Otros Ángulos

Amarga Navidad

Durante la campaña, se nos repitió que atajar la corrupción en el gobierno y la austeridad republicana liberarían recursos por 500 mil millones de pesos, pero no se ven.

Alguien le ha de haber dicho que estaba inquietando a un poderoso avispero, y por ello AMLO decidió rectificar y reconocer que el presupuesto a las universidades e institutos de educación superior debiera ser, cuando menos, igual al de este año. Congratulémonos, aunque la idea de crear 100 universidades sin antes no reforzar a las muchas que se encuentran a punto de la bancarrota, resulta cuando menos inquietante.

Rectificar, lo decía Plutarco, brinda la oportunidad de crecer internamente y de alcanzar la grandiosidad ante los otros. Si ese fuera el espíritu que súbitamente ha mostrado AMLO, ahora tendría la oportunidad de alcanzar gran altura. Veamos, lo del nuevo aeropuerto es la inmensa plataforma de consecuencias graves por enmendar. El sentido común aunado a las cuentas enormes que el país tendría que pagar, representan hoy un algo en lo que no se ha reparado: el deterioro de la autoestima de quienes ahí continúan trabajando. Saben bien que la obra no será terminada sino enterrada entre toneladas de olvido. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos no ha contabilizado que quienes portan cascos y chalecos de protección son modestos trabajadores, quienes se adaptaron a vivir cerca de la obra y muchísimos han sacrificado tiempo con la familia y con su propia forma de vivir para levantar el NAIM.

Y si de baja autoestima hablamos, hay que referirse a la descalificación que se ha hecho de los empleados públicos lanzados a la calle bajo el supuesto de que no son necesarios. Con decisiones francamente arbitrarias que no toman en cuenta el talento, los conocimientos y la trayectoria, se les niega hasta lo legítimamente obtenido a través de años de esfuerzo. Muchos tratan de negociar con las nuevas autoridades sus aguinaldos y finiquitos. Otros no saben si los moverán a lugares distantes junto o sin sus familiares. Los más viven horas de zozobra y angustia sin que nadie les dé una respuesta. Empleados que llevan lustros con contratos renovables y otros simplemente de confianza, les piden renuncien de forma voluntaria y a otros se les cancela la plaza por razones "de austeridad". En más de una ocasión se les ha dicho que los de su clase son irresponsables, incumplidos e ignorantes cuando no corruptos y abusivos. Los hay pero, ¿son todos así?

¿Quién hace funcionar los engranajes de esa compleja maquinaria institucional?

Durante la campaña se nos repitió hasta la náusea que evitada la corrupción dentro del gobierno y con manejo austero y republicano, se ahorrarían 500 mil millones de pesos. ¿Dónde están? En ninguna parte del Presupuesto se ve esa cifra. Lo que sí vemos es que no se dan las indemnizaciones prometidas, y además quienes las recibieron no volverán a ser contratados en el gobierno, contrariando su derecho al trabajo. Con ello vemos legiones de personas buscando chamba en una época bautizada como el puente Lupe-Reyes, en la que es particularmente difícil contratarse. ¿Qué va a ocurrir con tanto personal desplazado sin que haya mediado una razón suficiente, convincente?

El personal sindicalizado, proclive a las ordenanzas del partido, cualquiera que esté en el poder, y donde es más espeso el caldo de cultivo para los abusos y las irregularidades, permanece con todas las garantías a las que todos debieran tener derecho.

Los ahorros se dan, no en los símbolos como abrir Los Pinos o vender el avión presidencial, cuyo mantenimiento cuesta más de 340 millones de pesos y una renta de siete mil 560 millones anuales, sino en las asignaciones correctas a los diversos proyectos.

Y aunque la madre tierra lo permita, ¿dónde está el proyecto del Tren Maya y quiénes son los constructores que concursan la obra, cuáles los beneficios detallados y la pertinencia cuando hay tantos pendientes?

La rebaja presupuestal de más del 7.0 por ciento a Cultura parece ignorar que ya de suyo los recursos eran escasos; ahora que llega un gobierno de izquierda, lo menos que esperábamos era un aumento importante.

¿Es de izquierda?

Muchos de estos errores que vemos cada tercer día se deben a lo que Tatiana Clouthier, excoordinadora de la campaña de AMLO, califica de prisa inexplicable, y que a tanta gente le hará pasar una amarga Navidad entre el desempleo y el mal trato que le da una administración que prometió amor, paz y felicidad.

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