Construyendo

Reducir riesgos en salud y seguridad personal, tarea en construcción

Raúl Asís reflexiona sobre las medidas que se pueden tomar en la construcción para procurar la protección al medio ambiente.

La industria de la construcción es uno de los sectores más riesgosos para trabajar debido a la naturaleza de sus actividades, que implican amenazas significativas para la salud y la seguridad de los obreros. Por ello, es esencial implementar mejoras integrales y significativas en materia de salud y seguridad laboral (SSL). Estas mejoras no solo protegen a los trabajadores, sino que también benefician a las empresas al reducir costos asociados a accidentes y enfermedades laborales.

Una de las mayores barreras en la mejora de la SSL es la resistencia de los propios trabajadores a utilizar equipos de protección personal (EPP). Esta resistencia puede ser gestionada a través de varias estrategias. Primero, es crucial educar a los trabajadores sobre la importancia del EPP y cómo su uso adecuado puede salvar vidas y prevenir lesiones graves. Las campañas de concienciación deben ser constantes y claras, utilizando ejemplos prácticos y testimonios de incidentes reales para resaltar los beneficios del EPP.

Además, las empresas deben introducir y hacer cumplir disciplinadamente la obligación del uso correcto del EPP en los lugares de trabajo. Esto puede lograrse mediante la implementación de políticas estrictas, sanciones por incumplimiento y la supervisión constante. Los supervisores y gerentes deben liderar con el ejemplo, utilizando siempre el EPP y mostrando su compromiso con la seguridad.

La capacitación en salud y seguridad es otro pilar fundamental. Es necesario fortalecer y enfocar los programas de formación para que los trabajadores comprendan los riesgos específicos de sus tareas y cómo mitigarlos. Esto incluye no solo el uso correcto del EPP, sino también la adopción de prácticas seguras y la identificación de peligros en el entorno laboral. La selección del equipo adecuado para cada actividad también es vital; no todos los EPP son iguales, y elegir el equipo correcto para la tarea puede marcar la diferencia entre la seguridad y el peligro.

La tecnología moderna ofrece herramientas poderosas para mejorar la SSL en la construcción. Los avances en tecnología digital pueden reducir significativamente los riesgos. Por ejemplo, los drones pueden utilizarse para inspeccionar áreas peligrosas sin exponer a los trabajadores, identificando riesgos potenciales y permitiendo una planificación más segura de las tareas. Los robots colaborativos (cobots) pueden realizar tareas peligrosas o repetitivas, reduciendo la exposición de los trabajadores a riesgos físicos.

La “prompt engineering” en colaboración con la inteligencia artificial (IA) es otro desarrollo prometedor. La IA puede analizar grandes cantidades de datos de sitios de construcción para identificar patrones de riesgo y predecir incidentes, permitiendo a las empresas tomar medidas preventivas antes de que ocurra un accidente. Además, las soluciones basadas en IA pueden proporcionar formación personalizada y en tiempo real, mejorando la comprensión de los trabajadores sobre la seguridad y su adherencia a las prácticas seguras.

La variabilidad de actividades y subsectores en la construcción presenta un desafío adicional. Identificar riesgos específicos y desarrollar medidas preventivas adaptadas a cada situación es complejo, pero esencial. Este esfuerzo requiere inspecciones y auditorías regulares para asegurar que se cumplan los estándares de seguridad y se mantengan las mejores prácticas.

Aunque estas mejoras tienen un costo inicial, a largo plazo se traducen en ahorros significativos. Los costos directos de accidentes, como las indemnizaciones y las interrupciones de trabajo, así como los costos indirectos, como la pérdida de productividad y la reputación dañada, pueden reducirse considerablemente con una gestión eficaz de la SSL. Además, un entorno de trabajo seguro y saludable mejora la moral de los trabajadores y puede aumentar la eficiencia y la retención de empleados.

La mejora integral de la salud y la seguridad en la industria de la construcción no solo es una obligación ética, sino también una inversión rentable. La capacitación continua, la selección adecuada del EPP, y el aprovechamiento de las tecnologías avanzadas son estrategias clave para crear un entorno de trabajo más seguro y eficiente. Con la implementación adecuada de estas medidas, es posible reducir significativamente los riesgos y mejorar la calidad de vida de los trabajadores en este sector vital.

COLUMNAS ANTERIORES

Trump, veneno para la lucha contra el cambio climático
Megatendencias y su impacto en la industria de la construcción

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.