran que ha habido apenas unos cuantos cambios en las técnicas y procesos de la industria de la construcción en las últimas dos o tres décadas. Por otro lado, el 62 por ciento de las personas encuestadas cree que la industria de la construcción tiene un problema de productividad, y paradójicamente el 71 por ciento cree firmemente que la tecnología es pieza clave para disparar la productividad.

En al menos las últimas dos décadas, la productividad laboral de la industria manufacturera se ha incrementado un promedio de 3.6 por ciento anual, mientras que en la industria de la construcción solamente ha crecido a una tasa del 1 por ciento anual.

Está claro entonces que existe un problema, que es grave, y que tenemos que poner cuanto antes ¡manos a la obra!

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